Cristian Alberto es un muchacho de 19 años que se ha puesto en campaña para que su mamá Ana María cambie de posición y acceda a usar la tarjeta de débito que tiene, como lo hace él para hacer compras, sus depósitos o compras por internet. En cambio, la señora María aún mantiene la posición de ir hasta la sucursal del banco para hacer fila y retirar su dinero en efectivo. “Lo hago porque tengo confianza en esto”, le dice al joven.
Ambas generaciones son la expresión de una realidad en el país, pues hay miles de personas que como la señora María confían y se aferran a los servicios que ofrece la banca tradicional, que se caracteriza por la relación presencial entre el banco y el consumidor en un espacio llamado agencia bancaria. Mientras que Cristian Alberto es uno de los cientos de miles de personas que resuelvan sus transacciones desde el teléfono móvil o la computadora de escritorio, con seguridad y comodidad.
La llegada de la pandemia ha precipitado el cambio en el mundo de las finanzas. La transformación se veía venir, pero el confinamiento y la necesidad de continuar con las relaciones financieras precipitaron las medidas de servicios digitales, como ha ocurrido en Bolivia de manera positiva.
“La pandemia impulsó la digitalización de la Banca, tal como se aprecia en las cifras de todo el sistema financiero, eso muestra la capacidad de innovación, transformación y fortaleza de nuestro sistema”, asegura Nelson Villalobos, secretario ejecutivo de ASOBAN.
En ese sentido, lo que ha ocurrido en Bolivia es que las entidades financieras impulsaron la transformación de sus servicios hacia la banca digital, pero sin afectar el que se conoce como banca tradicional. Y el resultado es la modernización en el sector facilitando las transacciones para que sea más rápidas y muchas otras ventajas más.
En este contexto, considerando la realidad boliviana, vale la pena señalar las diferencias entre la banca digital y la banca tradicional.
La principal diferencia está en que la banca tradicional apuesta por el cliente presencial, que utiliza papel y el efectivo y que se desplaza a las sucursales bancarias; mientras que el cliente digital utiliza las últimas tecnologías y no necesita desplazarse para realizar transacciones.
En la banca digital el cliente online apuesta por un soporte digital: banca por internet, banca móvil o por QR, el cliente tradicional utiliza las oficinas bancarias para interactuar con el banco.
La principal ventaja de la banca digital es su disponibilidad de 24 horas los 7 dias de la semana 24/7, mientras que el cliente tradicional debe acudir a una entidad en determinados horarios y días.
Otra de las ventajas de la banca digital en relación con la tradicional es la comodidad, rapidez y facilidad de la gestión. Mientras que en la tradicional existe un trato personalizado al cliente.
En la banca tradicional, los clientes acuden a la sucursal para hacer consultas de saldo, el historial o las transferencias, mientras que en la banca digital pueden consultar sus datos en cualquier momento con tan solo un par de clicks y tiene la opción de descargar los documentos.
«Los usuarios se han convertido el foco de cualquier servicio, se ven beneficiados con una oferta cada vez más amplia de productos, más cercana y con mayor conocimiento de sus necesidades reales», asegura Maestre.
El banco tradicional cuenta con personal capacitado en agencias físicas, lo cual hace que las personas aún no digitalizadas o quienes prefieren la interacción persona a persona, se acerquen a las agencias a resolver dudas
En el banco digital, si necesitas apoyo del servicio al cliente, podrás hacerlo a través de correo, teléfono, chat, sin necesidad de salir de casa o desde tu celular en cualquier lugar
El banco digital permite tener un mayor control financiero, ya que puedes darles seguimiento a tus movimientos y saber con detalle cuánto gastaste, donde y qué día.
El manejar efectivo es parte de la banca tradicional, y del usuario o cliente que está habituado a manejarse con efectivo. Un usuario digital se maneja con transferencias electrónicas y con cobros y pagos con QR.
En Bolivia, las entidades financieras están empeñadas en digitalizar los servicios, ya que hace posible el acceso a dichos servicios a través de muchos canales no presenciales, favoreciendo la seguridad en las transacciones, el hecho de no requerir portar efectivo y sobre todo, beneficiar la inclusión financiera. Los servicios bancarios digitales tiene cada vez mayores usuarios y vinieron para quedarse.
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