Pablo Ruiz era apenas un niño cuando comenzó su carrera de cantante en Festilindo. Y, a finales de la década del ‘80, ya había lanzado su álbum debut y conmovía a grandes y chicos con temas como “Oh, mamá, ella me ha besado” o “Mi chica ideal”. Entonces, todos aseguraban que el futuro de Pablito estaría ligado al éxito. Sin embargo, después de los 20, su presente se complicó y el futuro ya era imprevisible porque había caído en el mundo de las drogas.
Pablo Ruiz mantuvo una charla a corazón abierto con Gastón Pauls, donde reveló que luchó contra la adicción a las drogas desde su juventud. El cantante confesó que atravesó los momentos más oscuros de su vida, y luego de sufrir una dura pérdida familiar decidió que iba a buscar ayuda.
Los primeros años pudo disfrutar del éxito, pero cuando cumplió 20 todo cambió: “La compañía discográfica rescindió mi contrato por mi sexualidad, porque no lo podían controlar y no sabían cómo manejar eso”. Ese fue el primer punto de inflexión que hizo que cambiara varios de sus hábitos y su salud empezara a peligrar. “Hasta ahí había sido siempre como un escape, diversión, fiestas electrónicas, pero ya después empecé a tocar fondo”, reconoció.
¿Qué fue lo que desembocó en el consumo de droga? “La compañía discográfica rescindió mi contrato por mi sexualidad, porque no lo podían controlar y no sabían cómo manejar eso. Aparte, yo tenía 20 años y nunca decidí esconderme entre cuatro paredes, decidí salir y hacer mi vida normalmente, tener novios. Entonces dijeron: ‘Bueno, hasta acá llegaste’”, empezó contando Ruiz.
“Fue muy violento, muy rápido; es tener todo al alcance y vivir cosas muy fuertes, como que se hable de tu vida sexual a los 12 años en la televisión y te señalen con el dedo sin saber vos mismo qué te está pasando realmente, porque a esa edad todavía no tenés en claro ese tipo de cosas”.
“Al no poder expresar mi arte, no poder cantar, me tuve que ir de México para no trabajar más con los managers que tenía en ese momento, y al volver a la Argentina empezó a ser más fuerte; lo hacía porque estaba deprimido, necesitaba escapar y un montón de cosas”, expresó. Luego el actor le consultó qué tipo de sustancia consumía, y Ruiz se sinceró: “La cocaína, empecé con eso y fueron seis años más o menos”.
“No es que de un día para el otro lo podés controlar, tienen que pasar miles de cosas: primero que nada tenés que tener la contención de una familia, de mi vieja, que siempre estuvo; y un lado espiritual que ella me enseñó de muy chico y también me ayudó”, continuó. Sin embargo, enfatizó que no fue sencillo salir del círculo vicioso del que era prisionero.
“Se convierte en algo que no va a ningún lado, que no te deja dormir. Los bajones son terribles y no es divertido, primero todos son amigos tuyos, mientras tenés o podés compartir y, después, te quedás solo en el bajón”, sentenció. Luego detalló cómo eran los momentos más oscuros de abstinencia: “Tenés miles de fantasmas en tu cabeza y ahí se viene toda la oscuridad y todos lo que realmente estás sintiendo, te empieza a pasar factura todo”.
Y explicó: “Hasta ahí (la droga) había sido siempre como un escape, diversión, fiestas electrónicas, pero ya después de ese hecho empecé a tocar fondo. Al no poder expresar mi arte, no poder cantar y tener unos contratos que eran también por parte de mis managers leoninos, me tuve que ir de México para no trabajar más con esas personas. Y al volver a Argentina empezó a ser más fuerte. Lo hacía porque estaba deprimido, necesitaba escapar y un montón de cosas”.
¿Cómo logró salir de ese infierno? “Llegué a un límite porque no llegué al estreno de una obra de teatro, por ejemplo. Porque no dormí y ahí dije: ‘Algo está pasando que no está bien’. Me hizo un clic y pensé en irme a Miami, porque no podía también zafarme en esta gente. Y ahí empecé a escribir canciones”, concluyó Ruiz.
///