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La planta de urea y amoniaco incrementará una nueva era en el agro de Bolivia

La Paz, 13 de septiembre (Urgentebo).-La planta de urea y amoniaco, uno de los proyectos estrella de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), será inaugurada mañana por el presidente del Estado, Evo Morales, en la localidad de Bulo Bulo, en el departamento de Cochabamba, en un acto histórico que marcará un antes y un después en la historia del país.

Y es que la mega obra que tuvo un costo total de 953 millones de dólares está destinada a iniciar una “revolución industrial” en el país, marcada, principalmente, por la industrialización petroquímica del país. Tendrá una producción diaria de 2.100 toneladas de urea, 600.000 toneladas al año, con lo que se terminará la importación del fertilizante y abrirá las puertas para la exportación. De hecho, según el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, el 15 por ciento de esta producción servirá para abastecer el mercado interno boliviano y el resto satisfacerá un tercio de la demanda del Estado de Matto Grosso, de Brasil.

Además, Perú, Paraguay y Argentina también habrían expresado su interés en comprar la urea boliviana, por lo que el mercado para la producción de esa Planta está asegurado.

"Es el proyecto más importante en la historia de Bolivia, una inversión gigante pero más allá de todo, es un salto cualitativo. En más de 192 años nunca se ha consolidado la industrialización del gas; mañana se iniciará las operaciones de esta petroquímica gigante que cambiará el agro, la economía y el concepto de la industrialización", aseveró el ministro en conferencia de prensa.

En esa línea, el  Ingeniero y gerente de petroquímica en la planta de Bulo Bulo, Mauricio Alvarado Foronda, aseguró que la nueva planta de urea y amoniaco potenciará, entre otros aspectos, el agro boliviano, promoviendo y mejorando sus campos de producción. De hecho, se prevé que la planta que se inaugurará en Bulo Bulo permita  duplicar el espacio agrícola del país.

“También puede ser el paso para diferentes industrias petroquímicas, como industrias de pinturas, pegantes y aglomerantes, se utiliza mucho en productos derivados de la urea. Esta planta es, podemos decir, el punto de inicio de la revolución industrial que va sufrir Bolivia. El efecto es multiplicador, la proyección hacia otras industrias es bastante alto”, dijo, por su parte, el director del proyecto de Amoniaco Urea de YPFB, Carlos Villar.

En ese sentido, el gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, aseguró que los exportadores bolivianos agropecuarios ven “con expectativa” la producción y los precios de la urea, tras la puesta en marcha de la Planta de Bulo Bulo.

“En Santa Cruz (en el oriente de Bolivia) existe una gran expectativa de que el fertilizante sea de buena calidad y que tenga buen precio, ya que hay una fuerte importación de fertilizantes en el país”, explicó.

De hecho, el país dejaría de importar 27.000 toneladas de urea, lo que significa un ahorro interno de 15 millones de dólares año, pues actualmente, la tonelada del fertilizante cuesta entre 500 y 550 dólares.

Empero, también hay voces disidentes a la exportación del excedente que genere la mega obra de la estatal YPFB.

El experto energético, Saúl Escalera, asevera que “sería un error” hacer que el excedente de uria y de amoniaco sea exportado “porque eso privaría a Bolivia de derivados de uria y amoniaco que son muy importantes para la industria”.

Lo cierto es que el tamaño de la planta de Bulo Bulo está categorizada entre las más grandes del mundo. Fue construida con tecnología de punta por la firma surcoreana Samsung Engineering Co.

En lo que se refiere al mecanismo de funcionamiento de la obra estrella de YPFB, Villar explicó que la, a través de una combustión, obtiene dióxido de carbono e hidrogeno del gas natural, y esos componentes se mezclan con el aire bajo ciertas condiciones físico químicas que permiten generar amoniaco, que es la materia prima de la urea.

La urea, a su vez, está compuesta por nitrógeno, un nutriente que coadyuva en el crecimiento de plantas como las de soja, maíz, arroz, papa, girasol, trigo y caña de azúcar, entre otros, e incrementa hasta cuatro veces su rendimiento.

Los fertilizantes serán fabricados a partir del gas que produce el país y consumirá un total de 1,2 millones de metros cúbicos (Mmc) del energético.