Un crimen atroz conmociona este viernes a la población de Punata, en Cochabamba. Tamy, una niña con discapacidad de dos años y 10 meses, fue violada y asesinada, presuntamente por su padrastro, un hombre que la cuidaba mientras la mamá trabajaba en una pensión. La niña fue encontrada con vida por su progenitora, pero gravemente herida. La llevó al hospital, pero pese a los esfuerzos de los médicos y tras cinco horas de agonía, la niña murió por las lesiones sufridas, informó el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), coronel Rubén Cornejo.
Fueron los médicos del hospital Manuel Ascencio Villarroel de Punata quienes llamaron a la FELCV para alertar que una niña pequeña había sido internada con graves heridas de violencia física y sexual. La madre de Tamy, una joven mujer de 25 años, había llegado al hospital con su hija en brazos, pidiendo auxilio para ella. Explicó que trabaja hasta las 19:00 horas y al volver encontró a su hija sangrando por la boca y por sus partes íntimas, además de hematomas en su cabecita.
Familiares relataron que Lidia (nombre cambiado), la madre de la niña, tenía 21 años cuando empezó una familia con su primera pareja, José, en Chimoré, Carrasco. Tuvieron dos hijos, un varón de 4 años y a Tamy, que nació el 20 de junio de 2021. La pequeña sufría de una discapacidad. No podía caminar y tampoco podía hablar bien, por lo que su condición de indefensión era mayor. Lidia era víctima de violencia y decidió separarse en octubre de 2023.
El padre se quedó con su hijo mayor en Carrasco, en el trópico cochabambino, donde ambos viven actualmente. Lidia se quedó con Tamy y se fueron a Punata, donde la madre halló trabajo. Hace siete meses, ella conoció a Romario S.F. y se enamoró de él. Decidieron irse a vivir juntos. Ella trabajaba hasta las 19:00 horas.
El padrastro se encargaba de cuidar a Tamy desde las 17:00, debido a que Lidia no contaba con apoyo familiar. Sus padres se separaron hace años, luego su mamá falleció y su papá, con problemas de alcohol, se fue de su vida.
Anoche, a las 19:00 horas, cuando la madre llegó a la habitación alquilada que compartían, halló a Tamy en muy mal estado, sangrando por la boca y por sus genitales. Trasladó a la pequeña al hospital, donde los médicos verificaron que tenía huellas de violencia física y sexual.
El director de la FELCV, coronel Rubén Cornejo, dijo que Romario S.F. fue aprehendido y conducido al Instituto Departamental de Investigaciones Forenses (IDIF) de Coña Coña para someterlo a varias pericias. Lidia, la madre, prestó sus declaraciones en el IDIF, mientras la autopsia del cuerpecito de su hija se llevaba adelante.
De acuerdo al protocolo de autopsia, Tamy murió por compresión de centros nerviosos de la cabeza, traumatismo craneoencefálico, hematoma subdural, policontusiones y trauma genital.
El Observatorio de Justicia de la Fundación Voces Libres se hará cargo de la acusación penal particular en contra del presunto autor. La abogada Dayana Sevilla se encarga de las diligencias respectivas, con el apoyo del Área Social de Voces Libres, pues la madre no tiene recursos ni siquiera para cubrir el entierro de Tamy.
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