Abril 20, 2024 [G]:

Capitán Alonso de Mendoza, el explorador, guerrero y aurífero

El domingo se cumplió otro año de la fundación de La Paz, que fue constituida una vez que los españoles vencieron a sus rebeldes que habitaban las llamadas Indias. La hoyada paceña fue elegida por Alonso de Mendoza, por su fama de tener muchísimo oro.


Martes 22 de Octubre de 2019, 6:00pm






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La Paz, 22 de octubre (Urgente.bo).- El capitán Alonso de Mendoza fue un explorador y un guerrero que se puso a las órdenes de diferentes comandantes conquistadores. Jugó un papel importante en la consolidación de la conquista en América del Sur; el fundador de la ciudad de La Paz, que hoy cumple 471 años, puso los cimientos de la ciudad en una hoyada, donde Atahuallpa llegaba para llevarse cargas de oro hasta Cuzco.

Un cronista dice que el capitán Alonso de era “muy diestro en cosas que tocaban al arte militar” y con ese talento avanzó por Huarina, donde derrotó a los rebeldes españoles para luego cumplir con la orden dada por Pedro de la Gasca para fundar una ciu-dad entre Sucre, Potosí y Cusco. La nueva ciudad debía cumplir la función de ser el centro comercial de la región y el punto de pa-rada y refugio.

Para esa tarea “logró formar un amplio grupo de colonos y soldados e inició su tarea. Después de varios meses de expedición co-lonizadora, junto al pueblecito de aimaras de Chuquiagu, en cuya lengua se llamaba Chuquiagu, que quiere decir “heredad de oro”, ordenó la fundación de La Paz, hecho que se llevó a cabo el 20 de octubre de 1548, constituyendo las autoridades de Gobierno hasta el 4 de mayo de 1551”, da cuenta la Real Academia de Historia de España.

“El lugar elegido por Alonso de Mendoza para la fundación estaba en una hondonada, en pleno altiplano. Anteriormente, Fran-cisco Pizarro la había ocupado, sacando de ella gran cantidad de oro. Un cronista dice que Atahualpa dio a Pizarro la noticia de los lavaderos”, dice el reconocido instituto.

Precisamente por su destreza militar y su habilidad diplomática, Alonso de Mendoza eligió la hoyada paceña, atraído por las no-ticias de sus vetas de oro y  luego eligió Tipuani (en la provincia de Larecaja), para sus días finales, donde había vencido a los chun-chus y donde abundaba el metal dorado.

Mendoza en América del Sur

El capitán español nació en la localidad de Garrovillas de Alconétar entre 1480 y 1990 y falleció en Tipuani (norte de La Paz)b se calcula por el año 1553, Fue hijo de Pedro Jofré, noble zamorano al servicio de los Condes de Alba de Liste, y de la noble cacereña Elvira López de Ávalos, y hermano del conquistador Juan de Ávalos.

Partió de España hacia lo que hoy es América el año 1535. Su primer destino fue Panamá y de allí apuntó hacia el reino del Perú, una de las grandes metas de la conquista. En su recorrido estuvo en la fundación de la ciudad de Quito, donde ejerció por corto tiempo el cargo de alguacil mayor. En Perú se incorporó a las fuerzas comandadas por Francisco Pizarro, contra los rebeldes dirigi-dos por Diego de Almagro.

Pacificado Perú, Alonso de Mendoza formó parte de un contingente encabezado por el capitán Pedro Anzures de Campo Re-dondo, que tenía por misión llegar a las tierras orientales llamadas los “Chunchos”.

Esta “jornada de los Chunchos” —dice Cieza de León— ha sido “la más lastimosa e congojosa que han hecho en todas las Indias, pues faltaron más de la tercia parte de los españoles, muertos todos ellos de hambre”. Fueron esas tierras las que el pacificador Pedro de La Gasca dio más tarde a Mendoza como encomiendas (Chacapa y Larecaja) ubicadas en el departamento de La Paz.

Cieza de León menciona a Mendoza “entre los principales capitanes”. Fue un hombre que luchó junto a Francisco Pizarro y de-fensor de la institucionalidad española, aunque las propias leyes ibéricas afectaron a los colonizadores, como las llamadas Leyes Nuevas, por las cuales el emperador Carlos V reducía a “una sola vida” el usufructo de las encomiendas; teóricamente, los indios quedaban eximidos del trabajo en las minas y tenían derecho a una remuneración por sus servicios a los españoles. Quedaban can-celadas las encomiendas de obispos, monasterios, hospitales y autoridades.

Las llamadas Nuevas Leyes provocaron molestia en los conquistadores que se quejaban de que habían gastado sus haciendas y derramando sangre en las guerras. Por ello Gonzalo Pizarro y otros levantaron rebeliones contra el rey y sus virreyes y adelantados en las Indias.

En esas filas se encontraba Alonso de Mendoza.El era parte de los rebeldes que inquietaron a la Corona Española, que el año 1546 designó a Pedro de la Gsca como  presidente de la Real Audiencia de Lima con la misión de acabar. De perfil diplomático y hábil militar de La Gasca, formó un ejército que disuadió a los rebeldes, entre ellos Mendoza que cambió de fila para combatir a los descontentos.

El Pacificador de la Real Audiencia de Lima y el Capitán guerrero

Pedro de La Gasca fue designado en 1546 como presidente de la Real Audiencia de Lima con la misión de acabar con la rebelión de Gonzalo Pizarro en el Virreinato del Perú, cumpliendo cabalmente su cometido, y ha pasado a la historia con el apelativo de Pacificador.

En abril de 1547 La Gasca partió de Panamá con una flota de dieciocho navíos, y tras dificultosa travesía, desembar-có en el puerto de Manta (actual costa de Ecuador), prosiguió su ruta a lo largo de la costa hasta llegar a la desembocadura del río Santa (en el actual departamento de Ancash), y de allí se internó hacia la cordillera andina. Asentó su campamento primero en Jauja y después en Andahuaylas, acogiendo contingentes de soldados, muchos de los cuales eran desertores del bando gonzalista.

La Gasca insistió en ofrecer la paz a Gonzalo Pizarro a cambio de su rendición, pero no recibió respuesta. Con los refuerzos militares que recibió desde Guatemala, Popayán y Chile, logró sumar 700 arcabuceros, 500 piqueros y 400 jinetes, El esperado encuentro con las fuerzas de Gonzalo Pizarro se produjo en la pampa de Jaquijahuana, cerca del Cuzco, el 9 de abril de 1548. No hubo la batalla, pues almagristas se sumaron a las filas de La Gasca, entre los que cambiaron de fila se encuentra Alonso de Mendoza.

En los años de las llamadas “guerras civiles”, Mendoza tuvo una participación en las acciones que enfrentaron a los españoles desde Cuzco hasta La Plata. Con el papel desempeñado en las batallas, Mendoza logró la confianza de Pedro de La Gasca, quien le concedió el lugar que más le apeteciera para fundar una nueva ciudad.

Una vez concluida la tarea otorgada, Pedro de La Gasca no tenía el propósito de permanecer mucho tiempo más en territorio americano, ni como presidente de la Real Audiencia de Lima ni como virrey, alto cargo que se había nega-do a aceptar al encargarse, exclusivamente, de la dura tarea de pacificar el enorme y problemático territorio colo-nial. Entonces, procedió con el ordenamiento Administrativo del Virreynato.

Así, De la Gasca buscó al hombre para que funde la ciudad y la gobierne por lo menos los primeros años. Llegó a la conclusión de que el señalado era el capitán Alonso de Mendoza. Con él decidió las condiciones y el sitio donde se edificaría la población proyectada, que debía recordar el cumplimiento de la importante misión que se le había con-fiado y el feliz logro alcanzado.

Chuquiagu quiere decir “cultivo de oro” y es allí donde Mendoza ordenó la fundación de La Paz, hecho que se llevó a cabo el 20 de octubre de 1548, constituyendo las autoridades de Gobierno hasta el 4 de mayo de 1551.

Mendoza fue nombrado el primer corregidor. Su gobierno duró tres años, tiempo en el que constituyó las autori-dades e instituciones. En 1551, hallándose enfermo, obtuvo licencia para ausentarse por cuatro años en su repar-timiento de Tipuani, pero nunca embarcó hacia España. A partir de esa fecha desaparece su rastro, aunque por documentos familiares, especialmente por su hermano Juan de Ávalos, debió morir hacia 1553. En la ciudad de La Paz se le dedicó una plaza que lleva su nombre.

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