Me han sugerido respetar a los coyunturales politiquillos de mi país, y como boliviana, a veces me siento tentada de aceptar (no del todo convencida), la sugerencia de escucharlos y con un poco de más atención, con aquel beneficio de la duda, en virtud de la tolerancia la democracia y el respeto. Pero cuando intento hacerlo... ¡ay! cuando lo intento... aparecen en mi mente esas alegóricas presentaciones de unos esperpentos con rosarios y biblias, y de otros con certificados médicos rogando por salir del país a sus periódicos chequeos médicos.
Y, claro, cómo olvidarnos de los que se autodenominan "salvadores de la patria" en pos de una reconciliación y pacificación, pero al mismo tiempo instruyen jalar gatillos para salvaguardar la “democracia", o encarcelar a cualquiera que abra la boca así sea para suspirar.
Listas amañadas, dirigentes narcos, líderes de logias, cívicos autonombrados como Guaidó, damas que sirven de piezas de ajedrez para estocadas, "empresaurios" frustrados, pastores de rebaños extraviados, y toda una fauna de oportunistas ambiciosos sintiéndose Mesías en un pueblo saqueado y siempre manipulado por lobos vestidos de ovejas.
¿A quiénes les apostamos como bolivianos? ¿Como ciudadanos huérfanos de líderes con honor y principios? ¿Qué camino debemos tomar? ¿A quién llorarle en momentos donde la clase política, entre viejos mañosos y jóvenes aprendices de impostores, nos están poniendo contra la pared intimidándonos de un lado u otro? ¿Dónde está la solidaridad y el espíritu cristiano que dicen tener pero que no demuestran?
Lamentablemente no podemos resucitar a nuestros próceres de la patria para librar una batalla en contra de estos que se hacen llamar sus hijos, éstos no llegan a ser criados ni hijos de putas. Los hijos de estas señoras tienen conciencia más elevada. (Con el respeto que merecen los hijos de las servidoras sexuales.)
Se me ocurre que tal vez sea tiempo de darles a todos un escarmiento, a través de las urnas por supuesto. Olvídense de las consignas, olvídense del revanchismo, aprendamos a elegir responsablemente, recobremos nuestra dignidad... no piensen en colores, ¡¡¡piensen en sus hijos, hoy!!! Piensen en sus familias que tuvieron que migrar por oportunidades, hoy.
¡Piensen que se rajaron el lomo estudiando con los centavos del bolsillo roto para ser excluido hoy!
No merecemos ser carne de cañón para ningún bando. ¡¡¡Merecemos elegir en libertad!!! ¡¡¡Hoy!!!!
Basta de hacer creer que los líderes que tenemos son el reflejo de la sociedad, puesto que no somos escoria como ellos. Hay gente valiosa y honrada incapaz de jugar con las necesidades y sueños de la gente.
Hagamos un ejercicio de observación concienzuda y responsable.
Algunos ya tuvieron oportunidades, y no han cambiado de libreto. Sabemos lo que hicieron y lo van a repetir. En sus manos hay sangre de gente inocente por los que dijeron luchar y terminaron matando. Ni unos ni otros merecen el más alto honor de llamarse revolucionarios, no cuando asesinas a tu misma gente.
Drogas, prostitución e impunidad. Ese no puede ser un legado de quien se precie de amar a su pueblo.
Los caudillos y autonombradas representan el cadalso a la muerte.
Salvémonos. ¡¡¡Hoy!!!
