Diciembre 21, 2024 -H-

Después de la encuesta

Queremos líderes que no nos prioricen las necesidades de su entorno, que no piensen y se asuman como semidioses.


Lunes 17 de Febrero de 2020, 1:45pm






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¿Votamos con la cabeza, con las tripas o con el corazón? Parece difícil, ¿no?

Les sugiero tomarse hoy una buena dosis de chocolate oscuro, caliente e intenso para la depresión posencuesta.

Soy una feliz divorciada con una última decepción amorosa en diciembre, que me llevó a ser una dependiente de los chocolates... Ja ja ja, fuera de broma: funciona. O al menos ayuda.

Aunque para algunos el síndrome de la victoria anticipada les hace caer en estupidez e innecesaria prepotencia, quienes mantenemos una prudencia objetiva y pensante somos más. (Ojo, no dije: "Somos MAS.)

Pero vayamos a lo importante.

Más allá de afectos y desafectos, de intuiciones y bolas de cristal, de interpretadores de la política y gurús de la política nacional, es bueno recordar que no se debe sobredimensionar el valor de una encuesta.

Sobre la utilidad de las encuestas es importante diferenciar tres instancias: conocer las opiniones del electorado (difícil grado uno) , elaborar un diagnóstico (difícil grado dos) y, finalmente, desarrollar un programa político (difícil grado tres).

La gran pregunta es: ¿qué programa político diseñaron los grandes “pensadores” y asesores de esta insípida campaña electoral que en términos de marketing político real ni siquiera ha comenzado?

Segundo: ¿cómo pretenden conquistar a ese gran porcentaje de personas que están indecisos al medio de los dos polos? Porque hay dos polos con votos DUROS, pero los que definirán son los que están al medio.

Y un último elemento no menos importante: ¿cuál será realmente el papel y rol de los organismos internacionales que como “veedores” de las elecciones de mayo se han comprometido a garantizar la transparencia del proceso electoral? Tomando en cuenta que comprometieron su ayuda para refaccionar las infraestructuras dañadas en tribunales electorales de tres regiones... donación de equipos, etc., etc. ¿Tendremos caballos de Troya o ayuda desinteresada real?

Mis queridos amigos sinceros, detractores y enemigos míos, es un momento decisivo para el país y la democracia violada hasta por los oídos.

No se deje encandilar por falsos profetas. PIENSE... ANALICE...

Necesitamos crear empleos, no solo ser consumidores de empleos. Estabilidad económica. Abrir las fronteras al talento, universidades y centros de investigación. (No los tenemos por si acaso aún).

Queremos líderes que no nos prioricen las necesidades de su entorno, que no piensen y se asuman como semidioses.

Queremos líderes que no tengan que enterarse por la prensa o la tv cuando sus ahijados desfalcan nuestras empresas, (sí, las de nosotros, los bolivianos) y se fugan a los estados...

Queremos gente seria, comprometida e inteligente, no postureras o payasos con síndromes de Peter Pan.

Queremos que dejen los discursos pelotudos y obtusos con tufos de revanchismos y complejos ancestrales; que dejen de lado la estrechez de la mirada egoísta que solo ve por su militancia, que trabajen por la patria en su conjunto, por su prójimo, como dicen los libros sagrados que duermen su olvido.

Gente que no se haga pipí o popó y alce vuelo al primer cohete o dinamitazo que escuche por la ventana de su despacho.

Líderes modestos, nobles, íntegros, que estén dispuestos a ofrendar incluso su vida si la historia lo requiere.

Mierda, lo siento... ¿se las estoy poniendo muy difícil? Sí, acabo de caer en cuenta, ja ja ja.

Soy de las que cree aún en Papá Noel y los Reyes Magos.

¡Pero seamos realistas, ¡¡¡pidamos lo imposible!!!

Trabajemos para que así sea.

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