“Cocalero asegura que ´encapsular´ a Chapare es un acto criminal; amenaza con medidas radicales”, decía el titular de la nota periodística (EL DEBER, 23.04.2020) dando cuenta, una vez más, que cuando a la ignorancia se suman el irrespeto y la prepotencia, se produce tal tipo de expresiones en quienes se creen dueños del país, queriendo hacer lo que les da la gana.
Fue el dirigente cocalero del Chapare y miembro del Movimiento Al Socialismo (MAS), Leonardo Loza, quien desconociendo que la ciudad de Montero fue encapsulada antes por su indisciplina al no respetar la cuarentena por la pandemia del COVID-19, dijo que “el querer ´encapsular´ a los municipios del trópico de Cochabamba, como lo manifestó el Ministro de Gobierno, Arturo Murillo, es un acto criminal y vengativo por parte de las actuales autoridades”, advirtiendo que “nosotros también podemos autoencapsularnos. Ni una mosca va a salir, entrar ni va a pasar por el trópico”, consciente, seguramente, de que ciertas zonas rojas del Chapare están “encapsuladas” desde hace años por los cocaleros…¿sabe Ud. por qué?
En momentos en que en Bolivia hay un Estado de Emergencia Sanitaria, y que el deber de todas las instituciones públicas o privadas y la sociedad misma, debiera ser el brindar todo el apoyo para luchar contra el coronavirus, se produce semejante disparate…¿qué estaría fumando, no?
En un virtual Estado de Guerra, una guerra biológica por el coronavirus que ha cobrado ya más de 200.000 vidas en el mundo y más de 50 en Bolivia, resulta inaceptable que haya personas -ignorantes o letradas- que se opongan a la presencia de las fuerzas del orden así como a la utilización de los predios que el Estado pueda requerir para efectos logísticos.
Digo esto trayendo a colación el caso ejemplar de la Almacenera Boliviana S.A. (ALBO) que aceptó el pedido del Ministerio de Defensa, de ceder en Pisiga dicho recinto aduanero privado para instalar un Centro de Cuarentena -por lo que felicito a su Vicepresidente Fernando Ríos, dada la sinergia lograda con la Aduana Nacional al efecto- a diferencia de lo que habría ocurrido con una Casa de Estudios al haber negado igual apoyo, pasando por alto que la Ley faculta al Gobierno la toma de predios que sean necesarios en circunstancias excepcionales.
¡Qué triste que -cuando más unidos deberíamos estar frente a la pandemia- la ignorancia, la mezquindad y el cálculo político egoísta y barato impidan una actitud solidaria en beneficio de la salud y la vida de todos los bolivianos!
(*) Economista y Magíster en Comercio Internacional
Santa Cruz, 29 de abril de 2020