Crece la producción de coca y aumenta la migración hacia la región de La Asunta de los Yungas. Atrás quedó la producción de plátano y cítricos. Cocaleros y el Gobierno están enfrentados en un conflicto que apagó la vida de tres personas y desató una protesta en la sede de gobierno, que puede complicarse desde este lunes.
La coca es el sinónimo de vida en el municipio de la Asunta porque no hay otra alternativa de producción económica. Es el lugar con mayor concentración de población por la migración de personas de Potosí, Oruro, Santa Cruz y Tarija, se ha convertido como una pequeña Bolivia, dicen los productores.
“Llegan como trabajadores y luego compran sus terrenos, son lo que dicen ‘pitilleros’ y empiezan a sembrar la coca para poder solventarse”, explica Tito Flores, ejecutivo del Consejo de Federaciones Campesinas de los Yungas (Cofecay)
Año tras año aumenta la población de productores, entre ellos muchos jóvenes que se dedican a la producción de la coca porque no todos llegan a estudiar. Cada año, el sindicato tiene, en promedio, unas 500 solicitudes de nuevas afiliaciones.
El ministro de Desarrollo Rural, César Cocarico, recordó que cuando se aprobó la Ley General de la Hoja de Coca existían 6.000 productores en La Asunta, pero en la actualidad se exige la afiliación de 12.000 personas en la zona.
“El tema es delicado e irracional el pedido de abrogar la ley de la hoja de coca para legalizar más productores, para expandir coca y destinar al narcotráfico”, criticó.
La Asunta tiene 15 centrales de productores de hoja de coca. Según Cocarico, el conflicto es solo con la central San Antonio de Puerto Unido, donde piden legalizar la producción de 2.000 hectáreas. En la actualidad el municipio de La Asunta es el que tiene mayor cantidad de producción de hoja de coca con 6.600 hectáreas , mientras que en los otros cinco municipios de producción tradicional tienen 7.200 hectáreas.
Bik Bay Poma, dirigente de La Asunta, dijo que solo hay 80 afiliados en la central San Antonio que son hijos de los mismos productores, hay muchos hijos de comunarios de Coripata, Chulumani, Chirca y una mínima parte que son de otras regiones”, dijo.
Cocarico dice que en San Antonio habia un total de 46 inscritos y que hoy se demanda la habilitación de un total de 150.
Según la ONU hay un crecimiento del uno por ciento en la producción de la hoja de coca en La Asunta. “La lucha es que nuestros hijos tengan el derecho a la producción de la hoja de coca”, dijo el dirigente.
La hoja de coca se ha convertido en el único sustento económico para los yungueños, la población maneja el concepto de que coca es sinónimo de vida. No hay otro producto que lo pueda remplazar.
Las enfermedades, plagas, la falta de capacitación técnica, la falta de caminos provocaron que los comunarios dejaran de producir cítricos y banano. “Cargamos en la espalda dos a tres horas, no hay ayuda”, reclamó Flores.