Una muchedumbre de vecinos de El Alto, en especial de la zona Villa Adela, participó en el cortejo fúnebre y el entierro de los restos mortales del padr Sebastián Obermaier. Flores blancas, pañuelos blancos y manos en alto fueron la característica de la jornada en que se destacaron los valores del sacerdote más importante de la urbe alteña, y el más comprometido con los pobres y los niños.