¡Ya era hora! De verdad era necesario que esto pasara y -gracias a Dios- pasó. Más de 100 Premios Nobel fustigaron a Greenpeace por su terco rechazo a los alimentos genéticamente modificados -los denigrados transgénicos- impidiendo que mucha gente pobre pueda producir y comer, más y mejor. No fue una carta de cortesía, tampoco fue a hurtadillas, mas bien, con la entereza de quien dice la verdad, los más de cien Premios Nobel en Física, Química, Medicina y Economía, fueron de frente contra la organización ecologista denunciando su obstinada oposición a los alimentos genéticamente mejorados.
Y si bien el pasado 16 y el 17 de mayo, los que se oponen a la producción agrícola con biotecnología recibieron duros reveses por los Informes de la OMS, FAO y la Academia Nacional de Ciencias de EEUU dando cuenta de la inocuidad de los cultivos genéticamente modificados así como del herbicida glifosato, el 30 de junio del 2016 marcará un antes y un después para Greenpeace -y para otras ONG y sus financiadores- cuya intransigente oposición solo se podría explicar por una ignorancia supina, un desvarío fetichista o el oprobioso interés por seguir lucrando de ingentes fondos particulares a costa del sufrimiento de la gente.
Algo que en verdad indignó a los más de 100 Premios Nobel fue la tenaz oposición de Greenpeace al arroz dorado, un cereal modificado genéticamente para producir la vitamina A en el mismo arroz, para combatir la ceguera endémica en África y Asia, siendo que la OMS estima que 500.000 niños quedan ciegos cada año por tal carencia, claro…¡qué les importa a Greenpeace y a todas esas entidades si sus hijos comen bien, tienen excelentes médicos y nunca sufrirán dicho mal!
“¿Cuántos pobres más deberán morir para considerar esto un crimen de lesa humanidad?” preguntaron los Premios Nobel a tiempo de indicar que por la evidencia científica los alimentos transgénicos son tan o más seguros que cualquier otro.
Con el aplomo de quienes han destacado entre los 7.000 millones de habitantes del planeta, los más de 100 Premios Nobel instaron a través de una carta pública a que acabe la campaña de desprestigio contra los transgénicos que pese a las arengas, insultos y agresiones de Greenpeace y otras como Oxfam, Genok, Third World Network, Friends of Earth y ETC Group, que la pasan bien satanizándolos, en 20 años de consumo no causaron un solo caso de afectación a la salud sino todo lo contrario.
Amigo, amiga ¡súmese a esta cruzada! Firme en www.supportprecisionagriculture.org
(*) Economista y Magíster en Comercio Internacional
Santa Cruz, 6 de julio de 2016