06 de febrero (Agencias).- Los Gobiernos de EEUU y once países de América Latina y el Caribe firmaron la declaración conjunta de inauguración de la alianza regional para "promover el desarrollo económico a través de cooperaciones entre los países miembros". Sin embargo, las exclusiones son llamativas.
A pocos días de concluida la VII Cumbre de jefes de Estado de la CELAC en Buenos Aires, la que fijó estándares para la integración regional, con anuncios como la creación de una moneda común para las principales potencias de América del Sur como Brasil y Argentina, Estados Unidos y otros 11 países de la región anunciaron el acuerdo denominado Alianza para la Prosperidad Económica de las Américas (APEP, por su sigla en inglés).
Nacida bajo el patrocinio de la Cumbre de las Américas celebrada en la ciudad californiana de Los Ángeles en junio de 2022, y presentada mediante la declaración conjunta del pasado 27 de enero, la APEP busca promover "el bienestar y la seguridad económica sostenible de nuestros pueblos".
Barbados, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, México, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay son los países que integran la alianza hemisférica, que pretende "responder a las necesidades de nuestros pueblos a través de la buena gobernanza que conduce a oportunidades económicas robustas y a un crecimiento económico sostenible e integrador".
El acuerdo propiciado por los EEUU, a imagen y semejanza de anteriores proyectos hemisféricos estadounidenses como el ALCA de George W. Bush y la Alianza Igualitaria de Barack Obama, reconoce a "la imparcialidad y la competitividad en mercados abiertos", como "esenciales para la vitalidad de nuestras instituciones democráticas, y (...) la lucha contra la corrupción".
La alianza excluye a países de la región, importantes en términos políticos y económicos, como Brasil, Argentina, Bolivia y Paraguay en el Cono Sur, y del llamado Triángulo Norte de Centroamérica, compuesto por Guatemala, El Salvador y Honduras.
"No sabemos si esto es una respuesta de ellos por lo del CELAC, no lo sabemos, pero no pasa nada no pasa absolutamente nada", dijo el vicecanciller hondureño, Tony García a Hondudiario, en referencia a la exclusión de su país de la alianza. "Solo es otro foro más", agregó.
"Entiendo que Venezuela no esté incluido, entiendo que tampoco esté incluido Nicaragua, o no esté incluido Bolivia, por las diferentes posiciones encontradas que tienen, pero Paraguay es muy llamativo que no esté incluido. ¿Cuál es la razón?, cuando que siempre se ha tenido una relación estrecha y hoy en día en varias oportunidades escuché al embajador hablar de una alianza con el Paraguay. Es llamativo", apuntó el excanciller paraguayo Eladio Loizaga a La Nación.
Consultado sobre la ausencia de 23 de los 35 países de América y el Caribe en la APEP, José W. Fernández, subsecretario de Estado para el Crecimiento Económico, Energía y Medio Ambiente de EEUU, dijo que "las puertas están abiertas".
"Lo primero es desarrollar un marco que refleje un nivel de ambición entre los países socios y que luego se podrán adherir más países (...) que compartan nuestra visión de un hemisferio más próspero y más democrático", explicó Fernández.
"Va a haber países que no cumplan con eso, pero la gran parte de nuestros vecinos en América Latina están más que bienvenidos a ser parte", enfatizó.
LOS PUNTOS DE LA NUEVA ALIANZA
Con motivo de la Cumbre de Líderes de América del Norte, Biden anunció la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas, un acuerdo histórico para impulsar la economía de esta parte del hemisferio.
El hemisferio Occidental representa un 31.9% del PIB mundial. Es una de las regiones económicas más productivas del mundo gracias a las alianzas entre los países que lo conforman, una de las principales es la que conforma el bloque entre Estados Unidos, México y Canadá.
1. Objetivo de Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas
La Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas busca fomentar el crecimiento de la economía dando prioridad a disminuir la desigualdad entre nuestras sociedades, proteger a las personas más vulnerables y fomentar la creación de empleos bien remunerados.
Además se planea reforzar las cadenas de suministro para que sean más resistentes a las crisis inesperadas, como lo fue la reciente crisis por la COVID-19.
Otro de los objetivos de esta alianza es crear nuevas herramientas para los desafíos a los que se enfrenta la región hoy y en las próximas décadas.
2. Crisis de COVID-19 en América Latina
Uno de los principales impulsores para la creación de esta Alianza es en gran parte la crisis que azotó a todo el mundo por la COVID-19 en 2020, misma que golpeó de manera desproporcionada a América Latina, pues esta región tuvo la mayor contracción económica de todo el mundo.
Esto sumado a la inflación mundial que se ha visto agravada por la guerra en Ucrania, nos da como resultado millones de familias que ven sus ingresos puestos a prueba cada vez más
La Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas busca reconstruir la economía desde abajo hacia arriba y desde el centro hacia el exterior.
3. Inicia en Estados Unidos y se extiende a toda América
Estados Unidos atraviesa por un periodo de polarización política que no se veía desde hace décadas, en parte provocada por el presidente anterior, Donald Trump.
Esta alianza apoyará a las empresas y a los trabajadores estadounidenses y respaldará la recuperación y la estabilidad del hemisferio en las Américas en su totalidad.
Esto con un enfoque de alto nivel basado en valores comunes.
Una vez terminada la Cumbre de Líderes de América del Norte, Estados Unidos hará consultas iniciales a sus socios de la región, además de con todas las partes interesadas en esta alianza sobre varias áreas de interés
4. Áreas de interés de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas
Revitalizar las instituciones económicas regionales y movilizar la inversión. (Dirigir nuestras instituciones públicas y mecanismos de financiación para que aprovechen niveles mucho mayores de inversión privada).
Hacer que las cadenas de suministro sean más resilientes. (Resaltar la importancia de diversificar y reequilibrar nuestras cadenas de suministro para minimizar los riesgos de interrupción).
Actualizar la negociación básica. (Buscar cómo ampliar la participación en la economía formal, incluidas las medidas fiscales y de lucha contra la corrupción, así como la cooperación y las inversiones en infraestructuras en ámbitos como la migración, la educación, la salud, el desempleo y la jubilación, el cuidado infantil y la capacitación económica de la mujer).
Crear empleos de energía limpia para el avance de la descarbonización y la biodiversidad. (Acelerar la tecnología de energías limpias, la conservación y gestión más sostenible de los bosques y las prácticas agrícolas resilientes y de bajas emisiones)
Asegurar un comercio sostenible e inclusivo. (Cómo cooperar mejor en la facilitación de las aduanas, avanzar en la transparencia y las buenas prácticas regulatorias, perseguir altos estándares en la economía digital, apoyar responsablemente las tecnologías emergentes)
5. Falta mucho camino por recorrer
Es importante precisar que esta Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas tiene un proyecto muy noble que busca impulsar la economía del hemisferio occidental, pero más allá de las propuestas de buena voluntad, se necesita una liberación comercial para que funcione como se espera.
Reducir costos de aranceles, flexibilizar reglas de importación y exportación, así como buscar homologar las reglas de los países que cuenten con tratados de libre comercio en este lado del hemisferio podría apoyar a lograr los objetivos buscados en esta alianza.
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