Diciembre 14, 2024 -H-

Bolívar, campeón de la Copa División Profesional


Martes 19 de Diciembre de 2023, 9:00am






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Bolívar logró dar una nueva alegría a su afición y los celestes tienen con qué festejar las fiestas de fin de año. Terminó la Copa de la División Profesional con una gran final que duró 180 minutos y que se dividió en dos inolvidables partidos, en los que La Academia marcó la diferencia ganando ambos, ratificando tener un equipo largo, bien armado, con mucha opción para rotar jugadores, dosificar gente en cada una de sus líneas y aprovechar cada momento ante un rival con características y realidades diferentes, que al momento de la verdad pesaron, marcando el destino de unos y otros.

El cuadro paceño fue, a lo largo de todo el año, uno de los protagonistas indiscutibles de los torneos jugados. En el todos contra todos resignó muchos puntos al no poder sumar fuera de casa; eso le impidió alcanzar a The Strongest, que supo ser líder de principio a fin y coronar su campaña con el título. Golpe duro para los hinchas celestes que presionaron exigiendo a su equipo luchar para la obtención de dar la vuelta de Campeón en el torneo paralelo que fue tan apasionante como el otro. La presencia de los aficionados en los partidos fue extraordinaria y fue el colorido que identificó la fiesta de nuestro fútbol.

Bolívar justifica parcialmente la gran inversión de un año deportivo que tuvo virtudes y defectos. Su presencia en Copa Libertadores y su avance a la fase de cuartos de final fue indudablemente lo más destacado. La irregularidad de sus resultados en el torneo todos contra todos fue lo que generó mayor cantidad de críticas y una relación deteriorada entre sus seguidores y el técnico Beñat San José, quién finalmente terminó marchándose del país, luego de aceptar una oferta de México.

Los celestes, lograron sumar la mayor cantidad de puntos en la tabla acumulada y, de acuerdo al reglamento de campeonato, accedió a beneficiarse de uno de los 2 premios mayores; clasificar a fase de grupos de la Copa Libertadores 2024 como Bolivia 2 y ganando el premio económico de 3 millones de dólares. En lo institucional, objetivo cumplido.

Con el título de la Copa División Profesional, su plan de actividades deportivas también está completo. De momento es tiempo para el festejo y la familia celeste celebra este logro. Las victorias son para gozarlas y vivir esparcimiento, dando rienda suelta a ese descargo emocional que da el deporte más bello. Un gran motivo para que los bolivaristas, donde quiera que se encuentren, se abracen, rían y departan la emoción de ser campeones.

Tiempo para que los jugadores también puedan festejar y pasar con sus seres queridos un hermoso fin de año. Punto alto para el trabajo de Wálter Flores, quién estuvo a la altura de este desafío complicado y siempre estresante. Él junto a Vladimir Soria, un eterno soldado vinculado al club de sus amores, supieron llevar la nave a buen puerto, demostrando capacidad y profesionalismo, dignos de destacar y de ser recompensados con retos mayores al mando de este equipo.

Hoy es tiempo de alegría, mañana vendrán las reflexiones y los balances de lo que se hizo bien, de lo que fue negativo y se debe cambiar o mejorar. De salir de la incertidumbre ¿qué pasará ahora con Bolívar, toda vez que su presidente Marcelo Claure adelantó su alejamiento como titular del club? Una pregunta difícil de contestar y necesaria de saber. Los siguientes días seguro la figura que se dé será determinante para un análisis de situación.

Ha terminado el año deportivo en el fútbol boliviano; sería injusto luego de estas jornadas finales no destacar a Wilstermann. El cuadro cochabambino que empezó la temporada con menos 6 puntos por una sanción que pesaba sobre el club aviador.

Quienes se hicieron cargo de semejante problema y casi sin opciones para levantar cabeza, supieron manejar con capacidad y sabiduría los destinos de esta institución. Bien por la dirigencia y su trabajo intachable. Un desafío que cumplió con los difíciles objetivos: económicos, de organización, administración y que dieron como fruto la activación de un éxito deportivo, con un equipo protagonista, que salió adelante e incluso llegando a la gran final.

Bien por el técnico Christian Díaz, que tuvo la capacidad de armar y conducir un equipo aguerrido, que terminó mostrando su frustración de no poder más, pues en estos partidos finales habían llegado al límite de sus posibilidades físicas y futbolísticas. El bochorno de La Paz, en los tramos finales del encuentro en el Siles, fue el reflejo de una pena notoria de desgaste: los “Rojos” lo habían dado todo.

Ahora a pensar en el año 2024 y todo los relacionado a la reingeniería que se necesitará para la temporada en el fútbol de la División Profesional, como su presencia en la Copa Sudamericana y los beneficios que da este torneo internacional en materia económica si el equipo gana partidos y avanza.

De momento ahí quedarán los comentarios de lo que se vivió. Por ahora el fútbol en Bolivia 2023 es historia. Lo que pase el año próximo es la gran interrogante y al mismo tiempo la interminable disyuntiva que vivimos los bolivianos con nuestro balompié. ¿A ver qué “nomás” irá a pasar?

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