La esquizofrenia afecta la independencia laboral y social, provoca dificultades cognitivas, delirios y alucinaciones. Con un tratamiento adecuado y acompañamiento, los pacientes logran superar los síntomas y desarrollar una vida normal.
La esquizofrenia es una enfermedad psiquiátrica, crónica, caracterizada por un conjunto de síntomas variables, los más importantes son los delirios y alucinaciones, pero los más invalidantes son el retraimiento social y las dificultades cognitivas.
“Es compleja, generalmente las personas que la sufren ven una realidad distorsionada. Los síntomas van a ser muy diferentes en cada paciente, según la naturaleza y severidad de la enfermedad”, detalló la psiquiatra Alcira Schlusselberg, médico de la clínica neuropsiquiátrica Monte Sinaí.
Así también, indicó que los riesgos del paciente están asociados a la sintomatología. Por ejemplo, si el paciente tiene ideas de que le quieren hacer daño y puede ser afectado, puede reaccionar atacando y ser agresor; también pueden aparecer alucinaciones imperativas, que escuche voces que le obliguen a autolesionarse.
“El riesgo mayor en estos pacientes es el suicidio”, alertó la psiquiatra. Es una minoría los pacientes que pueden ser un riesgo para la sociedad, generalmente aquellos que no reciben tratamiento, son casos muy raros.
Schlusselberg dijo que no existen grados de severidad, pero sí clasificaciones de acuerdo a la sintomatología que presentan. En los que predomina las ideas sobre daño y persecución, en otros está mas afectada la parte afectiva, y otros aparecen alteraciones conductuales.
Destacó la especialista que un episodio psicótico detectado y tratado a tiempo puede no desencadenar en una esquizofrenia, se puede revertir; pero la esquizofrenia es crónica y solo puede ser controlable, es decir, la patología no tiene cura. No obstante, con adecuada medicación, control y acompañamiento familiar, pueden desarrollar una vida normal. El tratamiento es medicamentoso y la rehabilitación psicosocial.
Es difícil determinar las causas de esta enfermedad, se involucra el componente genético y ambiental. Puede haber mecanismos biológicos implicados; por ejemplo, el cerebro es una estructura dinámica que se caracteriza por la plasticidad y depende mucho de los factores externos como el estrés ligado a ciertas situaciones, enfermedades infecciosas y tóxicas.
“El consumo de drogas como la marihuana, son gatillantes de síntomas psicóticos y la esquizofrenia, que van alterar la plasticidad del cerebro”, advirtió la especialista.
La adolescencia es un momento de mucha vulnerabilidad, indicó la especialista. Es por eso que puede aparecer en el curso de la adolescencia hasta la juventud; no obstante, un trauma o shock emocional depresivo también puede ser causante de la esquizofrenia.
Schlusselberg considera que las mayores dificultades de la enfermedad están en los social y cognitivo, así como la autonomía en la vida cotidiana. “Tienen dificultades para trabajar, para vivir solos, hasta para tener una pareja estable. Por eso es importante la rehabilitación y es fundamental que intervenga la familia en el tratamiento para desarrollar conocimientos y comprensión de la enfermedad, así ayudar al paciente”, añadió.
Una vez diagnosticada la enfermedad y establecido el tratamiento, los pacientes con esquizofrenia deben llevar una alimentación adecuada baja en grasas, tener hábitos de sueño regulares, evitar el sedentarismo, no exponerse a factores que pueden empeorar la sintomatología, sobre todo consumo de drogas, alcohol, cafeína y estimulantes. También debe cumplir rigurosamente la medicación.
“Si el paciente se encuentra en una crisis, merece internación para el control adecuado, porque puede ser un riesgo para el mismo y los demás. De dos pacientes con esquizofrenia, uno tendrá tentativa de suicidio”, concluyó, a tiempo de remarcar que el uso regular de cannabis duplica el riesgo de sufrir esta patología.
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