24 de noviembre (Urgente.bo).- Desde el presidente Luis Arce hasta dirigentes de algunas organizaciones sociales califican al Gobierno de Jeanine Áñez como de facto, otros consideran que se trata de un golpe de Estado.
Sin embargo, el analista político Carlos Borth explica que el Gobierno de Áñez no es de facto ni fue golpe de Estado porque la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), donde el MAS tenía dos tercios, continuó con sus labores legislativas y “nunca” cuestionó al Ejecutivo de Áñez, más al contrario, también continuó gobernando con ella.
“Se mantuvo la parte de la institucionalidad y la legalidad, por lo tanto no puede hablarse de un Gobierno de facto o un golpe de Estado porque el Legislativo continuó funcionando, el Legislativo con dos tercios del presidente del partido renunciante (Evo Morales)”, argumentó.
También puntualizó que la designación de Áñez como presidenta de Bolivia no fue decisión de ella o de un grupo de personas, en este caso policías o militares, sino que se produjo un escenario de conflictos políticos lo que llevó a Evo Morales renunciar a la Presidencia y los presidentes de las cámaras del Senado y Diputados también siguieron ese paso. Esa situación generó un vacío de poder que fue llenado con la sucesión constitucional.
“La designación de Jeanine Áñez a la Presidencia no fue decisión de ella o de un grupo de personas, en este caso policías, militares, que decidieron bajar a Evo Morales y designar a Jeanine Áñez. Se produjo un escenario de conflictos políticos disparado por los sucesos en el tribunal electoral que determinaron la salida de Evo Morales, él decidió renunciar pero además hizo renunciar, nunca han explicado por qué, a las cabezas del Legislativo y se generó un vacío político que fue llenado con la designación de Jeanine Áñez y aplicando ‘la sucesión constitucional’”, precisó.
Borth resaltó que hubo un incidente que pesó en la legalidad del Gobierno de Áñez. Explicó que lo primero que se debió hacer es que en una sesión se elija a ella como presidenta de la Cámara Alta y luego podía aplicarse la sucesión presidencial.
“No sucedió eso, lo que es peor, la minoría del Senado impidió que la mayoría masista se reuniera, impidieron que ingresen a la sesión de la Cámara Alta. No les permitió ingresar porque ellos tenían los dos tercios e iban a designar a cualquiera del MAS y ellos iban a entrar a la sucesión presidencial, entonces, no les permitieron ingresar”, recordó.
Acotó que ese indecente terminó pesando en la legitimidad de Áñez. Asimismo, sostuvo que decir que el Gobierno de Áñez es de facto es un discurso “retórico de los militantes, dirigentes y parlamentarios del MAS para continuar descalificando, para no reconocer al gobierno de Jeanine Áñez”.
Señaló que en un Gobierno de facto no existe el Poder Legislativo, sólo queda el Ejecutivo y el Judicial, pero en el gobierno de Áñez el MAS continuó trabajando desde el parlamento.
¿Qué significa de facto?
El politólogo aclaró que la palabra de facto es “de hecho”, facto es hecho. Entonces, un Gobierno de hecho, mientras que un Gobierno democrático sale d las urnas.
“Un gobierno de facto es cuando una persona o un grupo de personas tumban o sacan a un gobierno democrático y asumen el mando de un país de hecho, por su propia decisión”, puntualizó