Marzo 29, 2024 [G]:

Edgar Góngora, una zurda de primera

El futbol, las pasiones y amarguras son tres palabras que definen la vida del futbolista boliviano, Edgar Góngora Saavedra. Al día es un auditor financiero, el futbol hoy para él es un pasatiempo dominguero, pero allá por la década de los setenta inició su carrera en este deporte llegando a las ligas mayores desde muy pequeño. Conozca más sobre él en la siguiente nota.   


Martes 22 de Diciembre de 2020, 3:00pm






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22 de diciembre (Urgente.bo).- En 1965 nacía una estrella del futbol, con una zurda que hacia soñar a los espectadores a sus diez años. Edgar Góngora Saavedra, venia de una familia futbolera, su padre Hugo Góngora Flores jugó en el equipo de Ferroviario en la Asociación de Futbol de La Paz y su madre Victoria Saavedra de Góngora lo apoyaba incondicionalmente, fue la persona que puso a su hijo el famoso apodo de “Pacho Góngora”, con el que se le conoció al destacado jugador paceño.

Sus primeras armas en el futbol, los tuvo a los once años en el colegio Don Bosco de La Paz, llegando a ser convocado por primera vez en la selección de su colegio, participando en el primer campeonato intercolegial, demostrando su capacidad y talento con el balón, llegando a ser campeones del mismo y con el buen desempeño que tuvo, derivo a que un equipo de futbol como el club Universitario de La Paz, haya puesto sus ojos en él. 

“El talento depende de la inspiración, pero el esfuerzo depende de cada uno. En Bolivia, hay un refrán que dice o te dedicas solo al estudio o cumples tu sueño y dejas de estudiar”.

Pacho Góngora inicia su carrera futbolística en el Club Universitario de La Paz, empezando su viaje en las divisiones menores que existían antes en los equipos profesionales de esta ciudad, pasando cada prueba que le ponían, pero como todo jugador llega el problema más adverso de su carrera, el estudio, él decide dejar el futbol momentáneamente a sus trece años, pero con la ilusión de volver.

Y seria así que a los quince años los volvería a unir a él y la pelota, regresando al club que confió en él y con el talento intacto, logrando la hazaña de salir campeón de la primera B de la Asociación de Futbol de La Paz, siendo determinante y destacando en los campeonatos que participo en el Club Universitario de La Paz.

En 1972 con solo 17 años, cumpliría una meta más en su carrera futbolística, llegar a primera división del futbol profesional boliviano con el club Universitario de La Paz, pero el camino se le torno muy complicado al club, con el sabor amargo de no haber mantenido la categoría, descendieron de categoría a la primera A.

Pero el destino le tenía preparado una nueva oportunidad a Pacho Góngora, ya que un equipo grande del país había puesto sus ojos en él, se trataba del club Bolívar, el cual compraría su pase del club Universitario de La Paz y seria para él, un sueño realizado llegar a jugar en el club de sus amores.

Inicia su carrera de manera profesional en el club Bolívar, dando sus primeros pasos en la cancha de Tembladerani, donde en cada entrenamiento luchaba por ser considerado entre los once jugadores titulares, ya que en ese tiempo se encontraban figuras de renombre como Carlos Borja, Carlos Aragonés y Mario Rojas, ya consolidadas en el primer equipo.

Siempre se pensó que no tenía el físico adecuado y que su fútbol atildado, elegante, no siempre tendría un lugar, pero poco a poco con perseverancia y constancia logra llegar al primer equipo, consolidándose como titular y adueñándose del medio campo con sus pases mágicos y con su remate que generaba delirio en la hinchada.   

Pero llegaría el peor episodio en su carrera futbolística, su primera lesión, había sufrido una rotura de los meniscos en la rodilla izquierda y esto lo alejaría de las canchas por 6 meses. Después de haber superado la lesión, volvería a las canchas en 1973, con las mejores actuaciones en el club Bolívar y disputando 14 clásicos oficiales.

“A sus 20 años, lo lleva a ser convocado a la selección boliviana de futbol, disputando copa américa y eliminatorias para el mundial”.

 

Pero no todo tiene una felicidad para Pacho Góngora, ya que a lo largo de su carrea en el club Bolívar tuvo múltiples lesiones que lo llevaron a ser operado 4 veces de la rodilla izquierda, decidiendo el Club Bolívar hacer un trueque de jugadores con el club Municipal, en donde parte del trueque estarían Pacho Góngora y Carlos Urizar.

Pacho Góngora se va con la vara alta, sabiendo que se adueñó del medio campo del club Bolívar y demostrando que todos pueden llegar al club de sus amores con esfuerzo.

Llego al club Municipal, en su mejor momento y la pierna izquierda no había perdido el toque a pesar de sus lesiones, solo jugaría dos años para Municipal, pasando más adelante a jugar en Chaco Petrolero.

Pero queriendo disfrutar su futbol en su nuevo equipo, los problemas volvieron en su rodilla izquierda rompiéndose los ligamentos, una lesión que lo alejaría de las canchas nuevamente por 6 meses y confirmando su sexta lesión en su carrera profesional.

“Lo peor que le puede pasar a un futbolista son las lesiones” dijo Pacho Góngora

Después de muchas idas y vueltas, pensando en cómo sobrellevar su lesión, decide colgar los botines a sus 29 años y siendo su ultimo equipo Chaco Petrolero.

Dejando de lado el balón y poniéndose la corbata, los zapatos y un terno, se convertiría en director técnico del club Maestranza por 2 años, donde los resultados no fueron los esperados dejaría el club para irse a capacitar mejor a la Argentina.

Regresaría dos años después, para hacerse cargo de un club llamado Mariscal Braun, donde mostraría su carisma, la ambición de ganar y jugando al tiki taka se consagraría campeón de la primera A y posteriormente llegando a la liga profesional del futbol boliviano, pero ahora como director técnico. 

El futbol es muy efímero por lo inconstante que es el trabajo de técnico, pero muy aparte del futbol, había terminado sus estudios, saliendo de la Universidad Mayor de San Andrés como auditor financiero y llegando a poner fin a su vida futbolística.

Fuera de las canchas, siendo una persona normal como todos nosotros, Edgar Góngora Saavedra se dedicaba a su profesión de auditor financiero, donde lleva trabajando más de 10 años en impuestos nacionales.

 

El fútbol, como todos los deportes ahora quizá más que todos, dejó hace mucho tiempo de ser un pasatiempo, un entretenimiento dominguero. Pretender desandar ese camino en un mundo hoy globalizado donde todo se mide en términos de beneficio económico, es quimérico, ingenuo, estúpido. Pero al menos se puede intentar no perder de vista el fenómeno en su magnitud global: el fútbol además que también se volvió un negocio para los futbolistas, ha pasado a ser una cortina de humo, un mecanismo de control social de una dimensión increíble.

Pacho Góngora, quien ha estado entrenando en Universitario de La Paz, dijo que se inspiró al ver a Ramiro Blacutt.

“Quiero llegar a ser un jugador de categoría, no un jugador del montón”, dijo Pacho Góngora.

“Quiero aspirar a ganar muchas cosas”. Le dije a mis padres que me convertiría en jugador profesional y ser un orgullo para la familia.

Texto de Christopher Góngora Bautista sobre el reconocido futbolista, Pacho Góngora

Estudiante de Periodismo en UNIFRANZ

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