Enero 30, 2025 -H-

Comienzo de año negativo


Jueves 30 de Enero de 2025, 10:00am






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Deprimente tener que escribir de manera tan negativa el inicio del año; créame amigo lector que mi intención es siempre ser optimista y referirme a lo bello del fútbol desde una perspectiva netamente deportiva. Hoy no es el caso, simplemente porque no se puede destacar nada en enero, pues así transcurrió el arranque de la gestión, sin que pase algo relevante. Es más, solo van ocurriendo cosas malas en el fútbol boliviano y sin visos de solución inmediata. Eso es alarmante.

¿Qué esperar de un año así? Tan incierto y dramático como la misma pregunta. Peor aún, que no tenga respuesta. El factor tiempo es a la larga indolente y entrando al segundo mes de 2025 también amenazante por la falta de programaciones efectivas para dilucidar tanta incertidumbre. Nadie sabe: qué pasará, qué vendrá, ¿realmente comenzará a mediados de febrero el torneo?, ¿cómo será?, ¿quiénes jugarán?, ¿quiénes no? Cuántos temas todavía deben ser resueltos y la celeridad no es algo primordial o predecible en este momento.

La verdad, pese a que es la principal causa para este deplorable estado de ánimo, no voy a referirme a los problemas dirigenciales. Cual negligente barrendero, ocultaré la tierra y el polvo bajo la alfombra a fin de engañarme y creer que mi limpieza ha sido buena, sacrificada y todo luce prolijo e impecable.

En esta oportunidad dirigiré esta columna para opinar de una cuestión estrictamente deportiva. El Sudamericano Sub 20 que se disputa en Venezuela y donde una vez más la representación boliviana solo cosecha derrotas. Perdimos con Ecuador 2 a 1, con Brasil 2 a 1, con Argentina 1 a 0 y seguro también podemos esperar algo similar frente a Colombia esta tarde. Una vez más, Bolivia terminará en el último puesto de la clasificación general, repitiendo una ya tediosa historia de caídas lamentables en torneos internacionales de esta naturaleza.

¿Le sorprende a alguien esta presencia boliviana y la producción mostrada del llamado “futuro del fútbol boliviano”? La respuesta es, por supuesto, un rotundo no.

Seguro que en los siguientes días no faltarán quienes digan que se dejó todo en la cancha, que se dio pelea y ningún rival “nos pasó por encima”; luchamos con las mismas armas, competimos a la altura de la exigencia y no fuimos goleados como en otras oportunidades. Hay que destacar el valor y la valentía de este equipo de jóvenes que tiene un gran futuro.

Ahora bien, sería irresponsable de mi parte hacer una crítica mordaz sobre la competitividad de nuestro equipo y la comparación de los rivales en un grupo tan difícil como el que le tocó a Bolivia en este Sudamericano. Y es que las diferencias entre unos y otros son tan marcadas que hasta resulta imposible hacer una evaluación técnica, táctica, física, de sistemas en el rendimiento individual y colectivo.

Todos sabemos que una gran mayoría de los jugadores internacionales que disputan este Sudamericano sub 20 están en el fútbol profesional, muchos incluso en clubes de Europa, jugando al más alto nivel, lejos de sus familias, de sus países y sus culturas. Su rodaje de mundo es absolutamente diferente a la realidad de un joven boliviano de 18 o 19 años, que vive aún en su seno familiar, que juega al fútbol como puede y donde le dan la oportunidad, sin competencia alguna; hablamos de futbolistas semiprofesionales, que en muchos casos se los puede considerar como amateur.

En esta Selección Boliviana hay 4 o 5 jugadores que sobresalen del resto, dos de ellos juegan en Europa, pues nacieron allá y por ascendencia de los padres fueron convocados para jugar por Bolivia.

La reflexión de este equipo debe pasar sobre el cambio que algún día se debe dar en nuestro balompié y se formen jugadores de fútbol, bajo los cánones del deporte profesional de alto nivel. Mientras tanto los resultados serán los mismos porque se hace exactamente lo mismo de siempre.

A nivel de reflexión general

Un mal inicio de año no significa necesariamente que el calendario entero será malo. Es posible que se presenten situaciones que no salgan como se esperaban, pero se puede aprender de ellas y fortalecerse emocionalmente.  Algunas tareas que se pueden hacer para comenzar el año con buen pie son: tener una actitud de gratitud, priorizar el descanso y la salud, fortalecer las relaciones sociales, buscar maneras de ayudar a los demás, aprender constantemente, identificar las capacidades, asumir la responsabilidad, planificar, tomar acción.

Si se ha tenido un año difícil, se puede intentar: permitirse sentir las emociones que se presenten, reflexionar sobre la situación, aprender de la experiencia, dejar ir las heridas emocionales, escuchar a las personas que piden perdón, cambiar la perspectiva, aceptar la incertidumbre y hasta recordar los momentos difíciles que se han superado. Si el inicio del 2025 comenzó de manera negativa, hagamos todo para cambiar esa energía, pensar en el deporte, seguro nos motivará para hacer ese cambio positivo.

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