La Paz, 18 de octubre (Jacqueline Maydana).- En pasados días, la boda entre Vanessa, una paceña, y Amos, un estadounidense, ha causado revuelo en redes sociales. Con felicitaciones, reacciones y comentarios, la gente hizo conocer sus opiniones sobre esta unión inusual. Sin embargo, no faltaron aquellos que expresaron sus críticas. Esta pareja no es la única, pues Candelaria y Brett, una potosina y un extranjero también han sido blanco de detractores.
¿Por qué sorprende bastante la unión entre un extranjero y una boliviana o viceversa? Sociólogos coinciden en que en Bolivia prevalece la mentalidad colonizada y el autoracismo, un problema que se arrastra desde hace siglos. “Es un país colonizado, con mentalidad colonizada, al punto que se hace noticia de un hecho como este. Me entristece que sigan esas ideas, que siga siendo noticia el que una boliviana se case con un extranjero, que lo vean como ‘qué bueno el tipo se fijó en una cholita’”, dice la historiadora Sayuri Loza.
Por su parte, el historiador Pedro Portugal explica que en el país cuesta admitir que hay un “racismo constitutivo” que se manifiesta en la manera en que una persona ve ciertas realidades a partir de sus complejidades.
Añade que parte de la población en Bolivia, que es racista“le sorprende grandemente que uno se case con una india o aymara, le debe parecer aberrante porque no es la compulsa que ellos tienen”.
En ese marco, Loza afirma que este tipo de uniones debería ser normal en Bolivia pues para el amor no existe la edad, color o género, como ocurre en el mundo.
El autoracismo
La historiadora Loza menciona que además en Bolivia existe el autoracismo, que podría traducirse en un autodesprecio o un complejo de inferioridad. “Nosotros también tenemos un autoracismo muy metido y los mismos padres, cuando dicen ‘mi hija está casada con un gringo, europeo, chino’; cuando qué tal si podría ser un mal esposo, un mal papá y quizá aquí en Bolivia tenemos gente que no es así”, sostiene.
Este autoracismo o autodesprecio puede ser reflejado en ver como alguien superior a un extranjero y, por lo tanto, no sentirse lo suficiente para él o ella.
“Las posturas son todas racistas, primero porque la misma señora (Vanessa) dice: ‘yo tenía miedo de que él no me quiera porque yo soy paceña’, que no somos simpáticas, pero siempre pensamos que porque alguien es extranjero es superior a nosotros y no debería ser así”, menciona.
El racismo en Bolivia
El sociólogo Portugal menciona que ese racismo, en el caso de Bolivia, se fundamenta en una élite que ha gobernado casi siempre y que ha sometido a las mayorías étnicas y culturales.
Explica que el problema deviene de una cuestión que no se ha resuelto aún, que es la descolonización, pues al imponerse una clase hubo interpretaciones ideológicas y conceptos equivocados.
“Han tenido que justificar su dominio bajo el prejuicio de que quienes son dominados son infelices, no inteligentes, que son feos y desagradables y que tienen una cultura desagradable”, añade el sociólogo Portugal.
