28 de noviembre (Agencias).- “… A la vida, por lo tanto, le tengo que agradecer que por mi doble quehacer, escritor y comediante, es la risa mi constante y fascinante placer…”, puede leerse en la entrada del mausoleo donde descansan los restos de Roberto Gómez Bolaños “Chespirito”.
Además de actor y guionista, al comediante le gustaba hacer versos, como consta en su libro. Y también poesía de donde fue tomado este fragmento (“La risa”). Salvo esta leyenda tallada en mármol, la capilla en la que descansa “Chespirito” no ha cambiado mucho desde que fue sepultado en 2014.
Por dentro y fuera sigue impecable, sin cartas ni peluches o imágenes de alguno de sus personajes. Al fondo de la capilla de la familia Gómez Meza solamente descansa sobre cuatro urnas de mármol una gran fotografía de Roberto en la que mira sonriendo directamente a la cámara. Afuera, un arreglo de alcatraces y dos rosas: una blanca y una roja que acompañan un pequeño ramo de margaritas.
A dos años del deceso de su inseparable compañero de vida y profesión, Roberto Gómez Bolaños, Florinda Meza reconoce que ha sido difícil mitigar el dolor, por lo que ha buscado consuelo en la actuación, ahora su canal en YouTube le ha hecho saber que no está sola gracias a sus millones de seguidores.
Por casi cuatro décadas, Meza fue pareja de Roberto Gómez Bolaños, “Chespirito”, en quien siempre piensa con mucho cariño. En entrevista dijo que oficiará una misa privada en Cancún, lugar en el que ambos radicaron los últimos años, hasta que el histrión falleció un 28 de noviembre de 2014, a los 85 años.
“Haré la misa porque es parte de las tradiciones que compartía con Roberto, aunque nunca terminaré de reclamarle que me falló: me dijo que estaría conmigo hasta que yo tuviera 80 años y fuera una viejita, pero se fue antes”, expresó emocionada.
Expresó que le resulta difícil acostumbrarse a su ausencia, “era mi todo, me siento incompleta; pero me sobrepongo, es difícil no hablar de quien fue tu compañero de la vida, los recuerdos se agolpan en mi mente”.
Aseguró que el tiempo que Roberto estuvo con ella fue maravilloso en todos sentidos, pues lograron convertirse en una pareja estable y sólida dentro y fuera de los escenarios: “Ambos disfrutábamos del trabajo, él era un genio, yo buena actriz y hablábamos el mismo lenguaje”.