26 de septiembre (Urgente.bo).- Bolivia empieza a sentir los efectos de la sequía debido a la falta de humedad en los suelos, a esto se suma la gran cantidad de incendios en la Amazonía que reduce árboles y las precipitaciones para llenar los ríos principales y secundarios, lo que agrava la situación un poco más cada año.
“Lamentablemente, en muchos de los ríos, tanto principales como secundarios, están considerados con flujos muy bajos, ese déficit de agua en el suelo está como moderadamente seco, el satélite lo muestra. En comparación al 18 de septiembre del 2023, no muy lejos en el tiempo, y el 18 de septiem de 2024, vemos que en Santa Cruz, donde ahora existen tantos incendios, los suelos están más secos”, señaló la jefa de Unidad de Pronóstico Hidrológico del Servicio Nacional de Metereología e Hidrología (Senamhi), Lucía Walper, a Urgente.bo.
Sin embargo, no solo son los incendios los que agravan la situación de los suelos actualmente, a los efectos de los focos de calor activos, se debe sumar la contaminación por minería, la basura y otros factores climatológicos que intervienen en el ciclo normal de la naturaleza.
También, el ingreso del fenómeno de la Niña que, si bien aún no comenzó oficialmente, tiene características de agravar la sequía y presenta inviernos más crudos “como los presentados este año”, señaló Walper.
“En el ingreso del fenómeno de la Niña, esta se caracteriza por ser más seca y con inviernos más crudos. Entonces, las precipitaciones que ya van a darse desde diciembre hasta abril del año que viene (2025), lamentablemente, no se esperan que sean abundantes. Siempre tiene una variante debido a la acción que nosotros como seres humanos sometemos al ecosistema”, aseveró.
La especialista resalta que el indicador del déficit de agua en el suelo, utilizado por el Senamhi, refleja que la mayor parte de las cuencas principales y secundarias en las regiones de Santa Cruz, Beni, Pando, Cochabamba, Tarija, La Paz, Oruro y Potosí, tienen un flujo “muy bajo” en comparación a su normalidad. Otro de los efectos de la sequía.
“Cuando se presenta el fenómeno del Niño suelen inundarse los ríos de forma más continua y abundante, pero en este último año no se han inundado, y si lo han hecho ha sido muy esporádico. Para nosotros, desde un enfoque hidrológico, eso es algo negativo, si no se inundan los suelos no se van a nutrir de humedad y habrá más sequía que se agrava cada año más”, finalizó.
