Desde este mes, la Agencia Municipal para el Desarrollo Turístico “La Paz Maravillosa” pone a disposición de agencias y visitantes nacionales y extranjeros un nuevo recorrido turístico denominado “La Paz, Mística, Esotérica y Vivencial”, que permitirá conocer lugares sagrados, apachetas o zonas que albergan wak’as. El trayecto se inicia en un punto de la autopista y concluye en la Apacheta.

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Ofrenda a la Pachamama, una fotografía de David Mercado de la agencia Reuters

El responsable de Diversificación Turística de la Agencia “La Paz Maravillosa”, Diego Del Carpio, explicó que todo el recorrido se condensa en una experiencia vivencial, que aprovecha la cultura viva de La Paz.  “El recorrido estará disponible al público local y extranjero a partir de septiembre, en tanto se prevé promocionar el recorrido en fechas especiales para la cultura andina, como son los equinoccios y solsticios”, explicó.

 “Tienes que ir con la mejor intención, con tus ofrendas; y al visitar cada uno de estos sitios sagrados te conectas gracias al Amauta, a través de sus rituales. Para ello también es importante acullicar coca, para conectar con el inalmama (energía femenina de la coca) y conectar con cada uno de los rituales”, recomienda según información de la Agencia para el Desarrollo Turístico.

El recorrido se realiza a lo largo de cuatro lugares sagrados, apachetas o zonas que albergan wak’as. En la cosmovisión andina, las wak’as son formaciones naturales zoomorfas, lo que las hace entidades sagradas y cargadas de energía. En estos cuatro puntos geográficos del recorrido se participó de diversos rituales, celebrados por dos sabios amautas, varón y mujer, tal como dicta la tradición.

Recorrido turístico

El recorrido se inicia en la Wak’a Katari de la Autopista La Paz – El Alto, donde se realiza una descarga de energía negativa, y los amautas proceden a explicar el significado que tienen las wak’as para los pueblos milenarios del ande. Las penas, preocupaciones, miedos y temores son extraídos mediante un baño con el humo que exuda un brasero cargado de k’oa que sostienen los sabios.

Sólo después de vaciar la boca y liberar así el inalmama en la Wak’a Katari se puede emprender el camino hacia el siguiente punto: la Wak’a Limank’asi. En este lugar se experimenta el primer ritual de conexión con las energías cósmicas. Se trata de una wak’a dual, varón y mujer a la vez. Entonces, el grupo se divide por género para ofrendar un conjunto de hojas de coca llamado Kintu. El acullico, de igual manera, es imprescindible en la experiencia, indica una nota de prensa de la Agencia para el Desarrollo Turístico.

Posteriormente el grupo, siempre encabezado por la pareja de amautas, visita la Wak’a Jamp’athu, a pies del nevado Chacaltaya. Se ofrenda nuevamente un Kintu, pero al tratarse de una wak’a en forma de sapo, un animal sagrado en Los Andes que tiene connotaciones de riqueza y fortuna, la petición para la Pachamama estará enfocado a mejorar la economía, el negocio y el hogar a nivel económico.

El recorrido finaliza en el punto energético más importante: la Apacheta Cumbre, que en una posición geográfica privilegiada, une los cuatro mundos andinos, Alaxpacha, Alaypacha, Akapacha, Manqhapacha. Desde este punto se ofrenda una gran mesa a la Pachamama (Madre Tierra), en agradecimiento por sus bendiciones.

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