La Paz, 6 de abril (Urgentebo) .- A las 8:30 de la mañana de este viernes, el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva (PT) le dijo a Folha que su decisión era no ir a Curitiba para entregarse a la Policía Federal, como determinó el juez Sergio Moro.
Lula pasó la noche en el Sindicato de los Metalúrgicos de São Bernardo do Campo (SP), en compañía de los hijos, amigos y dirigentes del partido, y allí pretende quedarse durante el día, en reunión. La duda ahora es entre presentarse en São Paulo o no presentarse, según reportan medios de Brasil.
En rápida conversación telefónica, el petista dijo que estaba tranquilo, bien dispuesto, y que ya había hecho sus ejercicios matinales como lo hace todos los días.
Según el presidente del Instituto Lula, Paulo Okamotto, un viaje del ex presidente a Curitiba tendría dificultades de logística y seguridad, especialmente después de la decisión de Moro de bloquear las cuentas del petista.
El ex presidente aguarda también el resultado de una nueva petición de habeas corpus hecha por la defensa, esta vez al Superior Tribunal de Justicia (STJ).
El argumento central es que el TRF-4 anticipó la ejecución de la pena al determinarla antes de la publicación de la sentencia del juicio de los embargos de declaración presentados por los abogados.
Aún sería posible presentar nuevos embargos y por eso, según la defensa, la prisión de Lula no podría ocurrir tan rápido.
Según el orden de Moro, decretado en la tarde del jueves (5), el petista debe presentarse a la sede de la Policía Federal en Curitiba hasta las 17:00 de este viernes (6).
La decisión fue tomada después de que el magistrado recibió oficio del TRF-4 (Tribunal Regional Federal de la 4ª Región), poco antes, autorizando el inicio del cumplimiento de la pena de Lula, de 12 años y 1 mes, con inicio en régimen cerrado, por corrupción pasiva y lavado de dinero, en el caso del tríplex de Guarujá (SP).
La orden de prisión expedida por Moro fue la más rápida entre condenados de la Lava Jato que estaban sueltos. El ex presidente será arrestado nueve meses después de la sentencia, mientras que los otros casos duraron de 18 a 30 meses.
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