Diciembre 22, 2024 -H-

Beato René, conozca al 'santo' de plastilina de los literatos de La Paz

Con 21 años de existencia, el beato Renecito ha tenido una vida entre secuestros y milagros. Es resultado de la inventiva de los estudiantes de Literatura de la UMSA.

La Paz, 08 de junio (Revista Oxígeno).- Con la excusa de creer en algo, con la excusa de “pasar” un preste solemne, con el desafío de generar ficción, docentes y estudiantes de la carrera de Literatura de la UMSA impulsaron la devoción por un “santito” inventado. Se trata del “Beatito Renecito”, un muñeco de plastilina, plastoformo y barniz que mide 10 centímetros y que año tras año reúne a poetas, escritores y gente de las letras, en Todos Santos.

La hermenéutica consiste en el ofrecimiento de tres estudiantes y un docente para ser “pasantes”, quienes tienen en su poder al “Beatito” y lo trasladan hasta el lugar de la fiesta en su trono (una pequeña silla de madera), donde está rodeado por t’ant’awawas y fotos de escritores, entre las que no puede faltar la imagen del gran Jaime Saenz, entre otros.

Al respecto, Angela Yuttronic, una de los estudiantes “prestes” del año pasado junto a Catherine Mattos, asegura que hay rumores dentro de la facultad respecto a que el Beatito concede milagros o que “puede jalarte los pies si no crees en él”.

Por ejemplo, se sabe que un excanciller de la república y literato de profesión, está eternamente agradecido por un secreto beneficio que recibió de la imagen; de una docente universitaria que concluyó su tesis doctoral y de un recién egresado que recibió una beca para cursar una maestría.

“Son algunos de los “milagros” que atribuyen, desde hace 16 años, a Renecito. Los estudiantes y docentes de la carrera de Literatura dicen que algunos de los prestes incluso ganaron premios o llegaron a publicar sus libros”.

Historia

Era 1997 cuando en el taller de Creativa -una materia curricular de esa carrera-, un grupo de alumnos, instruidos por su docente, deciden “inventar” un preste para recrear en beneficio propio la esencia misma de una celebración popular.

Dentro de este grupo se encontraba Clevert Cárdenas Plaza, actual docente de la UMSA e investigador del Museo Nacional de Etnografía y Folclore, quien afirma que ese grupo cambió una “fiesta de gala” por lo que ahora se denomina el “Preste de Literatura”. “Pensamos en San Lucas, que es de la carrera de Artes, pero para no tener pleitos decidimos inventar un santo”. Entonces, buscaron uno.

El investigador dijo que se puso de moda entre los estudiantes, en aquel tiempo, “La tumba infecunda”, novela de René Bascopé (1951-1984) que alude a cometas, senectud, muerte, prostitución y fetos conservados en alcohol: “El problema era cómo retratar al feto –uno de tantos en la novela–. Entonces, Adolfo Cárdenas tuvo un espasmo de escultor e hizo al ‘santo’ con plastilina”.

Las pasantes aseguran que esa carrera tiene como icono “espiritual” a Jaime Sáenz, pero no asimilaba, entonces, la idea de elevarlo a los altares. “El muñequito era un N/N, entonces se decidió crear un beato y utilizar el nombre del autor de “La tumba infecunda”, René Bascopé. Desde ese día, la imagen del patrón del Preste de Literatura se llama ‘Beatito Renecito’”.

Los pasantes son docentes y alumnos de la carrera, un catedrático y un grupo reducido de estudiantes. Éstos hacen turno para llevar a sus casas a la curiosa escultura, que está hecho con plastoformo, recubierto de plastilina y endurecido con barniz.

SIn embargo, el año pasado hubo algunos problemas, entre estos que el docente pasante no se hizo cargo de la fiesta, pero lo peor fue que la imagen sufrió un accidente, pues le aplastaron la cabeza

“No sabemos cuándo ni cómo sólo que, ante la insistencia nuestra de tener a Renecito con nosotros, nos dijo: ‘no lo tengo, lo llevé donde arreglan santos porque está destrozado’”, Fuimos a la dirección y la escultora no pudo repararlo, más bien tengo un primo escultor que pudo solucionarlo y ahora Renecito está mejor que nunca”, dice Yutronic.

Cada tanda de prestes le incorpora, por año, algo nuevo, no determinante, pero sí bastante curioso.  “Tiene ropa, muy curiosa, desde Kusillo, chompita de Evo, e incluso una indumentaria de heavy metal, todo depende de las ideologias del pasante. El año pasado fue Catherine la que hizo el traje de chuta”, explica.

Entre otras de las historias que envuelve a la deidad, está la del sufrimiento de la misma, ya que fue secuestrado durante dos años.  “Nadie sabía dónde estaba, después de un preste se lo llevaron pero no lo volvieron a traer, así que comenzaron a buscarlo. La fiesta se realizó sin él en el altar, y luego se pudo dar con su paradero” _agregó_ ”Renecito también se enamoró, su novia es una imagen realizada con sal, pero, a ella también se la robaron, y hasta ahora nadie puede encontrarla”.

Ya sea por fe, costumbre o simplemente por un momento para compartir, a Renecito, el santo de los literatos, no le hacen faltar, ropa, velitas y regalos, a cambio de un “milagrito”, aunque no haya sido nombrado santo por la Iglesia Católica.

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