Fort Lauderdale, (Florida) 22 de marzo (Urgentebo).- Dos expertos forenses de Estados Unidos prestaron este jueves su declaración en el Juicio Civil contra Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos Sánchez Berzaín por la muerte de ocho bolivianos en los sucesos de octubre de 2003. La doctora Joye Cárter y el doctor David Fowler revisaron la información gráfica que recibieron de los ocho bolivianos y concluyeron que son insuficientes para efectuar un examen forense
No Carter ni Fowley llegaron a Bolivia para hacer un examen de los cuerpos. Trabajaron sobre documentación oficial enviada desde Bolivia.
Ambos son expertos forenses destacados en los Estados Unidos. La doctora Cárter ha hecho exámenes en más de 10 mil cuerpos. Y Fowler ha revisado más de seis mil, según testimoniaron por separado esta mañana en la Corte. Ambos fueron convocados como testigos por la defensa.
Tanto Cárter como Fowler fueron encomendados a realizar el examen forense de las Víctimas de los hechos de octubre del 2003. Cada uno tuvo la tarea de efectuar el examen a la documentación enviada desde Bolivia. Ellos no fueron a Bolivia. La parte demandante estableció que ellos no son expertos en balística.
Cárter hizo un examen post mortem de Arturo Mamani, Raül Huanca, Jacinto Bernabe y Marlene Rojas. Por su parte Fowler fue encomendado a realizar el examen de Marcelino Carvajal, Roxana Apaza, Lucio Gandarillas y Teodosia Morales.
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Los forenses convocados por la defensa en el juicio civil
Cada uno de ellos trabajó por separado. Y ambos tuvieron acceso a fotografías, informes forenses, diagramas y otros elementos complementarios.
Ambos profesionales en la especialidad que se conoce como patología forense llegaron casi a la misma conclusión: la documentación entregada oficialmente por las instancias de Bolivia no cumplen los requisitos mínimos para efectuar un examen forense.
No existe un informe sobre el estado del cuerpo internamente, las fotografías no tienen la calidad que exige un trabajo de esta naturaleza, las balas o casquillos están contaminadas o no cumplen la rigurosidad con que un elemento como este debe ser protegido, es imposible determinar la distancia desde la que salió el disparo y finalmente con los elementos disponibles no hay forma de determinar si el disparo fue accidental o intencional.
Ambos profesionales dijeron que efectuaron el trabajo tal como operan usualmente en el estándar de los EEUU
Seis de las ocho víctimas fallecieron por shock hipovolemico. La mayoría tenían impactos de bala de la cintura para abajo ya sea en el tobillo, las piernas la cadera pero también hubo víctimas que recibieron impactos en el abdomen o en el pecho.
La defensa insistía en preguntarles si era posible afirmar que los informes que tenían eran suficientes para el estudio forense. Tanto Cárter como Fowler dijeron que no.
La parte demandante también hizo uso de su derecho a repregunta. Las preguntas fueron las mismas y las repuestas también.
- ¿Usted es experto en balística?
- No
- ¿Usted es experto en escenarios de crimen?
- No.
- ¿Es experto en uso de la fuerza? No.
- ¿En movimientos militares? No.
- ¿Visitó Bolivia?
- No
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