Durante la audiencia, los uniformados bolivianos fueron acusados de ser un peligro para seguridad de la ciudadanía chilena.
Los tres bolivianos deberán cumplir la detención preventiva en el penal Alto Hospicio, de Chile, mientras avanzan las investigaciones.
La jueza desechó todos los argumentos de la defensa de los uniformados y validó aquellos expuestos por el fiscal chileno Hardy Torres, quien fue el que solicitó la detención preventiva por 90 días.
Los abogados defensores replicaron pidiendo 60 días de detención, pero esa solicitud también fue rechazada.