Washington, 24 de enero (Agencias).- El presidente Donald Trump ha dado luz verde este martes a los proyectos de dos polémicos oleoductos: el Keystone Xl y el Dakota Access, cuyas construcciones habían sido descartadas por el anterior gobierno de Barack Obama.
En el caso del Keystone XL, Trump reflota la construcción de un oleoducto que transportaría crudo desde Canadá hasta las refinerías de Estados Unidos, lo que causó las quejas de las organizaciones promedioambiente. El Gobierno de Canadá apoyó la idea de forma discreta, aunque su primer ministro, Justin Trudeau, decidía 'olvidarse' de la construcción y dejar que decidiera el país vecino.
La compañía TransCanada lo presentó en en el año 2008 y salió adelante en el Congreso en 2014, pero Obama lo acabó vetando.
El Dakota Access atravesaba territorio indígena y el Ejército norteamericano había decidido el año pasado que se explorarían otras alternativas tras las numerosas protestas de los Sioux. Y es que grupos de indígenas y agrupaciones de apoyo organizaron distintas concentraciones para mostrar su rechazo al proyecto. Los Sioux temían que la construcción del oleoducto en su territorio provocara la contaminación de las aguas y la destrucción de áreas que consideran sagradas. Unos 2 mil veteranos estadounidenses se unieron a los grupos de resistencia en las manifestaciones, hasta que el gobierno de Obama decidió sepultar la idea.
"Vamos a renegociar algunos de los términos", ha afirmado tras firmar el decreto para el Keystone XL. "Si quieren, veremos si podemos construir ese oleducto. Muchos empleos, 28 mil trabajos, trabajos fantásticos", ha dicho. "Si los oleductos están construidos en Estados Unidos, deberán estar hechos con acero americano", aseveró el presidente de EEUU. También será objeto de renegociación el Dakota Express, tal y como ha asegurado el propio Trump.
Por otra parte, informó a los dirigentes de General Motors (GM), Ford y Fiat Chrysler (FCA) que reducirá normativas, regulaciones medioambientales e impuestos con el objetivo de favorecer el regreso de industria al país.
Trump ha comenzado su reunión en la Casa Blanca, asegurando que no se había ensañado con el sector, a pesar de sus críticas a los fabricantes.
Trump terminó señalando que es "en gran medida, un medioambientalista", pero que va a reducir los requisitos medioambientales. El presidente de EEUU ha amenazado en distintas ocasiones a los fabricantes de automóviles con aranceles de hasta el 35% en aquellos productos que importan desde México. En respuesta, el sector anunciaba miles de millones de inversiones en EEUU y en el caso de Ford, la cancelación de una planta de montaje en territorio mexicano.
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