Febrero 01, 2025 -H-

Alarma ambiental: En seis de las 22 áreas protegidas hay cultivos de coca

“El 46% lo alberga el Parque Nacional Carrasco con 177 ha (hectáreas), seguido por el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Nacional Cotapata con el 15% equivalente a 37 ha y el Parque Nacional y Territorio Indígena Isiboro Sécure con el 13 % equivalente a 33 hectáreas”, detalla parte del informe de la UNODC.


Miércoles 22 de Agosto de 2018, 7:00pm






-

La Paz, 22 de agosto (Urgentebo).- En seis de las  22 Áreas Protegidas del país se hallaron cultivos de hoja de coca, según informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen (UNODC, por sus siglas en inglés).

“El 46% (de los cultivos) lo alberga el Parque Nacional Carrasco con 177 ha (hectáreas), seguido por el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Nacional Cotapata con el 15% equivalente a 37 ha y el Parque Nacional y Territorio Indígena Isiboro Sécure con el 13 % equivalente a 33 hectáreas”, detalla parte del documento.

Asimismo, el informe que ha sido elaborado con datos que son de conocimiento del gobierno boliviano agrega que en Amboró hay 28 ha de coca cultivada, en Apolobamba 27 ha y en el Madidi 11 ha. Entre tanto, también especifica que el Polígono 7 del TIPNIS es la zona con más cocales, con 1.109 ha, y le sigue Línea Roja, comprendida entre el límite del Parque Carrasco, con 613 ha.

Ayer el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Felipe Cáceres, confirmó que en el Polígono 7 existen entre 370 ha y 400 y ademán se pudieron hallarpozas de maceración y laboratorios de droga.

En tal sentido, Cecilia Requena, ambientalista, indicó en la presente jornada que estos datos alarman, puesto al hallarse laboratorios de cocaína y cultivos de coca en estas Áreas Protegidas, que representan sólo el 16 por ciento del territorio nacional, se pone en riesgo la biodiversidad (variedad de especies animales y vegetales), se contaminan ríos, causa daños ambientales y las comunidades indígenas tienen cambios radicales en cuanto a su estilo de vida.

Asimismo, recordó que la colonización de estas regiones, por parte de los productores de coca del Trópico de Cochabamba, inició en 1980. Acotó que este avasallamiento ocasionó, hasta la fecha, la deforestación de aproximadamente 200.000 ha del TIPNIS.

“La biodiversidad es la base de equilibrio de la vida y por otro lado tiene que ver con los equilibrios climáticos, que son los bosques… son áreas riquísimas en biodiversidad y críticas para nuestros equilibrios ecológicos, que tiene que ver con las lluvias que alimentan la soja y los otros cultivos en los valles, y eso es lo que está en juego en los parques debido al avance cocalero y al maderero”, señaló Requena.

La especialista detalló que las Áreas Protegidas son zonas que fueron reservadas para que queden vestigios de cómo es la naturaleza, cuando no ha sido destruida por el hombre y además esta mínima parte de territorio nacional nos ayuda para garantizar los equilibrios ecológico del siglo XXI.

Acotó que si estas regiones son destruidas no podremos afrontar los desafíos de la actual época como el cambio climático.

“Cuando se deforesta en el fondo se destruye todo, pasando por los insectos, las aves y todo lo demás vertebrados, entonces al final se está destruyendo todo el tejido, es decir: si se destruye el bosque se hace desparecer todas esas especies al menos en ese lugar y si esta esa destrucción sigue avanzando se puede destruir toda la dinámica del parque”, indicó.

Por su parte el director del Fundación Solón, Pabló Solón, indicó que la aparición de pozas de maceración y laboratorios de cocaína conlleva a la contaminación de los ríos, debido que se usan químicos y combustibles para procesar la coca que va al narcotráfico.

Además, añadió que tiene un impacto social, puesto que lo pueblo indígenas que habitan esas zonas asimilan una forma de vida que es distinta en la cual se desarrollaban, que era de convivencia con la naturaleza.

En tal sentido, Requena dijo que los indígenas de las zonas colonizadas denunciaron que son contratados como jornalearos mal pagados para cultivar coca y son explotados.

“A veces les pagan en especie y a veces pueden introducirlo al alcohol, como forma de pago, y como han contaminado los ríos los indígenas necesitan plata para comer y de pronto de ser unas personas muy independientes se vuelven dependiente y pobres”, puntualizó.

El artículo 17 de la Ley General de la Coca establece que está prohibidas las plantaciones en áreas no autorizadas, y las mismas serán erradicadas por el Ministerio de Gobierno, “sin perjuicio de la sanción penal y agravante cuando se trate de Áreas Protegidas y Reservas Forestales, con forme a Ley específica”.

///

.