Al conjunto de sonidos articulados con que los humanos manifestamos nuestros sentimientos y pensamos, se denomina lenguaje. Cuando escuchamos:- ¡En diez minutos te hago desaparecer ¡carajo!- o la frase: – Pensemos en los que sufren, en los pobres; nos permite percibir como piensan y sienten los que la dicen. El lenguaje genera funciones por su manera de comunicarse; así las exclamaciones son predominantemente expresivas, v.g. - ¡Oh, por Dios, ya no roben! los lenguajes imperativos son evocadores, traen algo a la memoria o a la imaginación, el olor de un perfume o el recuerdo de tiempos mejores antes de la pandemia y la crisis política; finalmente está el lenguaje de generalizaciones científicas que son referenciales , base de una comparación o de una relación: v.g. precio referencial. Estas distinciones pueden ser, a su vez, fuente para distinguir tipos diferentes de sistemas lingüísticos, pero cotidianamente nuestra manera de usar el lenguaje devela como somos: violentos, estúpidos, sensibles, imaginativos, finos, vulgares y canallas.
En la presente coyuntura, inédita en la trágica historia boliviana, los actores políticos que se muestran todos los días en los medios de comunicación, destapan sus verdaderas personalidades- ocultas como capas de cebolla- y terminan luciendo sus renegridas y mediocres intenciones a la hora de mostrarse con su lenguaje ante sus electores.
Hace unos días, el Dr. Larrea, que otrora amenazaba dejar sin socorro médico a toda una ciudad, porque un grupo de personas había agredido un automotor en El Alto, abusaba de un lenguaje paramilitar, en oposición al lenguaje del nuevo director del SEDES, el Dr. Ramiro Narvaéz, un prestigioso profesional, ex director de los Hospitales Arco Iris y del Norte. Su discurso de posesión, coherente con su práctica profesional, develó su solidaridad con los más vulnerables.
La Sra. Añez uso una frase al referirse al gobierno de Morales, señalando:-“Todo lo que sube baja” y la atribuyó a Einstein, también proclamó:-” El arte y la cultura son gastos absurdos”. Frases reveladoras que la llevaron a privilegiar una visita al zorrito Antonio, considerado, seguramente, un acto trascendental ante los muertos de la pandemia. Parafraseando podemos repetir lo que Batman dijo: -“Las acciones de un ser humano muestran lo que son” *¡Oh, Santas Hostias, por eso te admiro murciélago!
Uno de sus acólitos de la señora de marras, califico de ministros de la muerte a Murillo y López y le sugirió su cambio por otros funcionarios sin instintos sanguinarios, pues el Ministro de Defensa, amenazó a un ciudadano con hacerlo desaparecer en diez segundos; asimismo, durante la narco-dictadura de García Mesa y Arce Gómez, este último instruyó a los bolivianos que anduviéramos con la Biblia bajo el brazo, advirtiéndonos que debíamos encomendarnos antes de ser ejecutados. Ambos son lo mismo, como la Biblia que anteponen para sus actos.
Un personaje singular, por su procacidad e ingenuidad ágrafa, es el Ministro Murillo, con el asesoramiento de su viceministro Santa María, autonombrado académico de número de la Real Academia de la Lengua Española, desean cambiar el significado de algunas palabras que no entienden, así el susodicho “letrado”, conocido entre sus colegas como el Estampitas, mote que se ganó cuando fue sorprendido repartiendo coimas a policías del tránsito en una de sus juergas callejeras y luego, sin empacho alguno, señaló: ¡Eran estampitas ¡ Ambos, decíamos, quieren dar la vuelta sobre todo a la palabra corrupción por conspiración y desearían hacerlo también el de revolución por robolución, un neologismo apreciado por su gobierno; asimismo respiradores por expiraciones, palabra esta que no es del agrado del grupo palaciego, porque hace referencia a las elecciones y están considerando en cambiarla por suspensiones.
Ante estas operaciones lingüísticas, sería prudente que el gobierno prohibiera regalar o donar diccionarios de la Lengua Española, acto que merecería ser considerado como un acto terrorista y sedicioso.
Ministros y viceministros intentan justificar- con el uso cantinflesco del lenguaje- los semanales desfalcos de los fondos públicos para apoyar la lucha contra la pandemia y que desaparecen, junto a sus intermediarios; mientras el Ministro Arias muestra la cara fea del corona virus con sus juguetes Thanos y Excepticón. Ante el circo político desatado, el vocero de la gobernación de La Paz, Edgar Ramos, los definió con una sola frase- ¡Sus bocas son más grandes que sus cerebros!
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