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¿De la leyenda a la realidad?: Frankenstein del siglo XXI

El “monstruo” nació en el imaginario hace 200 años. En la actualidad, más allá del mito, la ciencia y la tecnología permiten cambios en la especialidad de la medicina.


Lunes 14 de Mayo de 2018, 12:45pm






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La Paz, 14 de mayo (Urgentebo).- El 1 de enero de 1818 daba sus primeros pasos una criatura deforme, creada con partes de varias personas muertas. Era varón y fue bautizado como Frankenstein. Han pasado 200 años desde la creación del personaje que deambuló en revistas, filmes. Era un mito, pero en la actualidad se puede hablar de una nueva versión de Frankestein. El del siglo XXI, donde gracias a la medicina y a la tecnología, las personas tienen segundas oportunidades gracias a los trasplantes. 

La leyenda

En 200 años de deambular por el mundo, la bestia se ganó el cariño de unos, el respeto de otros y el temor de los menos. Algo más pasó en las dos centurias; su creador, el famoso Dr. Frankenstein, tiene emuladores de carne y hueso, como el llamado “Frankenstein del Siglo XXI”, el médico Sergio Canavaro, que desea convertirse en el primer cirujano en hacer un trasplante de cabeza.

La primera edición de este clásico de la novela de Mary Shelly fue publicada el 1 de enero de 1818, quien en presencia de Lord Byron contó un sueño que tuvo a sus 18 años y éste la desafió a que creara un cuento de fantasmas. El resultado fue esta obra que se convirtió en la precursora de las novelas del género de ficción y de las películas de terror.

Si bien la novela en sus orígenes tuvo una crítica equilibrada entre quienes la aceptaban y los que la rechazaban, empezó a destacar luego de su adaptación al teatro y el cine. Fue precisamente el séptimo arte el que la catapultó. La primera versión cinematográfica se produjo en 1910 y desde entonces se estima que se registraron unas 150 adaptaciones diferentes, desde aquellas que respetan la obra literaria hasta las que podríamos llamar adaptación del libro y las sátiras al creador del “adorable monstruo de la pantalla”, como La familia Monster, La familia Adams o El pequeño Frankenstein.

En  términos generales, el cine de horror ha impuesto la idea de Frankenstein como un monstruo asesino, irracional, creado por un humano. Pero, en la novela de Shelly, como lo explica Patricia MacCormack, profesora de filosofía continental de la Universidad Anglia Ruskin, el ser que recibió vida de Víctor Frankenstein era caracterizado como sensible, sutil y curioso donde la criatura se hacía las preguntas humanas más fundamentales: “Se trata de preguntarle a tu creador cuál es tu propósito. ¿Por qué estamos aquí, qué podemos hacer?”.

De esta forma, enfatiza la profesora, “Shelley estaba abordando los mismo temas que los griegos. Las buenas versiones cinematográficas comparten una visión crítica de la vida, examinando nuestro propósito y el papel que jugamos. El monstruo no decidió nacer y se cuestiona su propia existencia: ‘¿Cómo me convierto en una buena persona?’”.

El mexicano Guillermo del Toro, destacado director de cine, en un comentario a la publicación online Den of Geek en 2016 describe a Frankenstein como “el libro para adolescentes por excelencia” y anunció que está ansioso de poder rodar un montaje moderno del cuento.

“No perteneces. Fuiste traído a este mundo por gente que no está interesada en ti y te arrojan a un mundo de dolor y sufrimiento, lágrimas y hambre” sostuvo Del Toro al añadir que “es un libro asombroso escrito por una niña adolescente. Es impresionante”.

Los nuevos Frankenstein

SI bien hace 200 años nació el Frankenstein de ficción que aún vive entre nosotros. Ahora estamos conviviendo con el Frankenstein de carne y hueso y no solo porque con órganos de gente muerte están prolongando la vida de otros humanos, sino también porque son cada vez más las personas que tienen partes del cuerpo reemplazadas por piezas inorgánicas.

Hace 60 años, en 1933, se realizó  el primer trasplante de riñón. Un hombre de 60 años –con muerte cerebral- donó su órgano a un joven de 26 años y el trasplante estuvo a cargo de Yuri Voronoy. Ahí empezó una época en la que es posible trasplantar casi cualquier órgano por otro similar de otra persona o una pieza mecánica, fruto de la nueva era tecnológica.

Aparte de los riñones, también son comunes los trasplantes de hígado, corazón, pulmón, piel, intestino y tejidos como huesos, córneas y hasta implante de pelo. Como se informó en su momento, también se han “pegado” una mano y otras extremidades cercenadas.

Y, lo último. En cualquier momento harán conocer que se hizo el primer trasplante de cabeza, aunque es más acertado decir trasplante de cuerpo sano a una cabeza. Todos los preparativos los tiene en neurocirujano italiano Sergio Canavero, a quien ya lo llaman “el Frankenstein del siglo XXI”.

De acuerdo con un artículo publicado en la revista ‘Surgical Neurological International’, Canavero dice disponer de la tecnología para reconectar todas las estructuras que unen una cabeza con un cuerpo, al punto que en el citado artículo el italiano proporciona un esquema para “el primer intercambio encefálico total en el hombre”, además de describir el componente más difícil de esta intervención: la conexión de la médula espinal.

Y Canavero no parte de cero. El neurocirujano estadounidense Robert White, en 1970 logró trasplantar, con relativo éxito, la cabeza de un mono en el cuerpo de otro. El animal murió a los pocos días, pero fue capaz de oler, oír y, tal vez, ver el mundo a su alrededor.

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Sergio Cavero, cirujano que realizará el primer transplante de cabeza

Biografía de Shelley

Mary Wollstonecraft Shelley, escritora británica, nació el 30 de agosto de 1797 en Londres. Sus padres fueron el filósofo William Godwin y la escritora y feminista Mary Wollstonecraft, quien falleció a los pocos días de nacida su hija.

A los dieciséis años de edad, Mary se escapó con su pareja, el poeta Percy B. Shelley, que estaba casado. Ambos se fueron primero a Francia y luego a Suiza. Se casaron en 1816, unión de la que nación Percy Florence, único sobreviviente a varios embarazos fallidos.

En 1818 publicó su primera y más importante obra: la novela “Frankenstein o el moderno Prometeo”, según algunos biógrafos fruto de una apuesta con Lord Byron, la noche del 16 de junio de 1816. Y como ella misma relata en el prólogo de la edición de “Frankenstein” de 1831, imaginó a Frankenstein y su criatura subhumana inspirada en una pesadilla que tuvo a los dieciocho años de edad.

Algunas de las películas

El mito credo por Mary Shelley está en más de dos centenares de películas y series televisivas. Según portales de internet especializados, como www.abandomoviez.net, éstos son algunos de los films de Frankenstein que no debes dejar de ver:

Frankenstein,  de James Whale (1931), clásico de la Universal, protagonizado por un magnífico Boris Karloff. Una joya del cine de terror, que deja el sello del subhumano con tornillos en el cuello.

La maldición de Frankenstein, dirigida por Terence Fisher (1957), que tiene como protagonistas a Peter Cushing y Christopher Lee, que encarnaron al doctor y su criatura, respectivamente.

Carne para Frankenstein, de Paul Morrisey y Antonio Margheriti (1973), curiosa producción ítalo-francesa, que pesenta fue un festival de horror con mucha sangre, violencia, generosos desnudos y sexualidad desatada.

El joven Frankenstein, del legendario director Mel Brooks (1974), que nos ofrece una de sus mejores parodias, combinando adecuadamente el terror y la comedia, con escenas geniales y momentos divertidos.

La  prometida, de Franc Roddam (1985). Es una nueva versión de “La no via de Frankenstein”, que tiene a Sting dando vida al Dr. Frankenstein que creará a Eva, una criatura muy particular.

(La nota fue publicada en la Revista Oxígeno en Febrero de 2018)

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