La Paz, 14 de diciembre (Soledad Mena, Urgentebo.com).- Aunque subsisten los prejuicios machistas en la minería boliviana, la mujer adquiere mayor protagonismo en la explotación de los recursos minerales en el país. En el pasado su papel se limitaba al de ama de casa o el de la palliri. Hoy, centenares de ellas están en el subsuelo, con guardatojos en la cabeza, en busca de metales, otras son socias de cooperativas y otras conducen equipos de última tecnología, con destreza única.
La organización internacional Solidaridad y Cumbre del Sajama hizo un diagnóstico sobre la situación socioeconómica, cultural y organizacional de las mujeres mineras en Bolivia, entre noviembre de 2016 y febrero de 2017. Hizo una encuesta a 600 mineras en los municipios de Tipuani, Guanay y Teoponte (La Paz); San Ramón (Santa Cruz); Riberalta (Beni); Atocha, San Cristóbal y Colcha K (Potosí); y en Cercado (Oruro).
Hicieron el estudio en tres segmentos y una de las coincidencias es que rompieron el mito de que las mujeres no pueden ingresar al socavón por que el Tío se pone celoso y oculta el mineral. Ese prejuicio disminuye y hoy centenares de féminas trabajan junto a los hombres. La encuesta señala que el 74% de las mineras tiene entre 31 y 60 años.
“He tenido que entrar a la mina por cuenta de mi padre que falleció. Dentro de la mina trabajamos el zinc y la plata usando la perforadora. Antes de entrar, pijchamos coca. La perforación no se hace diario, tenemos un horario. Es riesgoso para nosotras, hay mucha humedad. Las mujeres nos consumimos más que los varones”, Sinforoza Rodríguez, dirigente de la Federación de Cooperativas Mineras de Potosí que aglutina a 400 socias en 80 cooperativas. Ella trabaja en el subsuelo desde hace 18 años.
Ilse Beltrán, directora de Política Minera, informó que en la mina San José (Oruro) las mujeres hacen trabajo de extracción al igual que los varones, pero también es cierto que se dedican a trabajos más leves.
Al margen de trabajar en la parte extractiva de las minas, las mujeres asumen una participación notoria y preponderante en el ámbito sindical, administrativo y organizativo. “La mujer tiene más participación en el ámbito de la minería y también en otras actividades, se ve una importante presencia en la dirigencia de las cooperativas”, dijo Beltrán.
Además de aquello, hoy la mujer boliviana es protagonista de proyectos de envergadura como el lleva-do adelante por la empresa San Cristóbal, en Potosí, donde la entrenan para operar equipos mineros.
“En la mina San Cristóbal se ve a las mujeres operando los camiones, me sorprende que las mujeres conduzcan ese tipo de camiones pesados, no tanto en la parte extractiva sino operativa en el área técnica profesionales ingenieras”, dijo directora de Política Minera.
En la minera San Cristóbal el 71% de la fuerza laboral es de hombres y el 29% de mujeres, lo que es una evidencia de que en esta empresa se rompe esquemas con las destrezas femeninas, que están al mando de los camiones que operan la planta y en el cuarto de control.
El 2015 la firma trabajó con 1.461 empleados, de ese total, 1.268 eran varones y 193 mujeres. El 2016 operó con 1.443 servidores, de los que, 1.252 eran hombres y 191 damas. “(Del 100% de los trabajadores) el 71% son hombres y el 29% mujeres. Estamos orgullosos de esto porque tenemos mujeres trabajando en tareas no tradicionales para ellas, hay mujeres que manejan los camiones grandes, que operan toda la planta, el cuarto de control, son muchachas de la comunidad”, comentó el Gerente Javier Diez de Medina
En la empresa MSC, los hombres y las mujeres reciben el mismo salario por igual trabajo. Sólo existen diferencias cuando se trata de empleos diferentes o antigüedad, que da lugar a incrementos.
El viceministerio de Política Minera trabaja en visibilizar la participación de la mujer en la actividad minera y mejorar la calidad laboral con acciones de manera conjunta.
“No hemos tenido políticas específicas para la mujer, sin embargo estamos trabajando en temas estadísticos”, apuntó Beltrán.
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Mujeres mineras en el subsuelo, como perforistas (foto Eva María Vargas)
Más datos del estudio
El trabajo de las mujeres en la minería de Bolivia se remonta siglos atrás. En la época contemporánea, el referente más lejano es la creación del Sindicato de Kajchas Libres y Palliris, en 1939.
El trabajo de la mujer minera generalmente se desarrolla en regiones alejadas, donde el Estado es débil y tiene escasa fuerza para controlar.
La mujer minera desempeña múltiples roles: mujer, ama de casa, trabajadora y muchas de ellas jefa de hogar.
El 74% de mujeres mineras tiene entre 31 a 60 años.
Las mujeres mayores de 60 años son un grupo numeroso; el 12 % de todas.
El 50% de mujeres mineras es viuda, divorciada o soltera con hijos, constituyéndose en un grupo vulnerable.
El 50% de mineras dispone de vivienda propia, el 16% en alquiler y el resto tiene una vivienda cedida por servicios.
