El bonito discurso del litio contrasta con su dura realidad
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Ubicado en la Ceja de El Alto, y administrado por personas con discapacidad, este restaurante es un espacio que nutre con alimentos y fortalece el espíritu. Cada día ofrecen un menú de platos tradicionales y almuerzos, a precios económicos.
Domingo 12 de Febrero de 2017, 7:30pm
El Alto, 12 de febrero (Lía Vega, Urgentebo).- Juan es el nombre del primer restaurante de El Alto ideado y lanzado con la idea de transformar la vida de sus impulsores con la sazón de los platos tradicionales. Ubicado en la plaza Cívica, frente al Reloj, este espacio estimula a las personas con discapacidad que trabajan para satisfacer el gusto de los clientes.
La iniciativa es de un grupo de personas con discapacidad, quienes se asociaron para generar oportunidades y trabajo. El sueño se hizo realidad hace un mes, cuando abrieron las puertas del restaurante Juan.
Ocho son las personas las que atienden el restaurante, cuatro son personas en sillas de ruedas y las otras cuatro son madres solteras que a la vez son parientes de personas con discapacidad. Ellas están organizadas en dos grupos para preparar la comida y trabajar en dos turnos.
Juan Mamani es el administrador del restaurante, al cual ingresa con la seguridad de que un sueño se hace realidad cada día, con cada cliente satisfecho y con la sonrisa de sus compañeros. Así, el apellido del restaurante puede ser Alegría, pues todos apuestan por el proyecto.
“Hace 26 años que estoy en la silla de ruedas. Me di cuenta que no hay impedimentos para seguir adelante. Eso es lo que hago ahora. Del trabajo de oficina pasé a la cocina, ahora estoy aplicando todo lo que mi mamá me enseñó cuando era niño. Me siento feliz”, cuenta a El Compadre.
La jornada se inicia cerca de las 8:00 con la preparación del menú. Con sonrisa plena y sobre una silla de ruedas, Antonia Cutipa se encarga de picar las verduras y hortalizas, mientras otras personas granean fideo o pelan papa.
“Trabajamos en dos turnos, cuatro personas en la mañana y las restantes por la tarde”, dice doña Antonia. El restaurante está equipado y adornado con mesas y cortinas de color naranja que logran un ambiente agradable y acogedo.
El restaurante está ubicado cerca de la plaza Cívica, frente al reloj de la Ceja de El Alto. Se especializa en ofrecer platos tradicionales: caldo de cardán, timphu, sopa de cordero, asado de cerdo, brazuelo de cordero, chicharrón de pollo.
También ofrecen el almuerzo con dos segundos de opciones. Ofrecemos un almuerzo variado. Los precios son económicos, el almuerzo solo cuesta 10 bolivianos mientras los platos especiales está a Bs 15. Invitamos a todos a que vengan a nuestro restaurante que es para ayudar a las personas con discapacidad”, invita Juan.
Mamani también dice que el restaurante está abierto a otras personas que quieran trabajar siempre cuando tengan la voluntad de hacerlo. “Aquí todos trabajamos. Somos discapacitados pero no es pretexto para no cooperar. Tambien las madres solteras pueden ser parte del proyecto”.
Con el fruto del restaurante ya entregaron medicamentos a personas con similares dificultades. “Para la entrega de medicamentos deben hacer llegar la receta y una nota de solicitud. Enviamos a una persona para ver las condiciones de vida que lleva. Si vive bien no podemos entregarle la ayuda, este apoyo solo es para aquellos que realmente la necesitan, para quienes no tienen recursos”.
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