Amigo lector el fútbol vuelve desde este fin de semana. Así como lo está leyendo. Los dos torneos se reanudan para continuar con el calendario 2023.
Más de un mes paralizado el fútbol boliviano. Dos campeonatos en la incertidumbre sin tener idea qué futuro les esperaba. Se llegó a proponer ideas de dos torneos relámpagos: uno para definir al campeón y ganar los ocho cupos de participación internacional el próximo año. Otro para pelear el descenso y ver quiénes se van del profesionalismo y cuál deberá jugar el indirecto, además los que pasarán “raspando” la gestión deportiva. Lo que a su vez generaría un nuevo problema con The Strongest, que sintiéndose afectado por la determinación, acudiría al TAS para revocar la decisión. Toda una espiral de líos interminables.
Un mes tratando de encontrar responsables, culpables y que la justicia determine sanciones para aquellos que incurrieron en faltas graves, generando corrupción con el famoso amaño de partidos.
Hubo consejos Superiores de la División Profesional “accidentados”, donde se dijeron de todo y nunca pudieron dar soluciones concretas, prácticas y solventes.
Ligeros cambios se produjeron en la estructura del balompié nacional como la remoción total de la Comisión de Árbitros y la designación de inspectores que ahora está conformada por jueces extranjeros. Solo un implicado en tan engorroso tema. Se trata de Marco Rodríguez, expresidente de Vaca Diez, dirigente pandino expuesto a través de las grabaciones al momento de la denuncia, que fugó del país.
De momento no se conocen más nombres de gente implicada; los jugadores salen limpios, pese a que se manejaron sin pruebas un par de sindicados. No aparecieron más denuncias en contra de árbitros y menos pruebas que los ponga en el ojo de la tormenta. Tampoco surgieron más señalamientos en contra de dirigentes, ni se abrieron sumarios contra clubes, más de los que se mencionaron al principio de todo este lío y por lo que se carecen de pruebas fehacientes.
Todos los procesos continuarán por el tiempo que duren pues se vieron imposibilitados de hacerlos de manera abreviada como era el plan acordado días atrás. Los aficionados hoy se van enterando de que el Comité Ejecutivo de la Federación Boliviana de Fútbol, determinó este jueves en la madrugada dar luz verde a la continuidad del calendario establecido y no se perjudique más a las instituciones, en este caso los clubes que deberán cumplir planillas, sin haber jugado 33 días. Son problemas que ya no impresionan a nadie.
Una vez más se impusieron las estrategias y o artilugios legales para tomar esta decisión, como si nada o muy poco hubiese pasado en todo este tiempo. Y es que la verdad radica en las pocas o más bien nulas propuestas de solución. Cada quien vela por sus propios intereses y aboca su trabajo a defender lo suyo.
El “no meimportismo” de los que manejan el fútbol a nivel dirigencial, quienes no tuvieron la fuerza o el tiempo necesario para encontrar una vía de solución grande, contundente y pragmática a lo acontecido, que llevaría a una re fundación de nuestro balompié, marcando un antes y un después en este problema que ha generado tanta controversia.
Los dos torneos de la División Profesional se reactivan desde el fin de semana y, sin embargo, en días más se deberá parar nuevamente, pues la Selección Boliviana debe encarar las fechas FIFA que se avecinan en los siguientes partidos correspondientes a las clasificatorias sudamericanas de cara al Mundial 2026.
Un mes para decirles a los jugadores: Muchachos, aquí no ha pasado nada, el fin de semana juegan y por lo apretado que estará el fixture, deberán jugar prácticamente sin descanso hasta fin de año, puesto que el tiempo será nuestro peor enemigo; ¡Ah y ojo, no pueden fallar! Hay mucho por ganar o perder. Los errores futbolísticos están prohibidos.
La Selección Boliviana jugará el 12 de octubre contra Ecuador por la fecha 3 de la eliminatoria. Un partido que también se plantea desde el punto de vista de todos como imperdible, La Verde está obligada a ganar, sumar 3 puntos y borrar la pésima imagen que dejó ante la Argentina. Ese encuentro también se disputará en la ciudad de La Paz.
Días después, el 17 deberán visitar a una necesitada Selección paraguaya en Ciudad del Este y donde también están con la presión de sumar si es que quieren meterse en la competencia. La pregunta es: ¿cómo lo harán si los jugadores no tienen ritmo de torneo?
¿Qué se les podrá decir si el requerimiento mínimo para mejorar el nivel es jugar partidos, estar en forma y mentalizados en que se debe mejorar sustancialmente una muy mediocre producción?
Continúa la involución en nuestro fútbol, seguimos de ida en sentido contrario.
¿Cuándo revertiremos todo esto?
¿Cómo lo harán quienes manejan la organización de nuestro fútbol si ellos mismos desconocen muchos temas y no solucionan favorablemente las problemáticas en difíciles coyunturas?
Y es que de tanto que pasa en el fútbol boliviano, al final no pasa nada.
¿No cree usted lo mismo?
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