5 de mayo (Urgente.bo).- El acceder a la modalidad de clases a distancia ha sido difícil para muchos alumnos debido a la pandemia y la crisis económica que golpea a todo el mundo. No obstante, este escenario no es una adversidad para que muchos niños, niñas, jóvenes y señoritas tomen la decisión de alternar las clases virtuales con un trabajo informal en vía pública.
Es el caso de una estudiante que vende limones entre la avenida Busch y Díaz Romero de la ciudad de La Paz. La joven se da los modos para continuar estudiando y prestar atención a las clases virtuales.
A pesar de no contar con las comodidades necesarias, la joven solo usa un celular, audífonos y un cuaderno como herramientas de estudio.
Otro caso similar es la historia de Santos, un niño de 11 años, que trabaja limpiando parabrisas para costear sus clases virtuales.
A pesar de su corta edad, Santos acompaña a su madre a vender tunas en el centro paceño y a su vez se da los modos para trabajar y pasar clases virtuales en la plaza de San Pedro.
Santos asegura que a diario gasta entre Bs 10 y Bs 20 en la compra de tarjetas de crédito para pasar las clases virtuales.
Este panorama, estudiantes pasando clases virtuales en las calles, se replica en varias ciudades de Bolivia debido a que en varios casos los progenitores deben ir a trabajar acompañados de sus hijos.
En otros casos, la falta de recursos económicos obliga a que los estudiantes trabajen para costear las clases virtuales y así no quedar rezagados en su proceso de educación.
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