Febrero 15, 2025 -H-

Crece la supervivencia de cáncer infantil y en muchos países alcanza el 80%


Sábado 15 de Febrero de 2025, 10:30am






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Si bien los datos indican que el cáncer es la segunda causa de mortalidad en niños y adolescentes a nivel global, luego de los accidentes (afecta anualmente a cerca de 274.000 jóvenes de entre 0 y 19 años), las cifras de sobrevida han crecido en los últimos años, marcando una tendencia positiva.

Gracias a los avances en quimioterapia, radioterapia, cirugía, trasplantes de médula ósea y más, las tasas de sobrevida actuales son mucho más altas que hace algunas décadas respecto al cáncer pediátrico.

Particularmente, el tratamiento de la leucemia aguda ha incrementado la tasa de sobrevida a 5 años por encima del 72% en Argentina y hasta el 80% en países de ingresos altos, de forma tal que la mayoría de los pacientes logran una cura completa.

También se registrando mejoras en el abordaje de tumores sólidos mediante la aplicación combinada de radioterapia, cirugía y quimioterapia, lo que ha generado un aumento de las posibilidades de supervivencia a largo plazo.

“En Argentina, el cáncer afecta a 1.340 niñas y niños por año. De esa cifra, el 80% se atiende en hospitales públicos y cerca del 40% lo hace en el Hospital Garrahan. Así, el Centro de Atención Integral del Paciente Hemato-Oncológico (CAIPHO) diagnostica y lleva el seguimiento de unos 520 pacientes al año”, indicó el centro de salud referente en salud infantil del país. Por otra parte, remarcó que la clave para mejorar las tasas de sobrevida del cáncer, es “la detección temprana y el tratamiento oportuno son fundamentales”.

En América Latina y el Caribe, uno de cada 360 niños y adolescentes es diagnosticado de cáncer cada año (29.000 casos anuales). En la región, los tipos más frecuentes son la leucemia linfoblástica aguda, el linfoma de Burkitt, el linfoma de Hodgkin, el tumor de Wilms, el retinoblastoma y el glioma de bajo grado, que representan hasta el 60% de todos los cánceres infantiles.

En el marco del Día Internacional del Cáncer Infantil, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) lanzó una guía interactiva para fortalecer la detección temprana de esta enfermedad en América Latina y el Caribe. Con cerca de 30.000 nuevos diagnósticos anuales en la región y una tasa de supervivencia que varía según el acceso a la atención médica, la iniciativa busca reducir la brecha entre los países de ingresos altos y bajos.

“La detección temprana no solo aumenta las posibilidades de curación, sino que también mejora significativamente la calidad de vida tanto de los pacientes como de sus familias”, afirmó el Dr. Mauricio Maza, asesor regional de cáncer de la OPS.

Desarrollada en colaboración con el St. Jude Children’s Research Hospital, la Sociedad Latinoamericana de Oncología Pediátrica (SLAOP) y otros expertos, la guía proporciona herramientas prácticas para que los profesionales de la salud puedan identificar signos tempranos de cáncer infantil.

Avances en el tratamiento y supervivencia del cáncer infantil

El cáncer es una de las principales causas de mortalidad en niños y adolescentes a nivel global. Se estima que cada año afecta a aproximadamente 400.000 personas de entre 0 y 19 años, con leucemias, tumores cerebrales y linfomas como las formas más comunes. La tasa de supervivencia varía ampliamente: en los países de ingresos altos, donde existe acceso a tratamientos integrales, supera el 80 %, mientras que en naciones de ingresos bajos no llega al 30 %.

Las principales razones de estas diferencias son el acceso desigual a diagnósticos tempranos, la disponibilidad de medicamentos y tecnologías, y la falta de infraestructura adecuada para el tratamiento. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), solo el 29 % de los países de bajos ingresos reportan contar con medicamentos oncológicos esenciales para niños, en contraste con el 96 % de los países de altos ingresos.

“Aproximadamente el 80 % de los niños diagnosticados con cáncer sobrevivirán y crecerán hasta la edad adulta. Estas tasas son significativamente mejores que las de las personas adultas”, explicó la doctora Tanya Watt, oncóloga pediátrica del Centro Pauline Allen Gill para el Cáncer y los Trastornos de la Sangre de Estados Unidos.

Desde la década de 1970, los avances en quimioterapia, radioterapia, cirugía y trasplantes de médula han aumentado significativamente la supervivencia infantil. Además, la investigación en inmunoterapia y medicina de precisión está permitiendo tratamientos más efectivos y personalizados.

“Los niños normalmente no tienen otras afecciones médicas a las que a veces se enfrentan los adultos. Debido a esto, sus cuerpos suelen ser capaces de manejar de forma más eficaz los tratamientos médicos y quirúrgicos agresivos”, sostuvo Watt.

Además de los avances terapéuticos, los tumores infantiles presentan diferencias biológicas respecto a los de los adultos, lo que los hace más sensibles a ciertos tratamientos. En algunos casos, incluso los cánceres en estado avanzado responden mejor a la terapia en niños que en adultos.

Las células tumorales tienen un aspecto diferente a nivel microscópico. Watt afirma que estos tumores tienden a ser más sensibles a la quimioterapia y la radioterapia que los tumores adultos. Incluso los cánceres avanzados, como los cánceres metastásicos o en estadio IV, responden mejor al tratamiento en niños que en adultos.

Según indica la OMS, el cáncer afecta a personas de todas las edades y puede surgir en cualquier parte del cuerpo. Empieza con un cambio genético en una sola célula, que luego prolifera hasta dar lugar a una masa (o tumor), invade otras partes del organismo y, en ausencia de tratamiento, va causando daños hasta provocar la muerte.

“A diferencia de lo que ocurre con el cáncer en los adultos, se desconocen las causas de la mayoría de los casos de cáncer infantil. Se han realizado muchos estudios para tratar de determinarlas, pero a esas edades hay muy pocos cánceres causados por factores ambientales o ligados al modo de vida. Las medidas de prevención del cáncer en los niños deben centrarse en los comportamientos que impedirán que más adelante, cuando sean adultos, sufran cánceres prevenibles”, agrega la entidad sanitaria mundial.

La detección temprana sigue siendo un factor clave: aunque no es posible prevenir la mayoría de los cánceres infantiles, un diagnóstico oportuno mejora significativamente el pronóstico y reduce la necesidad de tratamientos invasivos.

“Cuando el cáncer es detectado en una fase temprana, es más probable que responda a un tratamiento eficaz, lo que eleva la probabilidad de supervivencia, disminuye el sufrimiento y, a menudo, exige un tratamiento más económico y menos intensivo. Es posible mejorar considerablemente la vida de los niños con cáncer si la enfermedad se detecta pronto y se evitan retrasos en el tratamiento. Es fundamental establecer correctamente el diagnóstico, porque cada tipo de cáncer requiere una pauta terapéutica distinta que puede incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia”, añaden desde la OMS.

En este contexto, la OMS ha reforzado su compromiso con la lucha contra el cáncer infantil mediante la Iniciativa Mundial contra el Cáncer Infantil, lanzada en 2018 en colaboración con el St. Jude Children’s Research Hospital. Su objetivo es elevar la tasa de supervivencia al 60 % para 2030, lo que podría salvar un millón de vidas. Como parte de este esfuerzo, se han establecido programas de capacitación y acceso a tratamientos en países con menos recursos, con el fin de garantizar diagnósticos tempranos y reducir la mortalidad evitable.

La equidad en el acceso a la atención sigue siendo un desafío global. En muchos países de ingresos bajos o medianos, los sistemas de salud aún enfrentan dificultades para proporcionar diagnósticos precisos, tratamientos efectivos y cuidados paliativos.

El desarrollo de centros especializados y la implementación de políticas de salud enfocadas en la atención pediátrica son medidas esenciales para mejorar los resultados clínicos y reducir la carga del cáncer infantil en la región.

La combinación de herramientas como la guía interactiva de la OPS, los cursos de capacitación y los avances en tratamientos está sentando las bases para un futuro en el que más niños con cáncer puedan recibir una atención oportuna y eficaz.

El reto es continuar fortaleciendo los sistemas de salud para garantizar que todos los niños, sin importar su lugar de origen, tengan la misma oportunidad de superar la enfermedad y alcanzar la edad adulta con buena calidad de vida.

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