Noviembre 30, 2024 -H-

Los industriales de Bolivia urgen un Ministerio para reactivar el sector

El Presidente de la CNI, Ibo Blazicevic, da a conocer la agenda de los empresarios productores. Está seguro de que si el gobierno los escucha, la industrialización se profundizará.


Miércoles 26 de Junio de 2019, 9:30am






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26 de junio (Urgentebo).- La industria boliviana no ha encontrado hasta ahora un camino que le permita dirigirse a mejores derroteros. En la memoria de los industriales todavía permanece aquella década dorada entre los 70 y 80, cuando los empresarios vivieron un periodo excepcional que reafirmó una regla permanente. Precisamente la historia reciente les lleva a plantear la necesidad de un nuevo paradigma boliviano.

Tras la crisis económica de los 80, el Estado boliviano implementó medidas estructurales que no tuvieron impacto en el sector. En el periodo liberal, los gobiernos de turno concentraron sus esfuerzos en el sector estratégico abriendo de par en par las puertas a la privatización, mientras que el gobierno del presidente Evo Morales optó por el protagonismo del Estado en la economía, mediante la nacionalización de las más grandes y con la creación de empresas en diferentes rubros. Así en ambos momentos, los industriales bolivianos se han visto relegados, sin mayor margen de acción.

Ahora en el nuevo milenio, los retos de los industriales bolivianos son enormes, pues el sector se halla estancado desde hace 55 años, periodo en el cual el avance de la industrialización en Bolivia parece haberse congelado. Por eso, “hemos trabajado en una propuesta que ha sido sistematizada por expertos para la industrialización de Bolivia, para la Bolivia del siglo XXI. Esta es la propuesta del sector para quienes nos gobiernan y para el gobierno que resulte de las elecciones del 20 de octubre. Nuestro objetivo es convencerles de que las medidas que proponemos son buenas, aplicables, que aplicándolas Bolivia puede dar el salto, y crecer ese 4% que queremos”.

Y, ¿Cómo lo puede hacer? Con una serie de medidas, en total 17, que aplicadas de manera progresiva tendrán resultados a favor del sector y de la economía en general. La más importante es la reposición del Ministerio de Industrias, “que haya un capitán del barco, que reivindique y saque la cara por la producción boliviana”.

Esa es la posición que plantea Ibo Blazicevic, presidente de la Cámara Naciona de Industrias, gremio empresarial que ha trabajado en el último tiempo en una agenda para hacerla conocer al gobierno del presidente Morales, con el fin de recobrar protagonismo en la economía. El nuevo dirigente da a conocer que con el respaldo de expertos tienen una serie de propuestas que pueden llevar a que los industriales contribuyan con un crecimiento del 4% en relación al PIB nacional.

“Hoy por hoy la industria representa el 32% de las exportaciones totales de Bolivia y podríamos pasar a un 50% del total al 2025”, asegura Blazicevic en una entrevista con la revista Oxígeno.

 

¿Qué es lo que ocurre? ¿Por qué la industria boliviana no crece al ritmo que se espera? Históricamente las condiciones para su desarrollo son complicadas, por no decir que no existen. Los problemas que afrontaban hace casi un siglo se mantienen: la informalidad, el contrabando, la presión social, son algunos de los factores que afectan al sector, según los expertos. A ello se suma “la poca atención que los gobiernos le dieron sucesivamente al desarrollo de la industria”, apunta el actual Presidente de la CNI.

Una revisión histórica de los documentos y memorias de la Cámara Nacional de Industrias, en sus ocho décadas de vida, confirman que los sistemas económico, político, cultural, tecnológico y social de Bolivia estuvieron - y aún están - estructurados para ser un país explotador y exportador de materias primas bajo un modelo económico de base angosta, relegando las actividades de corte industrial manufacturera de base ancha y de valor agregado, apunta Hugo Siles, asesor de la CNI, en un artículo publicado en el diario Página Siete.

“Había que crear condiciones; eso es liberar los costos de importación de bienes de capital; generar condiciones propicias para emprender, poner menores trabar para instalar un nuevo negocio, dejar de ser un estado perseguidor. No hubo visión en los diferentes gobiernos”, se lamenta.

Actualmente, la industria boliviana genera 240 millones de dólares por año, más de 650 mil fuentes de trabajo y su aporte al PIB es del 16%. La contribución a la economía nacional puede ser mayor; sin embargo, en el momento hay regiones golpeadas severamente.

En la coyuntura actual, la industria tarijeña decrece por tercer año consecutivo y la de Chuquisaca crece en menos del uno por ciento.

¿Qué es lo que ocurre con La Paz? Hacer industria en La Paz es muy complejo, de los 70 a los 80 hubo una muy buena década, pero luego hubo un enorme grado de conflictividad. “Al ser la sede de gobierno, desde la perspectiva de logística es muy complicado. Hay muchos factores que contribuyeron a que las industrias de La Paz se vayan a Santa Cruz, donde tienen carreteras, gas y menos grado de conflictividad”, lamenta el directivo.

La propuesta de la CNI

Estos días son importantes para el sector industrial, porque se ha generado un espacio de encuentro con las autoridades bolivianas, con miras a construir una agenda común, con la que los productores tengan mayores oportunidades. En ese sentido, Blacizevic señala que la CNI tiene 10 recomendaciones de políticas estatales y siete medidas selectivas.

Vamos por las recomendaciones. “La más importante es que se reponga el Ministerio de la industria boliviana. Es importante tener uno que se ocupe exclusivamente la industria boliviana, no podemos despreciar el ministerio de desarrollo productivo, pero tiene más una mirada al desarrollo de las Mypes, de la economía agraria, de la comunitaria, pero se ha olvidado de la industria”, apunta el ejecutivo. Ya luego van los otros pedidos.

La CNI pide respecto a la Institucionalidad, que el Estado deje de invadir el campo privada con inversiones y empresa estatales, que permita que los privados hagamos nuestro trabajo.

Piden reforma tributaria para atenuar la pesada carga impositiva sobre algunos sectores y reducir la informalidad, para que el “70% de informales sean incorporados a la formalidad”.

Hoy el Estado boliviano toma medidas importantes contra el contrabando, pero la CNI pide una acción más decidida. “Esta medida que tenemos con la frontera con Chile hay que llevarla a los 6.800 kilómetros que tiene como frontera Bolivia”

Se debe reducir la tramitología, que sea muy sencillo crear empresas; piden mayor infraestructura y mayor acceso al gas natural; que se generen medidas para una mayor productividad. “No puede ser que en Bolivia tengamos el quinto salario más alto de la región y tengamos la peor productividad. Pagamos demasiado y tenemos muy baja productividad”, dice.

La CNI pide mayor participación del empresariado en las tareas consulares, con el fin de que desde las embajadas y los consulados se promocione el “Hecho en Bolivia”; y pide mejorar la conectividad.

¿Cuáles son las siete medidas selectivas? Que el “hecho en Bolivia” y el “compro boliviano” se conviertan en políticas de Estado, estrategias para impulsar los productos con denominación de origen; fomentar la innovación tecnológica; una nueva ley de inversiones que ofrezca beneficios fiscales, la adecuación del sistema financiero a los ciclos productivos.

“Con estas 17 medidas esperamos que el grado de industrialización pase del 15 al 20%, y que la participación en la generación del empleo pase del el 16% al 20%”, planteó el presidente de la CNI.

Sin embargo, la medida más importante es la reposición del Ministerio de la Industria boliviana. “Necesitamos una mirada del gobierno, una decisión política para reactivar la industria, eso no va a ocurrir mientras no tengamos a alguien comandando. Necesitamos un capitán, un portavoz para que se apliquen estas medidas”.

Más fuerza contra el contrabando

El Gobierno del presidente Evo Morales ha reforzado la lucha contra el contrabando. En el pasado esa tarea era dirigida por la Aduana Nacional, con el respaldo de grupos de militares y policías. Ahora, está a cargo de las Fuerzas Armadas, desde un Viceministerio que ha concentrado sus mayores esfuerzos en el control de la frontera entre Chile y Bolivia. Esa acción ya tiene resultados en el mundo de la importación ilegal.

El presidente de la Cámara Nacional de Industrias, Ibo Blazicevic, destacó la acción del gobierno boliviano en la frontera con Chile. “Vemos que por un lado estamos trabajando muy bien en la frontera con Chile, estamos ocasionando severos perjuicios a la zona franca de Iquique, que viene perdiendo por 3 o 4 mees meses consecutivos porque los contrabandistas no están comprando”, dijo Blazicevic.

El representante de los industriales bolivianos pidió que el desplazamiento de los militares llegue a las fronteras con Argentina y Brasil, desde donde ingresan productos de contrabando, porque los monedas de esos países están “devaluadas enormemente, entran 1.200 millones de dólares por año”.

“Necesitamos una acción más decidida contra el contrabando, el Estado está tomando medidas actuales que son plausibles en la intervención del Ejército, en la lucha contra el contrabando. Esta medida que tenemos con la frontera con Chile hay que llevarla a los 6.800 kilómetros que tiene como frontera Bolivia”, insistió.

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