Santa Cruz, 09 de mayo (Urgentebo).- Una colegial y una universitaria que tenían proyectada una vida de éxitos y prosperidad encontraron la muerte de forma repentina y en formas que pueden ocurrirle a cualquier ciudadano que día a día realiza actividades cotidianas por las calles y avenidas de la ciudad de Santa Cruz.
Gianella Inés Revollo murió la mañana del pasado sábado tras permanecer más de 72 horas en coma profundo. La colegiala de 13 años junto a un grupo de compañeras del colegio Ramón Darío Gutiérrez, abordó el pasado miércoles un micro de la línea 96 y al bajar el conductor no detuvo su marcha y avanzó media cuadra.
“Ni bien mi hermana puso un pie para bajar del micro, este arrancó y la tumbó de nuca contra el pavimento", comentó, Herlan Revollo.
Un día después del hecho otra estudiante, esta vez una universitaria, Celeste Kaori Saavedra perdió la vida, cuando a las 18:30, en la avenida Centinelas del Chaco, en momentos en que bajó de un micro y cruzaba la calle otro micro de la línea 58 la atropelló, arrastrándola por varios metros
La joven de 19 años agonizó por el lapso de 25 minutos. No hubo auxilio pese a que los vecinos llamaban con insistencia a los números de emergencia como 110 y centros médicos.
“El destino se ensaño contra ella porque en el momento en que contestaron en la unidad de Bomberos, la persona que estaba al otro lado de la línea dijo que no tenían competencia para atender este tipo de casos”, dijo uno de los testigos del hecho.
El caso de Gianella
En el primer caso, el chofer que auxilió a Gianella se entregó voluntariamente y se sometió a un proceso abreviado en el que se le sentenció a cinco años de cárcel de Palmasola.
Su madre, Inés Jiménez, dijo que la muerte de su hija dejó una fuerte deuda económica que tendrá que asumirla debido a que ni el chofer ni el dueño del micro se apersonaron para colaborar en los gastos.
La vida perdida de Celeste
En el segundo caso el conductor que en el momento de accidente se encontraba en estado de ebriedad con un grado alcohólico de 1,5 trató de escaparse y fue detenido por los testigos del hecho. Piensa también en someterse a un juicio abreviado para aminorar su pena hasta siete años pese a ser acusado de homicidio agravado.
Las familias de las afectadas coinciden en que no hay justicia y consideran que los responsables deben ser sometidos a sanciones más severas que estén sobre los 20 años de cárcel.
Los dos casos no son hechos aislados, según los registros de la Unidad Operativa de Tránsito al día se registra un promedio de 15 hechos de tránsito en la ciudad de Santa Cruz protagonizado por conductores de micros
POTENCIALES HOMICIDAS
El control de Tránsito es insuficiente porque al día sólo se desplazan en toda la ciudad entre 100 a 150 efectivos para controlar a más de 20 mil conductores de transporte público que en su mayoría infringen las normas de tránsito.
El dirigente de la Junta Vecinal del Plan Tres Mil, Marcelo Ojeda, dice que las mayores quejas de los usuarios son el exceso de velocidad, la invasión de aceras, arranques bruscos que causan lesiones a quienes están parados dentro de los vehículos, agresiones físicas por parte de los choferes, la falta de respeto a señales de tránsito y paradas establecidas.
“La falta de control hace que estos señores hagan lo que quieran y en Santa Cruz la conducción es agresiva porque los choferes trabajan en condiciones extremas e inhumanas”, explicó el dirigente vecinal.
Lamentó que la Alcaldía no responda a las solicitudes de mejorar la señalización y el colocado de rompemuelles en las zonas de mayor riesgo que están colindantes con unidades escolares y mercados.
Al respecto el dirigente del Sindicato de choferes 24 de Septiembre, Emilio Condarco, que aglutina a 54 líneas, dijo que los conductores deben trabajar de entre 12 a 16 horas diarias para sacar la renta en favor del propietario del vehículo y su propia comisión que es mínima.
“No hay nada que regué este aspecto, muchos compañeros tiene que extremar fuerzas por eso bolean (consumen coca), porque descansan poco y hasta se ponen agresivos, ¿quién podría trabajar así? Yo creo que nadie”, admitió Condarco.
Pese al deficiente control el sub director de Tránsito, Alfonso Siles, pidió a la población denunciar la mala actitud de los choferes malos e identificarlos para que sean sometidos al rigor de la ley.
Para el dirigente vecinal la advertencia del jefe policial sólo queda en palabras porque afirma que en muchos casos las denuncias quedan en nada ya que los mismos policías reciben coimas de los choferes para dejar pasar sus infracciones. “Sólo reaccionan cuando hay hechos fatales como han sucedido”.
Los familiares de Celeste y Gianella consideran que su muerte no puede quedar impune y lamentaron la falta de sensibilidad de autoridades del Municipio, que hasta el momento no se pronunciaron sobre esos hechos y la falta de efectividad en el control por parte de Tránsito.
/////////