24 de julio (Kelly Cruz, EL COMPADRE) .- “Son tres días que estoy caminando para que atiendan a mi papá”, lamentó doña Julia, una mujer que salía del Hospital del Norte aproximadamente a las 17:00. Ella estaba muy cansada, en una mano cargaba a su bebé y con la otra ayudaba a caminar a su padre.
Ella explicó que tuvo que peregrinar casi tres días para que atiendan a su padre, sin entrar en mucho detalle sobre la enfermedad que aqueja a su progenitor, indicó que para una inyección tuvo que realizar bastantes trámites y lamentó que haya mucha burocracia en una centro de salud pública.
Además, indicó que deberían dar prioridad a las personas de la tercera edad y embarazadas, pero el personal del Hospital del Norte no hace excepciones y todos deben cumplir con las filas en busca de atención.
“En el hospital no hay buena atención, para la tercera edad o mujeres embarazadas. He logrado que atiendan a mi papá, pero fue todo el día, son tres días que estoy caminando para que atiendan a mi papá, hay mucha burocracia. Exagerado es, papeleos de aquí y allá”, denunció Julia.
La periodista del semanario El Compadre ingresó al hospital para conversar con el director y obtener información sobre esta denuncia, pero la autoridad y el personal administrativo no se encontraban en el lugar.
En informaciones comunicaron al medio de comunicación que el director y el personal administrativo trabajan solo hasta las 14:00. Después el hospital se queda sin servidores que resuelvan las necesidades que emerjan en el resto de la jornada.
“El Director no se encuentra y nadie que los pueda atender. Ellos se van a las 14:00”, dijo la encargada de informaciones.
Para ser atendida, la periodista tuvo que hacer fila detrás de ocho personas. La cola avanzaba lentamente, ya que solo había una mujer en la ventanilla de Informaciones.
Un hombre quien estaba delante de la periodista aquejaba un mal cardiaco e indicó que ingresó a Emergencias porque sentía un malestar, mareos y una presión en el corazón, pero comentó que en emergencias le dijeron que tiene que sacar una ficha para ser atendido.
El hombre llegó a Informaciones, desesperado, para solicitar una ficha, explicando lo encomendado desde emergencias, pero le dieron una mala noticia. Le dijeron que no había fichas ni médicos para atenderlo.
En su desesperación contó que su situación era grave y que necesitaba ser atendido. El hombre tuvo que hablar casi a los gritos y tras aquello, la encargada le dijo que abrirá un espacio para casi una semana después de su solicitud.
La mujer mostraba estrés y mala actitud con los pacientes que acudían a ella, ya sea para pedir información o para solicitar alguna ficha. Los enfermos en su afán de ser atendidos soportaban el mal trato.
“No te atienden rápido, deberían poner más personas, si saben que necesitamos ser atendidos. La señora está con un mal genio, pero qué vamos a hacer, tenemos que aguantarnos”, dijo una mujer que esperaba ser atendida, sentada en una banca del nosocomio.
Los pacientes que buscan atención en el Hospital del Norte peregrinan un calvario, desde la otorgación de una ficha.
Los enfermos que sufren algún accidente o alguna lesión grave y son trasladados al Hospital del Norte, al parecer no reciben una atención inmediata y tendrían que solicitar una ficha de atención.
“No te atienden por más que estés ensangrentado, te piden una ficha programada en Emergencias”, dijo una ciudadana alteña que recordó cuando uno de sus familiares necesitó de atención médica tras ser atropellado. Lastimosamente, no fue atendida y tuvo que ser trasladado a un centro médico privado.
La impotencia crece en los ciudadanos alteños porque quedan con “los brazos amarrados” y sin poder hacer más por su familiar herido o enfermo. No denuncian por temor a represalias y no lograr ser atendidos, pero la molestia está presente contra el nosocomio.
A este hospital acuden personas de escasos recursos, algunas que llegan de diferentes provincias con la urgencia de ser atendidas, pero se topan con la burocracia y mala atención del nosocomio.
El periódico continuó en busca del director para tener más detalles sobre dichas denuncias, pero el personal de comunicación manifestó que el galeno tenía una agenda llena y con continuas reuniones.
“EL PERSONAL DEBERÍA HABLAR AYMARA”
El expresidente de la Federación de Juntas Vecinales (FEJUVE) de El Alto, Fernando Rivero, indicó que uno de los principales requisitos que debería pedir el Hospital del Norte al personal de salud es comunicarse en el idioma aimra porque al lugar acuden personas de las diferentes provincias de La Paz y migrantes que viven en esta urbe.
“La atención debe ser con bastante paciencia y si es posible los requisitos para los profesionales médicos o personal en salud debería ser saber hablar el aymara (…) como la mayoría de los alteños somos migrantes de los pueblos a la ciudad”, manifestó.
CONTAMINACIÓN ACÚSTICA EN PUERTAS DEL NOSOCOMIO
El Hospital del Norte está ubicado en la avenida Juan Pablo II, a una cuadra de donde se realizan las obras por el Puente Distribuidor, por la construcción se cerró la avenida principal y eso provocó que en puertas del hospital se ubique grupos de vendedoras, hay una parada de minibuses y congestión vehicular que provoca una contaminación acústica en el lugar.
Los bocinazos de los choferes, el grito de los ayudantes del servicio público, las comerciantes con sus parlantes a todo volumen que ofrecen su producto y un conjunto de sonidos provocan una contaminación acústica, además de congestión vehicular que afecta el ingreso y salida de las ambulancias.
“No debería ser así. Es un caos, todos hacen lo que quieren. A las comerciantes deberían reubicarlas porque no se ve bien que estén afuera del hospital”, dijo una vecina del lugar.
Los enfermos que no cuentan con un vehículo propio tiene que caminar como puedan una cuadra lejana del centro médico para poder conseguir un motorizado que los traslade hasta su domicilio.
“Las señoras entre ellas se pelean y desde temprano ponen sus parlantes. Nadie hace nada”, lamentoó la propietaria de un negocio frente al nosocomio.
En el lugar para evitar la congestión vehicular que es ocasionada por la construcción del Puente Distribuidor, no se observó a personal de Tránsito y tampoco de la Guardia Municipal.
///