7 de septiembre (Urgente.bo).- El alcalde de La Paz, Iván Arias, reivindicó este martes la danza de la morenada, en el atrio de la Basílica de San Francisco, y lanzó el desafío a los fraternos del Señor Jesús del Gran Poder a realizar la entrada probablemente en el mes de octubre, con el propósito de reactivar la economía, siempre y cuando todos los bailarines estén vacunados para entonces.
“Les hemos lanzado el desafío al Gran Poder de que todos los bailarines se vacunen para poder realizar la entrada del Gran Poder en octubre, para reactivar la economía”, dijo el alcalde Arias en su intervención en San Francisco.
El burgomaestre recordó que la reivindicación se realiza en cumplimento a la Ley 512, de 2014, que declara cada 7 de septiembre como el “Día Nacional de la Danza de la Morenada”, en reconocimiento al compositor, autor e investigador orureño, José Jach’a Flores Orozco.
Arias exigió a la población uso de barbijo, distanciamiento y alcohol en gel, como únicas armas contra la Covid-19. Contó lo que un amigo suyo le dijo el lunes “que impresionante la gente no deja de usar el barbijo, hay una disciplina, hay un cariño a la vida muy importante, no lo perdamos”. Recordó que el 95% de la población vacunable de La Paz ya tiene su primera dosis de la anticovid y más de 55% la segunda.
La Secretaría Municipal de Culturas organizó un acto conmemorativo en la plaza Mayor de San Francisco con la participación del Ballet Nueva Esperanza y el toque musical del grupo Mística.
“Hoy (martes) es importante ponernos la camiseta de Bolivia, ponernos la camiseta de nuestro folclor nacional, la camiseta de nuestro país y decir la morenada es de Bolivia, es de todos los bolivianos”, dijo el secretario municipal de Culturas, Rodney Miranda, quien destacó a cada uno de los personajes de esta danza y puntualizó que La Paz y Oruro son los departamentos donde más se practica esta danza. “Son 20.000 fraternos que solamente aglutinan la morenada en La Paz”, dijo.
Sobre el origen de la morenada, el alcalde Arias destacó que es paceña, que nació en Taraco, que después se trasladó a Guaqui, en la ribera del Titicaca, y que “vino a estacionarse en la zona que hoy conocemos la zona del Gran Poder, esta danza fue enriqueciéndose con los bordadores que hicieron cada vez más hermosos trajes”.
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