Marzo 28, 2024 [G]:

El inhóspito Salar de Uyuni, la ruta preferida de los “chuteros”

“La gente que maneja chutos sabe cuándo está llegando Diprove y como los autos son gemeleados o no tienen placa, los guardan. Ellos saben cuándo hay control porque tienen contactos con los de Tránsito”, sostuvo.


Lunes 12 de Abril de 2021, 5:30pm






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12 de abril (Albaro Huanca / Urgente.bo).- La pandemia del coronavirus o el cierre de frontera de Chile no han podido evitar que los denominados “chuteros” continúen internando vehículos ilegales a territorio nacional. La ruta preferida para este cometido es el inhóspito Salar de Uyuni.

Fuentes extraoficiales explicaron a Urgente.bo que una de las rutas que usan los chuteros para ingresar vehículos a Bolivia es la localidad de Llica, Potosí.

“Luego se dirigen a Challapata, Oruro, usando rutas desconocidas. De Llica hasta Challapata hacen un recorrido aproximado de 3 horas”, detalló Marcos, nombre ficticio.

Un solo chutero ingresa al menos 8 vehículos ilegales por semana, los mismos usan distintas rutas para evadir los controles fronterizos hasta llegar a su destino.

“La gente que maneja chutos sabe cuándo está llegando Diprove y como los autos son gemeleados o no tienen placa, los guardan. Ellos saben cuándo hay control porque tienen contactos con los de Tránsito”, sostuvo.

Marcos asegura que los chuteros y sus choferes, para no perder su inversión, usan el Salar de Uyuni como vía de acceso seguro.

“Ingresan sin parar hasta llegar a Challapata. No apagan motores”, añadió a tiempo de remarcar que la caravana de autos chutos se puede observar en horas de la tarde o madrugada.  

Para garantizar la compra y que el motorizado no “duerma” en los garajes del pueblo, menciona que realiza los pedidos a través de su teléfono móvil; el comprador pide el modelo que guste y el vehículo llega en un tiempo de máximo dos semanas.

Los contrabandistas de los chutos hacen lo que quieren e inclusive se han apoderado de algunos municipios donde impera el negocio de la ilegalidad. A ello se suma la oferta de vehículos mediante redes sociales. Lo extraño de todo es que el negocio es conocido por autoridades, sin embargo, nadie hace nada para frenar la actividad ilícita que ingresa al país una decena de vías clandestinas.

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