Quizá no haya una receta para que los precios del petróleo y los volúmenes de producción estén en equilibrio y se evite, así, inundar el mercado sin bajar precios y evitar la "invasión" de los nuevos esquemas de producción de petróleo vía fracking. No hay receta alguna. Pero hay varios esfuerzos de miembros de OPEP (el cártel petrolero global) para "estabilizar" precios del barril/petróleo. Tarea difícil.
Quizá los acercamientos entre Rusia y Arabia Saudí -que suscribieron un acuerdo para tomar "acciones conjuntas" en dos sentidos: estabilizar el mercado y garantizar un nivel de inversiones-, sea uno de los muchos pasos que se necesita en ese sentido.
No olvidemos que Arabia Saudita es el principal key player de OPEP (producción de petróleo de Arabia Saudita 10.63 millones de barriles por día (bpd) y Rusia, de su lado, es otro gigante exportador de petróleo aunque no es parte del cártel. Entre ambos suplen más 20 % de la demanda de petróleo a nivel mundial.
De todas formas, con todo lo gigantes que son, influir en los precios del barril/petróleo es complicado.
No perdamos de vista a los productores norteamericanos de oil & gas vía no-convencional. Es otra vertiente en donde el flujo de volumen de petróleo continuará llegando al mercado si el barril convencional sigue en USD 40. Las operaciones de los productores de vía fracking continuarán siendo beneficiosas en tanto, además, la tecnología mejore.
¿Quién puede reorganizar el mercado petrolero global? Al parecer nadie. La baza es difícil de jugar.
Los sauditas también estuvieron con Argelia en el mismo objetivo: estabilizar la producción del petróleo y apuntalar precios, siendo el tema central en todas las reuniones: ver las cuotas o volúmenes de producción, al parecer, congelándola un tiempo.
Veremos que ocurre en el venidero Foro Internacional de Energía (26/28 septiembre) y cuál será, finalmente, la actitud de Irán en éste escenario: quiere retomar su posición de segundo jugador mundial exportador de petróleo, luego de levantadas las sanciones que sobre Irán pesaban.
Desde Venezuela y Bolivia nada que hacer. Pese a que Venezuela es una –con todas las desgracias políticas internas que sufre- una potencia petrolera no tiene mayor peso político gravitatorio al interior de OPEP y de Bolivia ni que se diga, sigue navegando por las turbulentas aguas del mercado petrolero mundial que reata sus precios a la exportación de gas natural, gas que cada vez es menos en su ratio producción/exploración.