La Paz, 16 de agosto (Urgentebo).- Este 16 de agosto se celebra el día de San Roque, el santo de los perritos, por lo que muchas personas van a festejar y mimar a estos animalitos que más que ser una mascota, son un miembro más de la familia.
Con este motivo, le preguntamos a Daniela Acosta Ygaray, guía en educación canina en AMADOG, una institución de Educación Canina, acerca de los factores que influyen en la diferencia de personalidades en los perritos y algunos consejos en la forma de enseñarles ciertas cosas dependiendo justamente de las distintas formas de ser de cada uno.
Si bien hay distintos factores que influyen en la formación de la personalidad de los caninos, Daniela destaca 4 agentes importantes: La genética, que reúne ciertos rasgos como herencia de los padres, lo que quiere decir que “si nuestros padres son tranquilos, hay tendencia a que seamos más tranquilos”; el proceso de gestación, donde lo que determina estos rasgos de personalidad es si la madre sufre elevados picos de estrés o emociones fuertes que afectan al cachorro en desarrollo; la primera etapa de socialización, que se vive en los primeros 2 ó 3 meses de vida donde el cachorro comparte con su mamá y sus hermanitos; y la etapa de sensibilización, en la que los humanos jugamos un papel muy importante ya que tenemos que enseñarle distintas cosas nuevas al perrito.
En el factor de la genética, la raza puede influir en ciertos aspectos como la atención, pero no determina la personalidad del animalito, como que todos los pastores, o perros de pastoreo, suelen ser mucho más atentos que las otras razas, pero esto no afecta a su personalidad como tal sino a la manera en la que estos se van a desenvolver. En el caso de los perros que son o muy pequeños o muy grandes, ellos “han sido genéticamente modificados a tal extremo, que no son nada natural, son seleccionados por nosotros”, entonces esto sí afecta en mayor manera a la forma de ser de los caninos. Por ejemplo, el caso de los perros demasiado pequeños, “por qué suele suceder que son más ladradores, más histeriquillos, el típico Complejo de Napoleón que sale ahí el Yorki a espantar a todo lo que puede, y es porque se sienten inseguros. Tienen un tamaño que en su cerebro no es congruente y tienen inseguridad, entonces empiezan a aprender otras formas de expresarse, de vocalizar, son más chilloncitos, piden más, rascan más, porque están pidiendo atención”.
La etapa de socialización es de vital importancia para los perros porque son los primeros procesos de aprendizaje que viven con su familia, “por eso cuando dan a bebecitos antes de los 2 meses, es bastante cruel”, explica Daniela Acosta, “porque se les está quitando algo que les va a servir por el resto de su vida, es decir aprender a socializar, aprender cuáles son los límites, aprender cómo compartir, aprender a jugar, aprender a pelearse, a interactuar”.
De acuerdo a nuestra forma de ser
Cuando se elige un perro para adoptarlo, hay muchos aspectos a tener en cuenta. Es de vital importancia considerar el espacio del que disponemos para ellos, por lo cual no se debe elegir a uno de raza demasiado grande si vivimos en un departamento o casa muy pequeña, no sólo por la comodidad de los dueños sino por las necesidades de los mismos perros. De la misma forma, se tiene que tener mucho en cuenta la personalidad y forma de vida de los mismos dueños para elegir la mascota que más se adecúe a nuestra vida. “Si vas a elegir un perrito para adoptarlo, primero haz una lista de cómo eres vos, cuáles son tus ritmos de vida, cuáles son tus posibilidades, si trabajas 8-10 horas, si es que vas a tener 2 horitas para el perrito al día, si te gusta salir a caminar, si te gusta estar afuera, etc. Entonces tú haces una lista de cómo eres tú como persona, qué estás dispuesto a ceder y qué no, y en base a eso ya puedes saber qué tipo de perrito puedes tener. No estoy hablando de razas, estoy hablando de personalidades, porque en las mismas razas encontramos ene personalidades, perronalidades”, aconseja Daniela.
Condicionamiento positivo
En cuanto a la etapa de sensibilización, donde la familia humana es la que se encarga de brindar oportunidades de aprendizaje a los cachorros, se aconseja siempre trabajar con el llamado condicionamiento positivo, que consiste en premiar al animalito cada vez que haga algo bien. “Va muy diferente al condicionamiento aversivo, que es el tradicional, que es voy a castigar el error, y para castigar el error tenemos que esperar que haya un error. El condicionamiento positivo es: vamos a hacernos a los locos, a que nunca pasó el error y cada vez que hagas algo positivo, te lo voy a premiar. Y los premios pueden ser caricias, pueden ser alzarlo, besarlo, pueden ser palabras, la comida, de hecho que es lo principal que les gusta a los perritos”.
Como consejo adicional, siempre que se agrega un miembro canino a la familia se debe respetar su individualidad y tratarlo con mucha paciencia, ya que cada animalito es un individuo que tiene su forma distinta de ser, incluso dentro de una misma camada, siendo de la misma raza, cada uno tiene una personalidad muy marcada desde su nacimiento, se puede decir que cada uno tiene su perronalidad.