Abril 19, 2024 [G]:

Ricardo Gareca, héroe nacional del Perú

Ese equipo se conoce de memoria y se tiene confianza. Gareca logró que un grupo de jugadores –algunos en el ocaso de sus carreras, como Paolo, y otros con un lindo futuro por delante, como Flores


Domingo 7 de Julio de 2019, 4:00pm






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A este hombre le dicen Tigre. Nacido en Argentina hace 61 años, hoy es reconocido como un peruano distinguido. Cuando ya los millones de fanáticos del fútbol, habían dejado de creer en la albirroja, Ricardo Gareca cambió la mentalidad de sus jugadores y así impulsó un proceso que hoy pone alegres a todos los peruanos. El argentino rompió la pésima racha que aquejaba a Perú desde los ochenta y supo llenar de confianza a un país apasionado por el fútbol.

La Selección de Gareca se enfrentará a la Pentacampeona del Mundo. A diferencia de lo que ocurrió en los primeros años del 2000, los peruanos hoy se sienten confiados y están decididos a protagonizar otro Maracanazo. Tienen actitud. Quieren coronar un proceso que ya lleva más de cuatro años. Pero el pueblo incaico sabe también que si no se logra el triunfo, la alegría no será trocada por la desazón. Ese es el resultado del factor Gareca en el fútbol del vecino país.

Tanto es el amor que despierta Gareca que el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil del Perú le armó un documento nacional peruano simbólico para agradecerlo por todo lo hecho.

Después del triunfo por 3-0 en las semifinales frente a Chile, el vecino país sueña con el título de la Copa América, algo que consiguió hace 44 años, pues el entrenador argentino llevó adelante un trabajo de paso a paso. En Chile logró el tercer lugar de la Copa América. El año pasado clasificó al Mundial de Rusia y ahora está con el sueño de lograr un Maracanazo.

Cuando asumió el cargo de seleccionador en el 2015, Gareca no prometió éxitos ni elogió el “infinito talento” del jugador peruano. Básicamente prometió trabajo y esfuerzo, algo que fue mostrando en su exitosa experiencia.

Lo que mejor hizo Gareca fue elegir a los jugadores para armar un grupo sólido, armonioso, que transmita esa armonía en el campo. Algo muy difícil de conseguir, sobre todo teniendo en cuenta el pasado reciente de la selección, oscuro y frustrante. El argentino juntó a jóvenes con algunos más experimentados, construyó una defensa sólida y un ataque dinámico, y ayudó a engrandecer la leyenda de Paolo Guerrero.

Y como la historia se construye, Perú, con un buen trabajo dentro del campo, fue creando una mentalidad ganadora que había desaparecido en 1982, cuando la selección se fue de España por la puerta trasera. La Copa América de Chile, en la que se consiguió el tercer lugar, fue un gran inicio, un torneo que le sirvió al técnico para sacar conclusiones y, al grupo, para ganar confianza. Luego de un inicio dubitativo en las eliminatorias, la actitud de los jugadores era diferente.

El camino de Perú a la final de la Copa América estuvo lleno de obstáculos. Después de clasificar a los cuartos de final como uno de los dos mejores terceros de la competición -terminó con 4 puntos en el Grupo A-, el equipo tuvo que superar la durísima caída frente al seleccionado brasileño (0-5). Con la lesión confirmada de Jefferson Farfán, Gareca perdió a uno de sus futbolistas clave para el andamiaje de la ofensiva, pero el plantel se repuso y superó a Uruguay en los penales para avanzar a las semifinales del certamen.

Ese equipo se conoce de memoria y se tiene confianza. Gareca logró que un grupo de jugadores –algunos en el ocaso de sus carreras, como Paolo, y otros con un lindo futuro por delante, como Flores- consigan romper rachas negativas de más de tres décadas. Desde 1975 que Perú no disputaba una final de Copa América. En aquella ocasión, la ganó.

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