6 de abril (Infobae).- La pandemia por el coronavirus continúa. Ya afectó a más de 494 millones de personas y produjo la muerte de más de 6,1 millones. Desde diciembre pasado, la variante de preocupación Ómicron es la dominante.
Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha llamado la atención sobre las recombinaciones entre las variantes, que son el resultado de la mezcla de dos variantes o entre sublinajes de ellas. La vigilancia de las variantes es clave hoy porque podrían influir en la extensión de la pandemia.
La recombinante XE que es la mezcla entre los dos sublinajes de Ómicron, el BA.1 (que predominó entre noviembre y febrero en el mundo) y la llamada sigilosa BA.2. Además, se transmitiría 10% más rápido.
Según la agencia sanitaria de Naciones Unidas, hoy hay un predominio global de la variante Ómicron del coronavirus. Se basa al considerar las 382.789 secuencias cargadas en la plataforma GISAID con especímenes recogidos en los últimos 30 días. El 99,7% eran muestras de pacientes con la variante Ómicron. Sólo el 0,1% eran Delta, y 649 secuencias no fueron asignadas a un linaje Pango (0,2%).
“Hay que tener en cuenta que la distribución global de las variantes de preocupación del coronavirus debe interpretarse teniendo en cuenta las limitaciones de la vigilancia, incluidas las diferencias en las capacidades de secuenciación y las estrategias de muestreo entre países, así como los retrasos en la notificación. Además, es posible que algunos países hayan cambiado sus políticas de análisis y secuenciación”, comentó la OMS en su boletín semanal.