26 de julio (Urgtentebo).- Bailarín de ballet clásico, compositor, cantautor, solista, escritor, creador de instrumentos musicales y de métodos para tocar instrumentos; pero, sobre todo, amante del charango, así es Ernesto Cavour Aramayo, quien lleva 67 años de carrera artística que ejerce de manera empírica. El artista paceño lleva en su sangre el don de la música.
Estudió para ser auditor bancario por su mamá, quien no quiso que sea artista.
El maestro, como le dicen, inició su carrera artística a los 11 años tocando su instrumento favorito, el charango, de cual nunca se separó. Ahora, prepara un récord Guinness con Niños charanguistas de Bolivia “Corazón de América” para octubre, para reivindicar el instrumento andino.
¿No estudio música?
Yo vengo de economía mediana baja. Mi mamá me tuvo a los 15 años, era muy trabajadora. Todo lo que tengo, le debo a ella. Soy contador bancario, contador general y profesor normalista por mi mamá.
Le dije a mi mamá: Déjame tocar, le juro que no voy a tomar (sonríe). Era mujeriego y tomaba. Ahora estoy enfermo del corazón.
¿A qué edad empezó su carrera de músico?
A los 11 años. Llevo 70 años de vida artística.
¿El charango es su instrumento favorito?
Todos son favoritos; especialmente, mi charanguito. Pero, no solo con el charanguito pude hacer escalas, también hice escalas para guitarra, aerófonos, escalas para todo tipo de instrumentos que los voy a presentar de acá a un año si tengo recursos.
Tengo libros de instrumentos musicales de Bolivia. Diccionario e enciclopedia de los instrumentos musicales de Bolivia y varios métodos para tocar charango, guitarra.
Me dijo que no le gustaba su apellido ¿Por qué?
Mi abuelo era Licancavour. Unía a tres naciones Argentina, Chile y Bolivia. Nació en Calama, mi papá se cambió a Cavour, no me gusta.
Toque con Carlos Palenque, Pepe Murillo y otros más, yo tenía el nombre de Coco Aramayo y Coco de los Reyes, tengo discos grabados con ese nombre. No me gusta mi nombre, parece extranjero.
¿Algún recuerdo con Violeta Parra?
Violeta Parra (artista chilena) vino tres veces a Bolivia por su amor (Gilbert Gringo Favre). Le quería mucho, pero al gringo más le gustaba la música, no obstante admiraba y quería a Violeta por su talento, pero él quería estar siempre en Bolivia.
Yo le regale el primer charanguito a Violeta. Compuso en Bolivia “Gracias a la vida” y otros temas. Se fue para el norte, su estilo no daba. En el escenario, era una maravilla, su poesía, su manera de cantar, era diferente.
¿Por qué se salió de Los Jairas?
Formamos el grupo Los Jairas con mucho éxito. Cuando estábamos elevados teníamos que irnos a Europa, por un año hemos viajado toda Europa y la Unión Soviética, pero me volví. Les dije que no gustaba y me vine. Llevaron otro charanguista y se quedaron, ahí terminó todo.
¿Qué recuerda de Peña Naira?
Ahí se ha creado muchos conjuntos, como Kalamarka, Norte de Potosí y otros. Muchos grupos han salido de ahí.
¿Hizo música de protesta?
En la época de (Hugo) Banzer, era más fácil cantar música de protesta que ahora (sonríe). Hacíamos música de protesta junto con Luis Rico y un chapaco. Llenábamos las calles.
¿Prepara alguna actividad?
Estamos preparando el récord Güines con Niños charanguistas de Bolivia “Corazón de América”, así se llama, esperamos hacerlo en octubre.
Expone más de 2.500 instrumentos
Fundó ndó el Museo del Instrumento en 1962, aprovechando los viajes con el ballet de Chela Urquidi con quien tuvo la oportunidad de viajar por toda Bolivia y logró recolectar 2.500 instrumentos que se exponen en la calle Jaén, cerca del museo de la casa de Pedro Domingo Murillo.
¿Qué encontró en sus viajes?
Encontré unas preciosidades de instrumentos musicales, sobre todo, de la colonia donde el Cerro Rico de Potosí estaba en su auge. Me compré charanguitos lindos. Estaban en mi casa. Esas veces, vivía en la Ricardo Bustamante y, luego, dije: por qué no puedo hacer un museo del charango y realicé el trámite.
Hice un método, el primer método. Desde ese entonces, estoy con el museo.
¿Fue difícil recolectarlos?
Todos y cada uno de los instrumentos son comprados en la calle, son antigüedades, son regalados de amigos, otras donaciones y herencias. Un 50% es donación y el otro lo compré.
¿Instrumentos propios?
Hice las primeras zampoñas cromáticas de tres filas. Son muy populares en el mundo. Hubiese prohibido que toquen para ganar plata, para que me pidan permiso; no hubiera valido la pena y dejé no más que toquen. Unas cuatro son conocidas, la guitarra Muyu Muyu es la más famosa y la zampoña.
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