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La goleada por 31-0 que cambió la historia de Australia y del fútbol mundial

Se cumple un nuevo aniversario de la mayor victoria de una selección internacional de fútbol en un partido oficial: Australia aplastó a Samoa Americana y forzó su traspaso a las Confederación Asiática de Fútbol


Martes 11 de Abril de 2017, 4:30pm






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La Paz, 11 de abril (Infobae).- Si a uno de los peores equipos del mundo le prohíben usar a 19 futbolistas de su lista de convocados por irregularidades en sus pasaportes y le quitan a sus menores de 20 años por exámenes de la escuela, el resultado puede ser catastrófico. Y lo fue. La selección de Samoa Americana -una isla de 42.000 habitantes, actualmente 189º en el ránking de la FIFA- se presentó a jugar su partido ante el mejor equipo de las Eliminatorias de Ocenía al Mundial de Corea-Japón 2002 bajo esas condiciones. Viajó a Coffs Harbour, una ciudad a 540 kilómetros al norte de Sidney, con la premisa de recibir la menor cantidad de goles posibles. Pero ni eso lograron.

El 11 de abril de 2001, la selección de Australia logró la mayor victoria en la historia de las selecciones internacionales de fútbol en un partido oficial. Hace exactamente 16 años, aplastó 31-0 a su rival. Ese monólogo deportivo marcó el destino del fútbol oceánico, del asiático y el mundial.

Hasta inicios de los años '90, clasificarse a al Copa del Mundo era toda una para la selección de Australia. Aunque, paradójicamente, sus dificultades para conseguir un boleto al Mundial no recaían en su camino en las Eliminatorias. En aquel entonces competían en Oceanía, una región donde apenas les hacía fuerza Nueva Zelanda, que tampoco representaba un gran escollo. La cuestión principal de sus frutraciones mundialistas era que tras consagrarse a nivel continental, debían vencer a un país de Centroamérica, para luego poder jugar con un combinado sudamericano por el boleto definitivo.

Los jugadores australianos sobresalían ante los futbolistas amateurs de su continente, pero su nivel no tenía el talle necesario para batir a los internacionales de América Latina. El camino resultaba largo y al final siempre terminaba en fracaso. Tras una Eliminatoria llena de júbilo, victorias abultadas y goles por doquier, las repescas se tornaban tormentosos y frustrantes.

En abril de 2001, se pusieron en marcha las Eliminatorias para Corea-Japón 2002. Australia tenía una selección de mucho prestigio comparada con países como Vanuatu o Islas Salomón, por nombrar algunos. La generación de aquellos años era encabezada por Mark Viduka y Harry Kewell, aunque el Leeds de la Premier League inglesa no los cedió.

No hicieron falta. El equipo de Frank Farina viajó el 9 de abril a Tonga y se trajo un récord. Ganó 22-0, algo jamás visto. "Oceanía tiene que considerar seriamente el formato. Fue embarazoso. Nosotros no sacamos nada positivo de estos partidos y ellos tampoco", reclamó el entrenador tras el encuentro.

El partido que lo cambió todo

Dos días más tarde, Australia recibió a la Samoa Estadounidense. Lo hizo sin los mejores de su plantilla. Tras humillar a Tonga, prefirió guardar algunas figuras. John Aloisi y Damian Mori, que habían anotado 10 tantos cada uno en la goleada anterior, no jugaron pese a estar convocados.

Pese a las bajas, la lluvia de goles contra los tonganos se transformó en tsunami. Hubo 11 más. Por izquierda, por derecha, desde el centro, de balón detenido, en contra, dentro del área chica y de larga distancia. Los goles eran de todo tipo y el marcador era más abultado con cada minuto. El primer tiempo terminó 16-0 y en el segundo la diferencia fue de 15 tantos.

Además del récord grupal, el australiano Archie Thompson logró la marca inigualable de 13 goles en un mismo partido. De hecho, el balón ingresó tantas veces en la red que desconcertaron a los que manejaban el cartel, que en un momento anunció que el partido estaba 32-0. Al final, el acta oficial de la FIFA cerró en 31.

Australia ganó los cuatro partidos de su grupo con 66 goles a favor y ninguno encajado. Posteriormente, no dejó dudas ante Nueva Zelanda en la final (global 6-1), pero perdió el repechaje ante Uruguay y se quedó fuera del Mundial.

De Oceanía a Asia, un cambio que favoreció a Australia

La Federación Australiana de Fútbol y la Confederación de Oceanía pidieron formalmente a la FIFA el cambio de región para jugar con mejores equipos y llegar mejor preparado a las Copas del Mundo. El 23 de marzo de 2005, el Comité Ejecutivo de la Confederación de Fútbol de Asia anunció su decisión unánime de invitar a Australia a formar parte de esta organización. El 17 de abril, el Comité Ejecutivo de la OFC aceptó la salida de Australia y la FIFA aprobó el cambio el 30 de junio.

Australia pasó oficialmente a ser parte de la federación asiática, el 1 de enero de 2006 y su debut fue en febrero, durante el torneo clasificatorio a la Copa Asiática 2007. Tras el cambio, se clasificaron al Mundial de Alemania 2006 porque en Asia pudieron forjar un equipo mejor preparado y vencieron a Uruguay en la repesca. Luego jugaron la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010 y la última, la de Brasil en 2014. Actualmente, pelea con Arabia Saudita y Japón por un cupo directo a Rusia 2018.

 

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