La Paz, 18 de abril (Kelly Cruz Quispe, Urgente.bo).- Más de 1.000 banderines, carpetas artísticas, catálogos, bocetos, dibujos a mano, una pared llena de obras serigrafía forman parte de este ambiente de trabajo. Allí, las empresas, los equipos de fútbol, colegios, universidades y hasta partidos políticos se hacen notar con imágenes, colores y letras destacadas. En este espacio de La Paz, donde se puede apreciar el rostro del Rey Pelé, vive René Torrejón, el precursor de la serigrafía en Bolivia.

Un año antes de que la Selección Boliviana levante el único título de campeón sudamericano que tiene, René Torrejón se inició en la serigrafía. Desde 1962, el hombre que soñaba compartir las alegrías de futbolistas como Víctor Agustín Ugarte dejó las canchas para dedicarse a un oficio entonces desconocido en el país.

Nacido en Villazón, Potosí, don René por el trabajo de su padre se crió y vivió en La Paz. El se considera un hombre con mucha suerte y con un gran corazón. Fanático del club The Strongest, comenta que tres de sus compañeros de las canchas fueron grandes futbolistas, uno de ellos El Maestro Ugarte. Él dejó esa profesión por una lesión y se dedicó de lleno al dibujo, ya que desde niño tenía talento para dibujar y contaba con una letra entendible y linda.

A sus 87 años, don René muestra mucha fuerza. Parece que en él no hubieran pasado los años. Muestra energía, actitud y pasión. En la entrevista con Urgente.bo, cuenta las experiencias que vivió con su emprendimiento, Taller de Publicidad Torrejón, quién fue su primer cliente que lanzó al éxito su taller de serigrafías. Con entusiasmo y casi hasta las lágrimas por recordar los momentos que vivió, detalló cada fase de su emprendimiento de serigrafía.

¿Por qué quiso emprender en la serigrafía?

“Fui al cine Monje Campero y en las propagandas apareció un video de las candidaturas de Estados Unidos, estaba candidateando (John F) Kennedy. Al final de la propaganda política levanta un letrero ‘vote por Kennedy’. Entonces, quise realizar el mismo letrero en Bolivia”.

¿Cómo consiguió la máquina para el taller?

Don René tenía una buena amistad con el embajador de Estados Unidos en Bolivia, gracias a un trabajo de fotocopias que realizaba anteriormente, y fue el diplomático quien le ayudó a conocer cómo se llamaba la máquina que estampaba los letreros que se usaba para quien fue Presidente de la potencia del norte.

Acudió a una sucursal.  “El que me atendió fue un argentino, me dijo: ‘usted es el primero que pregunta y ve estos folletos, es serigrafía para estampados’. Lo veo y digo esto es lo que quiero”.

¿Cómo aprendió a usar la serigrafía?

“El manual estaba en inglés y como tenía conocidos en la Embajada de EEUU, lo llevé a traducir. Ahí tenía explicaciones para hacer serigrafía porque era nuevo el sistema de estampado. Ahí vi y me inicié con el emprendimiento. 22 años debí tener”.

¿Qué instrumentos tenía la máquina serigrafiadora?

“Hice el pedido, compré la serigrafiadora a tres mil dólares, puros estiletes, eran cositas sencillas para estampar, pedí la película, las gomitas, la tela. La máquina era madera con gomita, todo eso pedí e invertí ahí el dinero”.

¿Cuál fue el primer banderín serigrafíado que realizó?

“Mi primer trabajo es el primer banderín del Tigre. Yo lo diseñé, continúe con la figura del triángulo. Hice 160 banderines, tenía un amigo que era parte del directorio del Tigre y hemos ido a una reunión de directorio. Al Presidente del club le ha gustado y todos se llevaron los banderines.  Desde ese entonces me hice muy famoso”.

¿Quién diseñaba los banderines?

“Yo diseñaba el dibujo, la forma, letra y ellos solo me daban la base, su color y nombre. A veces diseñaba en el momento del contrato, con ellos y les decía esto tiene que resaltar, esto puede ir así. Y los clientes quedaban contentos”.

¿Para quiénes realizó este tipo de banderines?

Según don René, en esa época hacer banderines se convirtió en un boom, las empresas privadas y públicas, colegios, universidades, equipos de futbol, festividades folclóricas, entre otras, solicitaban sus servicios y le pedían un diseño exclusivo para lucirlo.

Creó y produjo banderines para dos candidatos políticos que llegaron a ser presidentes de su país, en Bolivia los hizo para René Barrientos Ortuño, quien ganó como el candidato del MNR; ya como Primer Mandatario agradeció personalmente a Torrejón por su servicio. Así también realizó banderines para Víctor Raúl Haya de la Torre, político peruano y fundador de Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA). Él también llegó a ser Presidente.

¿Cuánto demoraba en realizar los banderines?

Yo trabajaba en dos turnos hasta las 4 de la mañana y me levantaba a las 8 de la mañana, atendía el taller y recibía trabajos con entrega en 24 horas, era cumplido y eficaz, eso le gustaba al cliente. Siempre hice las cosas con mucho amor y paciencia.

Los clientes venían un día antes, en la mañana y me decían ‘para cuando va a ser señor’, yo para mañana a las 11:00 o quiere para las 09:00, por ser rápido, venían otros clientes.

¿Cómo fue el apoyo de su familia?

Ya para esos años me casé, tuve tres hijas y todos ayudábamos en este emprendimiento. Mi familia me ayudaba a cortar las telas y yo estampaba. Y así nuestro negocio creció y se hizo conocido.

¿Continua con el emprendimiento de la serigrafía?

Dejé de trabajar en ese rubro, ya que no quería perder la vista y también quería disfrutar con mi familia. Pero estoy muy agradecido a Dios por las oportunidades que tuve.

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