22 de mayo (Revista Oxígeno para Urgentebo).- Una joven poseída por espíritus malignos sembró el terror durante tres días en el barrio 12 de octubre de la zona Tipoy de Santa Cruz el pasado mes de febrero. Sus familiares aseguraban que los cambios en la adolescente comenzaron después de haber jugado con la Ouija junto a sus amigas.La madre de la joven percibió el cambio cuando fue a recoger a su niña a la hora de la salida del colegio. Ahí notó que hablaba incoherencias, cambiaba de temperamento de manera repentina, intentó quitarse la vida, al pretender lanzarse a las ruedas de un vehículo de alto tonelaje e incluso quiso matar a su hermana menor.
La pesadilla de la familia Llanos terminó cuando decidieron pedir la ayuda de un Pastor evangélico, para que libere a la menor de los espíritus malignos que la atormentaban.
¿Quieres que Jesús te libere?, le preguntaba el Pastor, ¡No!, respondía la muchacha, mientras el hombre repetía en voz alta una y otra vez ¡sal de este cuerpo criatura maligna en el nombre de Jesús!
Gritos, cambios de temperamento, palabras en hebreo, jalones de cabellos y una fuerza sobrenatural se apoderaba de la muchacha haciendo que destruya las cosas de su alrededor. Aproximadamente 30 minutos intensos de oración pusieron fin al tormento de la adolescente de 13 años, dejándola exhausta y dormida sobre su cama.
Después de tres días de estar poseída, la adolescente volvió a la normalidad y poco o nada recuerda del drama que vivió y que hizo sufrir a su familia.
Este caso es solo uno de los muchos registrados no solo en nuestro país sino en el mundo entero. La revista Oxígeno conversó con un Pastor evangélico para conocer los misterios desconocidos del mundo espiritual donde habitan estos seres demoniacos que están al acecho de las personas.
Seres tripartitos
El hombre es un ser tripartito, de espíritu, alma y cuerpo. Por tanto, Jesús debe ministrar en cada una de estas tres dimensiones del hombre, expresa el Pastor de Ekklesía, Alberto Salcedo.
Asegura que el objetivo de los espíritus demoniacos es habitar los cuerpos y el alma de los hombres. “Al hacerlo obtienen mayor ventaja para controlar a la persona, que cuando trabajan desde su exterior”.
“Cuando hago Ouijas, Baldor, ceremonias, rituales satánicos, veo películas de terror, entre otras actividades; estoy abriendo puertas en mi vida por decisión propia para que esos espíritus inmundos que necesitan un cuerpo para vivir, actuar y moverse; entren en mí”, advierte Salcedo .
El demonio actúa de diferentes formas en la vida del hombre principalmente porque es un “ser vivo, espiritual y perverso”. Solo una persona que aceptó a Jesús en su corazón como Señor y Salvador, y recibió el bautizo del Espíritu Santo puede llevar a cabo una liberación, aclara el Pastor.
El poder y autoridad que viene de Dios —dice— logra que la persona poseída vuelva a ser normal, no olvidando que se debe de orar para que las puertas abiertas sean cerradas y así no correr el riesgo de que el espíritu vuelva con otros peores a él.
El proceso de expulsar espíritus demoniacos se lo conoce como liberación. Dentro de la iglesia cristiana este tipo de manifestaciones se lo considera normal y es practicado por cualquier creyente que cumpla los requisitos anteriormente mencionados.
“Todos los que son nacidos de Dios y confiesan a Cristo como señor y salvador, tienen el poder y autoridad de echar fuera demonios. No hay personas especiales, solo tienen que ser personas bautizadas con el Espíritu Santo”, dice Salcedo.
Sin embargo, los católicos tienen una elaborada conceptualización para lidiar con espíritus demoniacos a través del exorcismo, ritual realizado sólo por el obispo o alguien especializado delegado por él.
El poder del creyente llega con el bautismo del Espíritu Santo. Mientras que la autoridad viene por medio de la salvación hecha por Jesús en la cruz del calvario, aclara el Pastor de Ekklesía.
El libro de Marcos 16:17 de la Biblia, señala que los creyentes pueden expulsar demonios en el nombre de Jesús. Sin embargo —asegura— sería muy tonto y arriesgado ir contra los espíritus demoniacos sin ese poder y autoridad.
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