Mayo 02, 2024 [G]:

Las 'zonas rojas' de El Alto aumentan y el patrullaje policial brilla por su ausencia

La proliferación de discotecas atrae a la inseguridad en la Ceja. Los delincuentes se apropian de las calles para robar porque hay ausencia de la Policía.


Viernes 19 de Abril de 2024, 6:45pm






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19 de abril (Kelly Cruz, EL COMPADRE).-  “Hay que cuidarse. La Ceja es tierra de nadie. No debes manejar celular por estas zonas. Sin miedo roban estos ladrones. No hay dónde denunciar”, son algunos comentarios de los transeúntes, comerciantes y choferes que a diario ven cómo los delincuentes se apropian de algunas calles y avenidas para robar con facilidad sin importar si es de día o de noche. Aprovechan la falta de presencia policial y patrullaje.

El Compadre recorrió algunas de las calles denominadas “rojas” de El Alto; Jorge Carrasco, Av. Alfredo Franco Valle, Raúl Salmón, Av. Tiwanaku, zona Villa Dolores; Av. Antofagasta (Barrio Chino) y Satélite. Donde no es secreto que en mencionados barrios los robos son constantes.

“La Ceja es tierra de nadie, es un punto de inseguridad tremenda. Estamos hablando desde la calle uno, dos, tres hasta la cinco y pasando viene la 12 de Octubre. Es totalmente tierra de nadie”, mencionó un chofer que trabaja todos los días por esa ruta.

Los ladrones operan desde el puente de la Ceja y El Multifuncional, en grupos de tres a cinco personas, entre varones y mujeres.

Videos de robos a plena luz del día, viralizados en redes sociales, ayudaron para que la Policía ponga puntos de control permanente en la Av. 6 de Marzo, sin embargo, no abastece.

En las calles uno, dos y tres de la Jorge Carrasco, Av. Franco Valle y Raúl Salmón los robos continúan y no se observa presencia policial y si la hay es escasa, ya que uno o dos policías no abastecen a las tres calles donde se sabe que hay robos constantes.

“Hay que cuidarse, peligroso es este lugar y en la noche es peor, da mucho miedo. A los jóvenes sin miedo les roban”, comentó una comerciante que tiene su puesto de venta en la Av. Franco Valle.

Por la mañana en dichas calles hay una diversa cantidad de negocios entre ópticas, salones de belleza, tiendas de ropa, farmacias, ferreterías, venta de comida y otros. También una variedad de alojamientos y al parecer prostíbulos porque al menos entre la calle dos y tres se observó a hombres que repartían pequeños volantes donde ofrecían servicios sexuales de mujeres.

LAS DISCOTECAS, OTRO PROBLEMA

Por la tarde noche otro es el panorama, las comerciantes empiezan a cerrar sus puestos de venta o tiendas, pero abren una decena de discotecas. La oferta es bastante amplia, la mayoría ofrece ‘un ambiente agradable’, sin embargo, entre ellas hay las que acogen a los delincuentes.

“Son de esas discotecas de donde salen los ladrones a robar”, comentó otras de las comerciantes.

Vecinos de calles aledañas señalan que hace años atrás en esas calles solo existían entre cinco a diez discotecas, pero hoy el número de estos centros de expendio de bebidas alcohólicas se triplicó.

“Antes en la Franco Valle había, los más reconocidos, de cuatro a cinco discotecas hoy en día hay 30 discotecas y si vamos a la otra calle, la Carrasco, de igual manera de lo que antes había 10 hoy en día hay 30 a 40”, lamentó un padre de familia que ve a la Ceja como una zona de extrema inseguridad.

Algunas de esas calles cuentan con cámaras de seguridad de la Policía, pero no son suficientes para frenar los robos que son ‘el pan de cada día’.

También se observó que en la puerta de algunas discotecas y alojamientos se cuenta con cámaras de seguridad, pero al parecer no funcionan porque no tienen un respectivo mantenimiento, están llenas de telarañas y polvo.

Desde la alcaldía municipal indican que en su gestión no emitieron ninguna nueva autorización para abrir este tipo de negocios y atribuye los permisos a gestiones anteriores.

“No hemos dado ninguna nueva autorización a ninguna discoteca ni a ningún establecimiento, son autorizaciones que se dieron en anteriores gestiones. La normativa está hace más de 8 años y no permite más autorizaciones en toda la ciudad de El Alto”, sostiene el Secretario Municipal de Gestión Institucional de la Alcaldía de El Alto, Rury Balladares.

Sin embargo, indicó que algunas discotecas o bares funcionan con otro tipo de licencia. “Hay que normarlo, pero para eso necesitamos que el Concejo (Municipal de El Alto) sea parte, y no solo critique, porque ellos son los que aprueban las normativas”, añadió.

Balladares no negó que haya discotecas que abren de manera clandestina a puerta cerrada, tanto en la Ceja como por inmediaciones de la Universidad Pública de El Alto (UPEA).

“Hemos aumentado el personal tanto en lo que es la guardia municipal, a la cabeza del secretario de Seguridad Ciudadana, y hemos creado un intendente del norte y del sur para apoyar, ya que son 14 distritos. (…) Vamos a seguir con esto, va a ser más intenso, estamos coordinando con la Policía Boliviana a la cabeza del coronel Gunter Agudo, que es nuestro comandante de El Alto”, explicó Balladares.

Por su parte, el comandante Departamental de La Paz, Edgar Cortez, señaló que los efectivos policiales primero detectan cuáles son los delitos concurrentes en estos lugares y tras aquello se incrementan los operativos para tener mayor control.

En la Ceja y calles aledañas los delincuentes utilizarían los anaqueles, tarimas o lugares oscuros para ocultarse y esperar a las víctimas. Aprovechan que son varios para reducirlos y quitarles sus pertenencias. “Es eso lo que se ha visto en determinados lugares; la Ceja, 6 de Marzo, Franco Valle, la Jorge Carrasco, entre las calles uno, dos, tres hasta la siete e incluso nueve”, explicó.

Y como resultado de los controles, en las últimas semanas, tras operativos sorpresa, los efectivos policiales lograron arrestar a ladrones de celulares, billeteras, carteras y otros, pero lamentablemente solo son retenidos 8 horas, luego son liberados tras la falta de una denuncia formal.

“Los rateros entran y salen de la FELCC como en su casa y vuelven a las calles a hacer de las suyas”, denunció una vecina del lugar.

La Ceja no es el único lugar inseguro, la situación se repite en sus calles aledañas; la Av. Tiwanaku donde detrás de los anaqueles azules están varias peñas o bares, y restaurantes que abren sus puertas a plena luz del día. Las comerciantes del lugar ven el negocio abierto con normalidad, ya que nadie hace nada.

Las personas consumen bebidas alcohólicas desde tempranas horas del día y estas peñas, para disimular el expendio de bebidas alcohólicas, usan letreros de pensiones y venta de comida.

Lo mismo ocurre en la Av. Antofagasta, en el trayecto se evidencia este tipo de peñas. Aunque las vendedoras comentan que la Policía y Alcaldía clausura estos lugares, pero los propietarios vuelven a reincidir.

“Es normal que estén abiertos estos bares. La Alcaldía o la Policía solo viene un rato, lo cierra y al día siguiente los dueños vuelven abrir como si nada hubiera pasado”, lamentó un comerciante que vende chompas y ropa abrigada para el frío durante todo el día en dicho sector.

Estos lugares incumplen con la normativa, ya que aparte de que abren en horario no establecido, están cerca de unidades educativas. En la plaza Juana Azurduy está ubicado el colegio ‘Tarapaca’ y los padres de familia denunciaron este problema a la alcaldía, pero “no hacen caso”. Ante la inseguridad y falta de efectivos policiales tuvieron que implementar una brigada escolar.

“Estamos ubicados en una zona roja porque estamos cerca del Barrio Chino y la Ceja. Aquí en la plaza (Juana Azurduy) se reúnen en ocasiones los bebedores consuetudinarios y hay problemas de drogadicción”, denunció el presidente de la Junta Escolar del colegio ‘Tarapaca’, Taurocio Cuareti.

Según los padres de familia, los efectivos policiales llegan a los colegios por una o media hora, pero no hacen un patrullaje en las zonas aledañas, ya que los niños recorren aquellas calles para llegar a sus hogares, sitios donde están en riesgo por la existencia de la delincuencia.

“Necesitamos más seguridad con la Policía. Nos mandan uno o dos efectivos, pero eso no abastece, tal vez tiene que ir a todos los colegios de la zona. Tal vez puedan aumentar el número de efectivos, espero nos puedan atender esta situación”, pidió.

Quienes corren más riesgo son los niños que se van solos a casa y los adolescentes

Según Balladares, la alcaldesa Eva Copa instruyó que se incrementen “las batidas” por la mañana, tarde y noche para que estos bares y cantinas cumplan con la normativa.

“Se hace una batida a estos lugares y se encuentran a menores de edad, por lo que tiene que haber todo un equipo multidisciplinario para intervenir. Un equipo de la Defensoría, policías, Slims. Estamos trabajando en eso, es complicado en la Ceja, pero pido la coordinación a nuestra Policía Boliviana”, añadió.

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