Abril 19, 2024 [G]:

Borja: A los jugadores de hoy les debería molestar que se hable de 1994

Fue uno de los máximos referentes del Bolívar. Su primer fichaje fue pagado con dos juegos de camisetas. El mediocampista que fue capitán de la Selección Boliviana habla del proceso de 1994 y es crítico con el actual estado del fútbol profesional del país.


Viernes 7 de Junio de 2019, 1:30pm






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07 de junio (Albaro Huanca para Urgentebo).- Cochabambino de nacimiento y excapitán de la selección nacional, Carlos Fernando Borja Bolívar es uno de los máximos referentes del Club Bolívar. Con 11 títulos conquistados con la camiseta de la academia, Borja es el jugador más laureado de la historia celeste.

Heredó la afición por el deporte gracias a su madre que era profesora de educación física y su padre, un bioquímico farmacéutico. Sus primeros partidos lo jugó en la calle y en una cancha de tierra. A corta edad mostró aptitud por el fútbol, pero jamás pensó que el deporte definiría su vida.

La cancha Maracaná, un escenario deportivo de tierra y de porterías improvisadas con palos rústicos, fue el escenario donde creció el jugador que fue parte de la selección nacional que logró la histórica clasificación a la Copa Mundial de Fútbol de Estados Unidos de 1994.

A los 16 años fue parte Litoral, el club de Cochabamba que terminó contratando a Borja.

¿Cómo fue tu primer fichaje?

Me contrató Litoral y fue la primera vez que me pagaban por jugar al futbol, Litoral compra mi pase de Corintias, equipo de mi barrio, y les regalan dos juegos de camisetas que decía: ‘Golazo, mi general’. De esa forma se dio mi pase al club Litoral.

¿En qué condiciones se dio tu llegada a Bolívar?

El año 1977 hubo un torneo integrado donde jugamos con los equipos de Santa Cruz, específicamente con Oriente Petrolero. Ahí se concentraba la selección Boliviana, estaba de técnico Edward Virba y de ayudante de campo Ramiro Blacut. Este último me ve jugar en Litoral y pasa la voz a la dirigencia del Bolívar, yo fui el jugador revelación de ese torneo.

Luego me invitan el club Wilstermann para entrenar con ellos y una mañana se aparecen los dirigentes de Bolívar y me dicen que ya era jugador de la academia; yo no tenía idea de qué eran los pases, pero Litoral me había vendido a los celestes.

En mi primer partido debuté con el número 7, me pusieron como puntero derecho. Ya luego me dieron la número 8; desde aquel momento siempre fui titular en Bolívar hasta que me retiré.

¿Qué significó ir al Bolívar?

Yo no tenía la exacta dimensión de lo que significaba Bolívar en el contexto del futbol nacional. Para mí, jugar era divertido, no sentía ningún peso de la camiseta, simplemente era jugar y divertirme y creo que ese factor fue importante para que me vaya bien en el fútbol. Es más me gustaba jugar con público y eso me ayudó.

¿Siempre soñaste con ser futbolista profesional?

No, para nada, de casualidad soy futbolista. No pensaba jugar al fútbol, lo tomaba con una diversión para compartir con amigos, jamás para ser profesional.

 

¿Qué carrera estudiaste?

Estaba estudiando Ingeniera, pero la terminé después de retirarme del fútbol. Y sí, me gustó jugar al futbol, los reconocimientos y aplausos. Además que te paguen bien por jugar, fueron las facilidades que la vida me dio y soy muy agradecido a Dios por todo eso.

¿Quiénes fueron tus ídolos?

Yo admiraba a los jugadores de Wilstermann. Y luego a Carlos Aragonés, Chichi Romero, Limbert Cabrera Rivero, Carlos López y Fernando Salinas que son jugadores que me fueron acompañando y que me ayudaron a ser un mejor futbolista porque eran excelentes jugadores. Si estás rodeado de buenos deportistas obligadamente tienes que mejorar para estar a la altura de ellos.

¿Qué se requiere para ser un futbolista profesional?

Temperamento y mucha personalidad en la cancha y dentro del camarín. A pesar de tener 18 años tenía mucha personalidad por la educación que recibí de mis padres y ese carácter hizo que, una vez que se fue Carlos Aragones, llegara a ser capitán del Bolívar. Para mi fue una enorme responsabilidad tener el cintillo.

¿Cómo viviste la clasificación y la participación en el Mundial?

No hay ningún punto de comparación. Eso es algo único porque hay tanta expectativa y emoción en las personas y en los jugadores. El inaugurar un Mundial, como nos ocurrió a nosotros los bolivianos en 1994, fue mágico y va aser muy difícil que se le vuelva a dar a la selección boliviana. Ojalá podamos clasificar al próximo Mundial; los jugadores ya deberían estar enojados de que solo se hable de la selección del 94 cuando ellos ya deberían ser los protagonistas de un nuevo objetivo.

¿Cómo te diviertes en tus tiempos libres?

Me gusta jugar raquet, frontón, llenar crucigramas, ver películas y leer libros. Tengo una vida activa, me encantan los perros, me gusta estar en mi jardín porque es un poco difícil encontrar 22 amigos para realizar un partido amistoso. Prefiero jugar con personas que conozco, yo valoro la amistad.

¿Cómo te preparaste para disputar el Mundial del 94?

Etábamos conscientes de que teníamos un equipo competitivo y que jugaba bien. No parecía tan difícil enfrentarnos a la selección alemana. Eso fue producto de la preparación que tuvimos en Europa, donde jugamos seis partidos; Bolivia tenía un buen equipo.

¿Cuál es platillo que te gusta?

Me gusta la sopa de maní, el asado a la olla y un guiso de cordero que disfruto mucho. Son gustos que uno se puede dar, en especial cuando lo pasas con la familia.

¿Cómo te diviertes?

Me gusta mucho jugar el fútbol y ahora juego fulbito compartiendo siempre con mi gente, también me gusta trotar.

¿Cuál es el mensaje que le da a los futuros futbolistas?

Lo más importante es el compromiso con lo que estás haciendo. Si estás comprometido, las cosas te van a salir bien y a ese compromiso hay que complementarlo con sacrificio, responsabilidad y voluntad. El jugador tiene que comprometerse a ser disciplinado y estar en buenas condiciones.

¿Cuál fue el gol más memorable que marcaste en tu carrera?

Recuerdo tres goles que le hice a The Strongest en un clásico donde ganamos 4 a 3. Los recuerdo siempre porque rara vez un jugador hace un triplete en un clásico. He sido uno de los jugadores que más goles le ha marcado al Tigre. Aunque jugué como volante casi de contención marqué 132 goles para Bolívar.

¿Qué resaltas de tu primer año como jugador celeste? 

El primer año fui declarado el mejor jugador revelación y posteriormente gané mi primer título.

¿Qué te gusta de La Paz?

Me encanta La Paz, es una ciudad que me ha acogido bien y acá me quieren mucho y donde han nacido mis hijos. La urbe paceña tiene una topografía distinta a cualquier otra ciudad.

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