2 de abril (Urgente.bo).- No existe un protocolo de manejo de fallecidos por coronavirus en el país. Según el Ministro de Salud, Anibal Cruz, los que se usan son internacionales y los establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las Funerarias en Bolivia deben copiar esas medidas para el manejo de muertos por COVID-19. 

“El protocolo es a nivel internacional, nadie se inventa un protocolo, el protocolo está determinado para todos los países”, manifestó.ñ Cruz. 

Países como Colombia, Argentina, Perú, Chile, Paraguay, Uruguay, Brasil y Ecuador, cuentan con protocolos establecidos especialmente para el manejo de cadáveres.

Ante esta situación, varios propietarios de distintas funerarias del país, manifestaron que recurren a protocolos de otros países para tener una guía. La OMS sugiere que los fallecidos por la pandemia sean cremados o enterrados, es decir que el cuerpo debe ser cubierto por tierra no así en nicho. 

“Nos estamos guiando con el protocolo de España”, dijo a este medio la propietaria de una funeraria de Tarija. 

El panorama es incierto para los encargados de las funerarias en todo el territorio nacional, en la ciudad de La Paz, el representante de las funerarias de La Paz y El Alto, Miguel Elías, afirmó que por seguridad del personal, no atenderán casos de fallecimientos por coronavirus, ya que ellos son la última línea de contacto con los cadáveres. 

“Ni bien se supo del coronavirus nos aproximamos donde las autoridades para pedir información, para decirles que por lo menos tengan la gentileza de darnos el protocolo necesario, el procedimiento del tratado del cuerpo (…), en ningún momento nos han querido recibir ninguna de las autoridades”, contó Elías.

Si bien el Ministerio de Salud no emitió hasta la fecha un protocolo guía de manejo de cadáveres por COVID-19, la Gobernación de Santa Cruz emitió su propio protocolo destinado a las empresas de servicios funerarios y cementerios. Entre los puntos del documento se destacan:

• La introducción del cuerpo debe ser realizada dentro de una bolsa en una habitación de aislamiento. La bolsa debe tener resistencia a la presión de los gases en su interior, hermetismo e impermeabilidad.

• El cadáver debe ser preparado en el área del fallecimiento 

• El personal de intervención debe hacer uso del equipo de protección personal (EPP) para pacientes con Covid-19, estos son bata desechable, guantes de látex, mascarilla y gafas de protección.

• La bolsa con el cadáver puede ser introducido en un féretro, se recomienda el uso de EPP y guantes de nitrilo. 

• El cadáver puede ser entierrado o incinerado.

¿Qué dice el protocolo de la Organización Mundial de la Salud?

El protocolo hace incapié a que se debe informar al personal de funerarias sobre el riesgo biológico al que son expuestos al tratar el cadáver. También se refiere a que se deben aplicar principios de sensibilidad cultural, es decir que si la familia del paciente desea ver el cuerpo después de su extracción de la sala de aislamiento, bajo las instrucciones de no tocar ni besar el cuerpo. Así mismo, explica que las bolsas de cadáveres vacías deben eliminarse como residuos infecciosos. También enfatiza en que no es recomendable el embalsamamiento. Sobre el destino final de los cuerpos, el documento refiere que los difuntos con COVID-19 pueden ser enterrados o cremados.

Según los últimos datos del Ministerio de Salud, Bolivia cuenta con ocho fallecimientos por este virus, cinco en Santa Cruz y tres en La Paz. De hecho, el pasado martes 31, se conoció mediante redes sociales, la denuncia de que los familiares de una mujer fallecida en la ciudad de Santa Cruz, caminaron durante varias horas con el féretro en busca de un lugar dónde enterrarla, ya que ningún cementerio la aceptaba por la condición del deceso. Inclusive, en una ftografía se puede ver a una persona sosteniendo una pala, mientras varios otros rodean el lugar.

Para el Doctor, Fernando Romero, del Sindicato de Ramas Médicas de Salud Pública, este tipo de accionares es altamente peligroso. “El cadáver con coronavirus todavía tiene la infección presente y es muy fuerte (…) la incineración es la única vía para el manejo de esto”, dijo. Pero este no es el único caso, en radio Fedecomín, se conoció de una muerte atribuida a “kari Kari” (personaje de la cultura aymara que según las leyendas, se encargaría de extraer grasa de sus víctimas para luego dejarlas gravemente enfermas). El hermano de la víctima, relató a esa radioemisora que su familiar falleció en el Hospital del Norte de la ciudad de El Alto y que el diagnóstico médico fue muerte por coronavirus. Pese a ello, sus familiares insistían en que fue por Kari Kari; los galenos no les dejaron retirar el cuerpo hasta tener los resultados concluyentes sobre las pruebas de COVID-19.

Cremaciones y entierros

La situación por la que atraviesa Latinoamérica a causa del coronavirus es preocupante, especialmente con las imágenes vistas en Guayaquil Ecuador. Las autoridades sanitarias de ese país perdieron el control sobre el manejo de los cadáveres de COVID-19 y cuyos féretros son abandonados en plena vía pública ante la desesperación de sus familiares por no obtener los servicios fúnebres correspondientes.

Según datos obtenidos por este medio, en Bolivia contamos con 11 hornos crematorios distribuidos entre La Paz, Santa Cruz, Oruro, Cochabamba, Tarija y Sucre. Los departamentos de Beni, Potosí y Pando no cuentan con este servicio. Entre los hornos de cremación existen los que son administrados por sus municipios correspondientes y los de índole privado.

El costo de la cremación de un cuerpo oscila entre los ocho mil bolivianos, dependiendo si se lo hace en un servicio privado o del cementerio general cuyo precio es de cuatro mil bolivianos. En cuanto al sepelio, existen precios desde los mil ochocientos bolivianos, hasta los tres mil dólares, dependiendo del servicio y de las posibilidades económicas de los familiares.

En ese marco el diputado por el Movimiento Al Socialismo, Sergio Choque, sugiere que el gobierno debe hacerse cargo de las cremaciones porque varias familias de escasos recursos no podrán acceder a este servicio. Ante ello, la Cámara de Diputados podría considerar un Proyecto de Ley que otorgue al gobierno la responsabilidad de estas cremaciones. Por su parte, el diputado Amilkar Barral dijo no estar de acuerdo con esta medida ya que el gobierno no debe ser el único que cargue con esto, también se debe considerar que los municipios se hagan cargo de estos procedimientos.

Sobre estos hechos, la Defensora del Pueblo, Nadia Cruz, demandó que el Estado boliviano elabore un reglamento de procedimiento para el manejo de cadáveres para COVID-19, ya que existiría “una confusión de protocolos y rutas de atención”, señaló en una nota de prensa. Al mismo tiempo, exhortó, la subvención de gastos funerarios para personas de bajos recursos económicos.